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La dimisión en bloque de todos sus agentes mantiene a Granada sin brigada antiincendios

Agentes trabajan para esclarecer las causas de un incendio

Álvaro López

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La provincia de Granada no está del todo protegida contra los incendios. Desde abril carece de la conocida como Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) tras la dimisión en bloque de los diez agentes de medio ambiente que la integraban. Cansados y sintiéndose “abandonados” por la Junta de Andalucía, esta división del Plan de Prevención y Extinción de Incendios de Andalucía (INFOCA) no existe en la provincia porque sus condiciones laborales son malas. Según denuncian, ponen en riesgo su vida y asumen responsabilidades por las que no se les está pagando más. Mientras, la Junta de Andalucía evita pronunciarse concretamente sobre este servicio.

En la BIIF trabajan de forma voluntaria agentes de medio ambiente. Estos trabajadores investigan las causas y los posibles autores materiales de un fuego, al tiempo que delimitan la zona en la que se ha producido el desastre. Funciones básicas para que después se pueda detener a quienes hayan provocado el incendio y sea posible establecer qué zona se ha visto afectada y qué supone a nivel económico tanto a la hora de cobrar tasas por el fuego que se ha producido como por abonar las indemnizaciones correspondientes. Una labor por la que no reciben una remuneración extra, a pesar de que también asumen la dirección de la extinción de los incendios.

Con un salario base de apenas 1.500 euros brutos al mes y un complemento de 1.000 euros anuales que se les da a todos los agentes, asuman o no responsabilidades en los incendios, el hartazgo es generalizado entre los agentes de la BIIF. Uno de ellos es Jesús, cuyo nombre es ficticio por miedo a represalias. El especialista, que ha trabajado en esa área hasta este año, lamenta que llevan en una mala situación “demasiados años”. “Asumimos muchas responsabilidades, pero no se nos paga por ello”, dice. En el 95% de los incendios son los miembros de la BIIF los que toman la dirección de la extinción y solo en el resto de ocasiones asume ese rol un técnico del INFOCA.

“Hartazgo”

Granada sufre alrededor de un centenar de incendios al año en la provincia y del 1 de junio al 15 de octubre se considera que es el periodo de mayor riesgo de fuego, por lo que es en ese periodo cuando se trabaja más y cuando más florecen los problemas endémicos que sufren. “El año pasado, cuando acabó este tiempo, avisamos a la Administración y les planteamos todo lo que iba mal para que pudieran corregirlo o nos marcharíamos”. Pero los meses pasaron y no se hizo nada al respecto. De forma que cuando llegó abril y no tuvieron noticias, decidieron dimitir en bloque de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) de Granada. Aunque los sindicatos están negociando con la Junta mejorar las condiciones laborales para acabar con la situación, aún no se ha llegado a ningún acuerdo.

“Hemos llegado a un punto de hartazgo en el que pensamos que, si nos van a dar 1.000 míseros euros al año por asumir responsabilidades o no, no nos merece la pena. Tomamos decisiones en las que la vida de los compañeros está en juego”. Jesús insiste en que las funciones que tienen están tan mal valoradas que han de exponerse de forma excesiva en muchos aspectos. “Somos los que señalamos al presunto culpable y los que nos vemos luego con él en el juicio sin que se nos reconozca económicamente esta presión porque la Junta da esos 1.000 euros anuales a todos los agentes, asuman o no el puesto de dirección de extinción”.

Su rol principal es hacer informes técnicos y periciales sobre los incendios. Estos se remiten a la Guardia Civil y a la Fiscalía para que se puedan esclarecer las causas y los autores materiales. Como ahora mismo no hay BIIF, los guardias civiles están solicitando informes que nadie está realizando, lo que está poniendo en serias dificultades la investigación de estos desastres. Como también determinan el perímetro del incendio, con las parcelas afectadas para el cobro de indemnizaciones y tasas de extinción, tampoco se está llevando a cabo.

