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El bombardeo republicano de Cabra: la ‘Guernica del sur’ que inventó el franquismo

Casas destruidas en Cabra por el 'bombardeo rojo'. | CRIS VELASCO / ARCHIVO BIBLIOTECA NACIONAL

Juan Miguel Baquero

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El Gobierno de España bombardea Cabra (Córdoba) el 7 de noviembre de 1938. Los proyectiles caen sobre el mercado. El ataque aéreo de la aviación republicana causa 109 víctimas civiles. La acción de guerra explota como un punto negro de la resistencia de la democracia frente a los golpistas. Y queda, de paso, como uno de los ejemplos recurrentes de la memoria franquista, que vende el episodio como la ‘Guernica del sur’.

El bombardeo de Cabra cumple 82 años en 2020 y multiplica cada vez las páginas dedicadas en libros y reportajes periodísticos. Incluso homenajes públicos para un capítulo que sigue creando controversia. También entre expertos. De un lado, la verdad oficial, de los vencedores, que domina el relato construido desde la dictadura de Francisco Franco. En un rincón queda, durante décadas, la memoria de los derrotados.

“Cabra sí estaba llena de tropas golpistas y sí era un objetivo militar”, certifica el doctor en Historia Francisco Navarro, desmontando así uno de los mitos de la memoria de la dictadura. Los “ríos de tinta” vertidos sobre el bombardeo sostienen que la “masacre de aquel fatídico día” fue dirigida contra población civil. Y es falso.

Un dato que rompe con aquella narración tradicional es que “murieron diez soldados franquistas” en el ataque, apunta. Y enumera el historiador otras claves: la ciudad “era el cuartel general de la 34 División, tenía una estación de ferrocarril donde se bajaban y alojaban tropas… y había incluso un campo de concentración”, como certifica el historiador que desvela cómo Franco convirtió Córdoba en “una inmensa cárcel” para 60.000 prisioneros republicanos.

Y además, guardadas en las hemerotecas, están las dos visiones tradicionales que, desde hace años, abordan el asunto desde ópticas enfrentadas. Como el investigador militar Patricio Hidalgo, que atribuye el ataque a un “error” del servicio de información republicano que “alertaba sobre grandes concentraciones de tropas” golpistas en la población egabrense y provoca una masacre. Y la mirada del historiador Francisco Moreno, que rebate las “falacias” de Hidalgo y otros autores revisionistas -que entiende equidistantes y salpicadas de franquismo sociológico- sobre el asunto. Las cifras cantan: “El Gobierno legal de la República, en sus bombardeos dispersos sobre Córdoba, causó, durante toda la guerra, menos víctimas”, unas 150, que el fascismo en un día, por ejemplo, en Jaén, con 155 muertes. Las razones también, dice: España “tenía el derecho y el deber de reprimir la rebelión”.

Memoria selectiva

Todos los años hay artículos al respecto en la prensa nacional y el propio Ayuntamiento egabrense ha organizado múltiples actos para recordar el bombardeo. Pero existe una ‘memoria selectiva’, según expertos consultados por este medio, al dejar a las víctimas de la represión franquista fuera de eventos institucionales similares.

El golpe de Estado del 18 de julio de 1936 triunfó en Cabra con rapidez, al igual que en todas las localidades de la Subbética cordobesa, apuntan. La falta de resistencia a las tropas franquistas “no impidió que se desatara una gran oleada represiva”, recalcan.

Equiparación para ocultar la criminalidad

Las brumas sobre el episodio responden a “la estrategia de la equiparación, para ocultar la propia criminalidad”, escribe el historiador Francisco Moreno Gómez en un artículo publicado en 2013 en Diario Córdoba. La mirada revisionista echa mano “de la falacia del ‘todos fueron iguales’ o ‘ambos hicieron lo mismo”.

Los ataques de la resistencia gubernamental “no tienen ni punto de comparación con los bombardeos franquistas, dotados de toda la maquinaria destructiva del fascismo internacional” encarnado en la Alemania nazi de Adolf Hitler y la Italia de Benito Mussolini. “La comparación resulta impresionante: lo ocurrido durante toda la guerra contra lo ocurrido en un solo día en Jaén”, escribe Moreno.

