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En Abierto es un espacio para voces universitarias, políticas, asociativas, ciudadanas, cooperativas... Un espacio para el debate, para la argumentación y para la reflexión. Porque en tiempos de cambios es necesario estar atento y escuchar. Y lo queremos hacer con el “micrófono” en abierto.

Inercias del cambio político y fortalezas de la tradición en la cultura y en comportamiento político de los andaluces

Juan Montabes Pereira

Catedrático de Ciencia Política e Investigador del CADPEA —

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Desde noviembre de 2002, la Universidad de Granada a través del Centro de Análisis y documentación Política y electoral de Andalucía (CADPEA) viene pulsando de manera ininterrumpida cada seis meses la opinión pública de esta Comunidad. El Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (EGOPA), como instrumento demoscópico que semestralmente rastrea la cultura política andaluza, se ha convertido en una herramienta imprescindible de la sociología y la ciencia política española para conocer, comprender y explicar parte del acontecer público de nuestro país.

Los datos del rastreo de invierno de 2016 acaban de hacerse públicos por el CADPEA hace sólo unos días, completando así la larga serie de casi 15 años con más de treinta barómetros realizados en este tiempo (http://cadpea.ugr.es)

En relación con la situación económica actual y sus perspectivas, los andaluces muestran claramente su alto grado de pesimismo, así como en relación al ámbito político, aunque en este caso, en menor intensidad que respecto la economía. A pesar del predominio de las valoraciones predominantemente pesimistas que desde hace casi diez años marcan la vida social y política en Andalucía, en esta ocasión se continúa la tendencia de repunte de las valoraciones positivas y de reducción de las negativas. Las orientaciones negativas se sitúan en una posición equivalente a la que manifestaban los andaluces en 2006. En concreto, las dos terceras partes de los andaluces consideran hoy la situación económica como “mala” (47,4%) o “muy mala” (20,3%), frente al 94% que así lo entendía tan sólo hace tres años.

En relación al referente político, los andaluces muestran una evolución similar al ámbito económico, aunque con una ligera disminución de las orientaciones pesimistas e incremento de las positivas tanto respecto a la situación actual como de las previsiones de evolución en un futuro próximo. En concreto son algo más de la mitad de los andaluces los que consideran que la situación política actual es “mala” (41,8%) o “muy mala” (13,8%) en Andalucía y la cuarta parte que se decanta por una situación “buena” o “muy buena” (24%). Estos datos contrastan con las consideraciones con respecto al ámbito español, donde las percepciones son bastante más pesimistas; en concreto las dos terceras partes de los andaluces (76,1%) considera que la situación política actual en España es “mala” o “muy mala” y decantándose solo un 7% de los andaluces por considerar que la situación es “buena” o “muy buena”. En resumen predominio en ambos casos –la economía y la política- y para ambos referentes –Andalucía y España- de las percepciones negativas o pesimistas, si bien el pesimismo es mucho más acentuado con respecto a España que en relación a Andalucía tanto en relación a la economía como, sobre todo, con respecto a la situación política.

Desde la consideración de la situación económica personal o familiar, el 59,9% de los andaluces la califica positivamente, con un incremento de 2,1 puntos porcentuales con respecto a lo que lo andaluces pensaban hace solo seis meses. En contrapartida el 21,1% la población andaluza considera como mala o muy mala su estado económico entendiendo que continuará igual en los próximos seis meses el 71,7% de los encuestados.