“Si tomamos decisiones erróneas, por lo que sea, respondemos con nuestro patrimonio y pagamos a esa persona que ha sufrido un problema trabajando en el incendio”. Por si fuera poco, el exagente de la BIIF de Granada asegura que el Gobierno andaluz no les da la formación ni los recursos adecuados: “Se forma al resto de personal del INFOCA, pero a nosotros nos dan migajas también en esto”. Además, como ser miembro de la brigada es voluntario, sienten que asumen responsabilidades por “vocación”. “Hace años, en un incendio en Lanjarón, a un compañero se le quemó un camión de extinción porque no le dio tiempo a activar los sistemas de defensa del vehículo. Salió una lengua de fuego inesperada y el compañero, que estaba de director de extinción, lo pasó muy mal. Sufrió presiones por todos lados”.

Falta de medios

Siguiendo con la relación de problemas, los agentes de la BIIF sufren también la falta de personal que afecta al INFOCA en general. “En unos años hemos pasado de 1.300 a unos 700 agentes”, aclara Jesús. Como no se han realizado oposiciones en una década y las últimas que sí se han hecho apenas llegan para cubrir bajas y jubilaciones, la falta de medios humanos es más que evidente. Como falta plantilla, no se pueden cumplir los turnos. De forma que les obligan a ir solos a los incendios, en lugar de en parejas, poniendo en peligro sus propias vidas y así se cubren más turnos de trabajo. Es peligroso porque tienen que hacer labores “como ir conduciendo, respondiendo a la emisora o al teléfono y no se puede hacer con un solo agente”.

“La Junta se aprovecha de nuestra vocación”. Según Jesús, “hace muchos años a los agentes se les pagaba por esta función. El complemento era digno, pero hubo recolocaciones, quitaron esas partidas económicas y nada más se supo”. Por poner un ejemplo de lo mal que consideran que está remunerado su trabajo, este agente cuenta que, mientras que a ellos se les premia con 1.000 euros más al año, los técnicos de extinción, aquellos que les suplen en algunos incendios como directores, cobran unos 10.000 euros anuales de complemento mientras que los conductores que tienen, cuya única función es trasladarles, se embolsan 2.000. “Cuando ves las condiciones laborales del INFOCA, los agentes de medio ambiente nos preguntamos qué están haciendo con nosotros. A nosotros ni se nos geolocaliza en un incendio”.

“Cuando llevas horas en un incendio y has pasado un día entero, te hacen volver solo por las carreteras y te vuelves un peligro para todo el mundo. Vuelves con estrés y cansancio sin que te paguen nada más”, lamenta Jesús. Al mismo tiempo que aclara que la renuncia de los miembros de la BIIF no fue plato de buen gusto. “La dimisión es una medida fruto del hartazgo del que llevamos avisando tiempo. El año pasado ya dimos un ultimátum porque nos sentimos abandonados”.

“Estamos mejorando el plan INFOCA”

Este medio se ha puesto en contacto con la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, encargada de la gestión del INFOCA y los medios contra los incendios forestales. Fuentes del organismo rechazan hacer declaraciones sobre la dimisión y las condiciones laborales de la BIIF. Tan solo se limitan a las declaraciones hechas por la consejera del área, Carmen Crespo, en el pleno del Parlamento de Andalucía del pasado 22 de julio: “Lo que hacemos con INFOCA es mejorarlo, actualizarlo y mejorarlo”. Culpa a la anterior Administración y sostiene que cuando gobernaba el PSOE en la Junta empeoró el servicio. “Llevaban 17 años sin darle ni siquiera plazas, material o posibilidades. En dos años no podemos cubrir todo el déficit”.

Según los datos que aporta la consejera de Agricultura, el Gobierno andaluz está invirtiendo más del 4,6% del presupuesto en el plan INFOCA: 8,6 millones de euros. En prevención un 10,2%. Mientras que la contratación, que en 2012 y 2013 no se hizo, suma 36 profesionales adicionales. “Claro que tienen reivindicaciones porque son muchos años sin darle ningún tipo de medios materiales y personales, pero es que con este Gobierno se han incorporado 300 plazas y tenemos en ciernes 130 más”. Crespo también señala que se ha invertido en diferentes aspectos del trabajo en la extinción y que en 2021 se incorporarán 65 nuevos agentes de medio ambiente. “Queremos seguir hablando con ellos subiéndoles las guardias en un 64% de lo que en estos momentos están cobrando”.

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