Citar Cabra como la ‘Guernica del sur’ es una “ocurrencia” cargada de “sectarismo”, asegura. Los “desmanes de la aviación franquista” suman matanzas y el mayor crimen de guerra golpista en la conocida como La Desbandá, con ataque por tierra, mar y aire de tropas fascistas y nazis contra miles de refugiados que huyen por la carretera de Málaga a Almería.

O en la propia tierra egabrense, donde “fueron asesinadas, fríamente, sin ningún motivo, 117 personas inocentes”. “Todo lamentable”, en palabras del historiador, que cuestiona: “¿Por qué se está ocultando este crimen franquista en Cabra, y sólo se quiere hablar del bombardeo?”

Un bombardeo por “error”

“Fue en lo relativo a algo tan importante como las concentraciones de tropas donde el fracaso informativo fue estrepitoso”, apunta el investigador militar Patricio Hidalgo Luque en su libro El ejército de las sombras. Espías y guerrilleros republicanos en Còrdoba durante la Guerra Civil (1936-1939).

El Servicio de Información Especial Periférico (SIEP) republicano “magnificó enormemente los efectivos del Ejército del Sur” en la zona. Y “en el caso de Cabra hay una evidente confusión”, según la teoría de Hidalgo. La “presunta” acumulación de militares golpistas “alertó” sobre “una posible ofensiva nacional” y detona la acción bélica.

Un informe posterior de las fuerzas leales al Gobierno de España desmiente aquella pista falsa. Pero llega tarde, un día después del ataque aéreo. De llegar a tiempo, “quizás el bombardeo no se hubiese producido”, según el investigador. Los republicanos intentan justificar el “error” diciendo “algo tan absurdo como que ‘parte de la población de Cabra estaba contenta” porque los proyectiles acertaron con “centros militares”. Pero el “balance de víctimas” señala “que los muertos civiles fueron 80 mientras que los fallecidos militares pasaron de 200”, según la información del servicio de información republicano que publica Hidalgo.

Rebate el historiador Francisco Moreno: la equidistancia es “un viejo y burdo mecanismo en manos de los intoxicadores”. Pero hay más, dice. “No lucharon dos bandos, como yerra Patricio Hidalgo, sino que luchó un Gobierno contra una rebelión”. Y solo un Estado “tiene la licitud del uso de la violencia o coerción, y por tanto tenía el derecho y el deber de reprimir la rebelión, con los medios coactivos a su alcance”, justifica.

El bombardeo, en el Congreso

El pasado reciente de España tiene eco en el presente. También los bombardeos republicanos, que la extrema derecha pone sobre la mesa del Congreso. Vox pide cuentas al Gobierno por el anteproyecto de ley de Memoria Democrática y la crítica lleva al portavoz ultra, Iván Espinosa de los Monteros, a recordar el ataque aéreo en “un día de mercado” en Cabra.

La bancada de Santiago Abascal recibe la cita con aplausos. Porque es la localidad natal de la vicepresidenta y ministra de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo. “Sus compañeros han aplaudido un bombardeo”, denuncia la 'número dos' del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Ocurre en la sesión de control al Gobierno del 23 de septiembre de 2020.

“Estoy seguro que una cabrense (sic) como usted sabrá el valor del perdón porque no estará todo el día pensando cómo el Ejército Republicano destruyó y generó una muerte tremenda en su pueblo en plena guerra en un día de mercado”, evoca el diputado de Vox. El partido de extrema derecha asume el discurso revisionista y exige al actual Gobierno -al que considera peor que la dictadura de Francisco Franco- que debe “renunciar al guerracivilismo, enterrar el pasado, y mirar al futuro”.

España busca “hacer caso de lo que dicen los organismos internacionales”, corrige Calvo, como Naciones Unidas y el Parlamento Europeo. Porque ningún proceso de transición “pasa por alto la Justicia y el cumplimiento de los Derechos Humanos”. Y ahí actúa la futura Ley de Memoria: “Esta ley homologa nuestra democracia a todas y a cada una de las indicaciones que le han hecho los organismos internacionales y el cumplimiento de nuestra Constitución en materia de Derecho Internacional Humanitario ¿Lo entiende? Es sólo eso, estén en este lado, se lo pido”, subraya en sede parlamentaria.

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