El paro, la corrupción, la educación

El desempleo sigue siendo, como no podía ser de otra forma en atención a la situación real, el principal problema de los andaluces. El 87,3% de los andaluces considera hoy que el paro es el principal problema de esta tierra, seguido por la corrupción (39,2), la educación y la enseñanza (26,8%), la política (24,4%), la marcha de la economía (22,3%), la desigualdad social (11,8%), la inmigración 5,8%) y la vivienda (4,4), entre otros. Esta distribución de preocupaciones sobre la percepción de los problemas andaluces contrasta con la relación de problemas que le “afectan personalmente” a cada uno de los entrevistados. En este caso, ya el paro desciende casi 30 puntos, situándose en la nada despreciable cota del 59,8% de los andaluces que consideran el desempleo como uno de los problemas que más le afectan personalmente. Sin embargo, en esta percepción personalizada ya los problemas de carácter estrictamente político pasan del segundo y tercer lugar antes descrito a un quinto y séptimo lugar. La “corrupción y el fraude” se sitúan ahora como quinto problema de los andaluces en opinión del 13,5% de los andaluces mientras “la política” en general (partidos, gobierno, etc.) pasa al séptimo lugar afectando al 6% de los andaluces. Desde esta consideración más vinculada a las preocupaciones de afección personal ahora sí es la economía el segundo problema (20,8%), la educación el tercero (20,7%) y la sanidad el cuarto (18,1%).

Entre el conjunto de los líderes políticos andaluces destaca el grado de conocimiento y valoración de su Presidenta Susana Díaz Pacheco. El 91,3% de los andaluces conoce a la Presidenta de la Junta de Andalucía, identificando de ellos, el 90% su nombre. En cuanto a la valoración de su actuación política, los ciudadanos que declaran conocerla, le otorgan una puntuación media de 5,2 puntos. Susana Díaz es la líder política andaluza más conocida, contando con el 91,3% de conocimiento popular. Le sigue Juan Manuel Moreno Bonilla con el 59,3%, Teresa Rodríguez, con el 55,1%, Antonio Maíllo con el 54,3%. A gran distancia se sitúa Juan Marín con el 37,7% de conocimiento. Los andaluces suspenden a los principales líderes políticos andaluces, excepto a Susana Díaz a quien le otorgan 5,2 puntos de valoración media. Le sigue el líder de IU, Antonio Maíllo, con un 4,8 de puntuación media sobre 10 y Juan Marín con un 4,6. Teresa Rodríguez junto con Juan Manuel Moreno Bonilla logra un 4,4 de valoración media.

La gestión de los diferentes partidos en la oposición en Andalucía es considerada muy o bastante negativa de forma mayoritaria, situándose las actuaciones del PP y de Podemos como las más negativas y las de IU y Ciudadanos como las más positivas. En este sentido la labor de PP (64,8%) y la labor de Podemos (52,8%) concentran la mayoría de las valoraciones negativas, mientras que la gestión de IU (45,7%) y la de Ciudadanos (37,3%) son consideradas más positivas.

Con respecto a la gestión realizada por el Gobierno de Andalucía, las opiniones basculan entre el bloque que califica la gestión como mala o muy mala, el 42,1% de la población, frente al 31,1% que la considera buena o muy buena. En relación con la gestión del Gobierno de España, las valoraciones negativas se sitúan actualmente en el 51,9% de los andaluces, que consideran su labor como mala o muy mala, mientras que el 33,9% la valora positivamente. El PSOE también suspende respecto a su labor de oposición en el ámbito nacional para el 69,2% de los consultados, aumentando este juicio negativo en 7,5 puntos durante el último semestre. Así mismo, los que valoran como buena o muy buena la labor de oposición del PSOE a nivel nacional han disminuido en 5,2 puntos (15,7%).

