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Una plataforma rural de Granada se opone a un nuevo trasvase del embalse del Negratín al río Almanzora

Los regantes denuncian que el trasvase original está plagado de irregularidades y que se pierde más agua de lo que está permitido

Álvaro López

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El Altiplano de Granada no quiere que sus tierras se queden yermas y secas. Como las precipitaciones no son abundantes en este territorio al norte de la provincia granadina, el agua es un bien muy codiciado tanto para el consumo humano como para el regadío y la expansión de la industria. Paradójicamente, esta zona emergió de lo que un día fue un gran lago interior que inundaba el lugar y que dio forma al Geoparque de Granada y hoy, sin embargo, los recursos hídricos son tan escasos que necesitan administrarse bien. Por eso, el Grupo de Desarrollo Rural Altiplano de Granada se ha opuesto a un nuevo trasvase del embalse del Negratín, que bebe del río Guadiana Menor, en la provincia granadina hasta el río Almanzora en Almería.

La plataforma ha presentado alegaciones ante la Dirección General del Agua del Ministerio de Transición Ecológica contra un proyecto que tiene previsto aumentar el caudal que se trasvasa entre ambas estructuras hídricas. Un plan que preocupa a los agricultores, regantes y a la sociedad civil en general de la zona del Altiplano de Granada porque entienden que atenta contra sus recursos naturales. De hecho, el escrito de alegaciones presentado, y al que ha tenido acceso elDiario.es Andalucía, pone de manifiesto que en el trasvase actual ya existen “una serie de incumplimientos” que “carecen de justificación jurídica” que podrían agravarse si se lleva a cabo este nuevo proyecto.

Para entender la magnitud del problema hay que partir de una serie de datos. El embalse del Negratín, situado en la provincia de Granada, tiene una capacidad máxima de 567 hectómetros cúbicos de agua, aunque en la última década apenas se ha llenado hasta algo más de la mitad. Pese a ello, desde hace 20 años se trasvasan unos 50 hectómetros cúbicos al año al río Almanzora para paliar la falta de precipitaciones y hacer un uso solidario del agua. Con esa cantidad se riegan alrededor de 25.000 hectáreas de regadío en tierras almerienses. Sin embargo, el conflicto se produce porque en la zona norte de Granada sostienen que se trasvasa más agua de la permitida y que esta incluso va a parar hasta Murcia, lo que lastra su economía local.

Agravio comparativo

Por si fuera poco, se sienten agraviados porque mientras pierden parte del agua para llevársela a otro lugar, no se invierte en mejorar la infraestructura que consideran deficitaria desde hace tiempo. “Aquí hay un plan que viene de los años 80, llamado Baza-Huéscar, que sigue sin estar ejecutado”, explica Juan Francisco Torregrosa, presidente de la plataforma rural y alcalde de Benamaurel, uno de los municipios que se ve afectado por el trasvase. “No se han hecho infraestructuras para mejorar la zona y sin embargo vemos como todos los años se llevan 50 hectómetros a otro territorio”.

Según fuentes del sector agrícola y de la plataforma rural, el nuevo trasvase del Negratín al Almanzora doblaría esa cantidad de agua que se lleva actualmente hasta tierras almerienses, pasando de 50 a 100 hectómetros cúbicos anuales. Una cifra que no están dispuestos a asumir los afectados porque les deja al límite en su zona. Por ponerlo en contexto, actualmente hay 186 hectómetros de agua almacenada en el embalse, que serían 136 si el nuevo proyecto hubiera salido adelante. “No es una cuestión de insolidaridad, pero vemos cómo se va por desembalse hasta el Guadalquivir o por trasvase hasta Almería y al mismo tiempo no se resuelven nuestras cuestiones en esa materia”, lamenta Torregrosa.

Para evitar que se lleve a cabo, la plataforma rural ha contratado a un gabinete jurídico que se está encargando de analizar el trasvase actual y el plan que hay de cara al futuro. “Hay irregularidades que creemos que pueden dejarlo sin efecto”. Por ejemplo, entre las cuestiones que señalan en sus alegaciones están que los representantes de la Comisión Técnica del Trasvase Negratín-Almanzora siguen en sus puestos pese a que han superado la fecha límite que impone la ley o que hace dos décadas se aprobó una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que contemplaba una compensación económica de casi dos millones de euros para mejorar el territorio y que aún no se ha ejecutado.

Incumplimientos

Por otra parte, los afectados del Altiplano de Granada denuncian que el trasvase original es irregular porque parte del agua del embalse del Negratín acaba en la cuenca del río Segura en Murcia, cuando eso no se acordó en ningún momento. Además, hay veces que, aseguran, se trasvasa más agua de la permitida. “De los 50 hectómetros cúbicos anuales permitidos para el trasvase, muchos años se ha pasado de 60 porque desde Almanzora compran derechos de regadío. Creemos que eso solo se debería hacer en situaciones muy extraordinarias, pero se está haciendo sistemáticamente”.