Los líderes nacionales

La totalidad de los andaluces declara conocer al líder del PP, Mariano Rajoy, un 98,8% de ellos conoce al líder de la formación PODEMOS, Pablo Iglesias, en el ámbito nacional. Pedro Sánchez, PSOE, es conocido por un 97,5%, seguido por Albert Rivera, líder de Ciudadanos con un 94,3% de conocimiento. Alberto Garzón (IU) es líder nacional menos conocido aunque reúne un 84,3% de conocimiento. Es de destacar para todos los casos el aumento del nivel de conocimiento de los líderes entre la población en los últimos seis meses. Con respecto a las evaluaciones de los líderes de la política española es Albert Rivera el que aparece como líder mejor valorado con una valoración media de 5,3 puntos en una escala de valoración del 0 al 10. A continuación los andaluces sitúan a Alberto Garzón con un 4,8 de puntuación, aunque como ya señalamos con un conocimiento diez puntos inferior. A continuación se posiciona Pedro Sánchez con un 4,2, Mariano Rajoy con un 4,1 y finalmente Pablo Iglesias aparece con la peor valoración con un 3,4 de media.

En relación con las campañas electorales llevadas a cabo por los diferentes partidos con motivo de las pasadas elecciones del 20 de Diciembre, los andaluces ponen de manifiesto una valoración fundamentalmente negativa. No obstante el partido que consigue una valoración menos negativa es Ciudadanos, con un 4,9 de media, seguido por el PSOE con el 4,4, PP con un 4,3 y Podemos con el 4,1. El partido que peor valoración logra en su campaña electoral es IU/UP con el 3,8 de puntuación media.

Estimación de voto

El 85,5% de los andaluces que fueron a votar el pasado 20D no hubieran tenido un comportamiento electoral diferente en el caso de haber conocido los resultados que finalmente se produjeron. Por el contrario el 13,4% de los andaluces afirma que hubiera modificado su voto de conocer previamente el resultado final. De esa algo más de décima parte de los electores que habría modificado su comportamiento en el caso de haberlo conocido previamente la tercera parte (el 30,1%) habría apoyado al PP, un 28% hubiera optado por Ciudadanos, un 15,4 por el PSOE y un 9,8% por Podemos.

Aunque la estimación de voto constituye uno de los issue de mayor relevancia de la repercusión en la opinión pública de las encuestas electorales, desde la consideración que nosotros le otorgamos a la misma, podríamos considerarla como una derivación lógica de los distintos apartados que venimos relatando de la cultura política de los andaluces. En este supuesto es en el que se estima en esta encuesta que para el caso de realizar unas elecciones autonómicas el resultado dejaría colocados a los partidos políticos en un ranking similar al que se produjo en las elecciones del pasado 25 de marzo. Según esta estimación, con una participación fijada en el 72,3%, el PSOE obtendría el 32,1% de los votos, con un descenso de tres puntos sobre los últimos resultados de marzo de 2015, el PP con el 25,3% de los voto también perdería en este caso 1,5 sobre las últimas autonómicas, PODEMOS con el 17,2% de los votos obtendría un 2,5% de votos añadidos, CIUDADANOS obtendría el 13% de los votos expresados con un incremento de casi 4 puntos sobre sus últimos resultados y, finalmente, IU que logrando el 8% que no solo mantendría los resultados sino que lograría un avance de casi un punto.

En relación con la posible realización de unas elecciones generales, los andaluces generarían un cambio “singular” de escenario diversificando su voto –splitting vote- y en este caso colocarían al PP como vencedor de este tipo de elecciones otorgándole un 31% de los votos –seis puntos más que en unas elecciones autonómicas- y solo 0,9 puntos por encima de los resultados logrados en diciembre pasado. En segundo lugar el PSOE en ese escenario electoral lograría el 29,4% de los votos, situándose dos puntos por debajo de los resultados del 20D. PODEMOS con el 16,9% de los votos repetiría los resultados de 2015 y CIUDADANOS con el 15,2% de los votos emitidos se situaría un punto y medio por encima de sus anteriores resultados. Finalmente IU con el 5,3% de los votos prácticamente repetiría los resultados de diciembre pasado. Todo ello en un contexto de participación superior a la de las elecciones autonómicas que al situarse en el 74,8% de los electores superaría a aquellas en 2,5 puntos y estaría tres puntos y medio por encima de los resultados de movilización obtenidos en Andalucía el 20 de diciembre de 2015.

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