“Vemos que se hacen cosas raras”, denuncia Torregrosa. “Estamos armándonos de argumentos para decir que no solo estamos en contra de que se duplique el trasvase, sino que lo ponemos en cuestión en sí mismo cuando no tenemos resueltas nuestras necesidades”. En ese sentido, la plataforma también trabaja en el borrador de Planificación Hidrológica que está haciendo la Confederación del Guadalquivir y que está en la fase de exposición pública. “En 2016 hicimos una estrategia de desarrollo en la que coincidimos que una de las líneas estratégicas que teníamos era el uso del agua. El año pasado, quisimos iniciar un proyecto para participar en la nueva planificación hidrográfica de la Confederación del Guadalquivir y una de las cuestiones que se puso encima de la mesa fue el trasvase”.

En la plataforma insisten en que no son insolidarios, porque saben que es “un recurso importante para la zona de Almería y para las 25.000 hectáreas que se están regando”, pero creen que se pueden plantear alternativas. “Sobre todo, cuando en nuestro territorio aún tenemos asuntos sin resolver relacionados con el agua”. En ese sentido, Pedro Castillo, agricultor y regante del Altiplano, sabe bien en qué punto se encuentran. Denuncia que hay “regadíos infradotados de 25.000 hectáreas” por culpa del trasvase y que hace falta encontrar soluciones.

Cuenta que, hace ya años, lograron que el Plan Hidrológico Nacional contemplase 18 hectómetros anuales para regadíos con poca agua. Pero como solo los lograron para regar 6.000 hectáreas, la cifra se ha quedado corta. Solo da para la comarca de Baza, pero no para Orce, Húescar o Galera. “La Confederación no va a darnos más porque hay un déficit de 50 hectómetros que es lo que ya se está trasvasando”, explica Castillo. “Ahora mismo tenemos restricciones y se ha bajado la concesión al 50% porque hay poca agua en los embalses”.

Sin embargo, asegura que “hasta hace dos días se han estado trasvasando al Almanzora alrededor de 25 hectómetros en medio año”. Como no se sienten bien tratados, van a pelear hasta las últimas consecuencias: “Si quieren ampliar, estamos en contra hasta que se desarrolle el plan Baza-Huéscar”. No quieren ver sus tierras muertas por culpa de una mala planificación hídrica.

Daño al paisaje

De hecho, lamentan que las zonas agrícolas de Galera, Orce y Huéscar se han ido secando con el paso de los años, lo que está haciendo que se abandone la agricultura en esa zona. Los cultivos de alfalfa que había se están sustituyendo por olivares que necesitan menos agua. “Si tuviésemos medios suficientes, traeríamos otros cultivos con mayor valor añadido como los frutales. Se está perdiendo el paisaje. Las vegas de Cúllar, Baza, Orce o Caniles se están viendo dañadas”.

“Los agricultores creemos que va a ser prácticamente imposible de revertir. Lo que queremos es que se cumpla la ley y se trasvase en función a ella. Ha habido años que se ha estado trasvasando por debajo de los límites de reserva”, sentencia Pedro Castillo. Para aclarar la situación y conocer qué futuro tiene el proyecto del nuevo trasvase, este medio se ha puesto en contacto con el Ministerio de Transición Ecológica. Fuentes ministeriales aseguran que nunca se ha cometido ninguna irregularidad porque se está actuando “conforme a la legislación vigente, de forma que, hasta el día de hoy, la gestión del trasvase no ha sido cuestionada en ningún tribunal”.

Al mismo tiempo, desde Transición Ecológica sostienen que no ha recibido ninguna alegación al plan para trasvasar más agua desde el Negratín. No obstante, ElDiario.es Andalucía ha tenido acceso al documento original con las alegaciones y a la copia del justificante de que fue presentado el 24 de junio. “Hasta finales de diciembre sigue abierto el plazo de presentación de alegaciones a los nuevos planes de cuenca para el período 2022-2027. De modo que hasta que no se cierre no se analizarán todas y podrá verse cuáles se incorporan y cuáles no”, aclaran desde el Ministerio.

Más rotundo es el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Joaquín Páez, con respecto al trasvase. Niega que se vaya a producir porque “en ninguna página de los borradores aparece esta palabra, salvo para decir que no se va a producir ningún tipo de trasvase”. No obstante, invita a toda la sociedad civil a participar en la elaboración del Plan Hidrológico que marcará el futuro hídrico de la zona.

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