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PSOE y Podemos-IU ceden ante Cs y PP y aprueban su estructura de gobierno en Granada

El exalcalde de Granada, Francisco Cuenca (PSOE), debate con el nuevo edil, Luis Salvador (Cs) sobre la vicealcaldía para el PP

Álvaro López

“Maldito parné, castigo de Dios”, parafraseando una copla, así resumía el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Granada, Onofre Miralles, la sesión del pleno de organización que se ha celebrado este viernes. Cinco palabras que parecen cobrar sentido después de que PSOE y Podemos-IU hayan acabado hincando rodilla y cediendo ante el bipartito de Ciudadanos y Partido Popular aprobando su estructura de gobierno pese a haber sido muy críticas ambas formaciones con tal configuración en el último mes. Los 13 concejales de PSOE (10) y Podemos-IU (3) han votado a favor de todos los expedientes presentados por el gobierno municipal. Tan solo Vox, con sus tres ediles, se ha descolgado votando en contra de todos ellos.

Naranjas y populares necesitaban de al menos tres concejales más para sacar sus propuestas adelante porque ambos solo suman 11 de los 14 necesarios. Y los han logrado holgadamente gracias al bloque de izquierdas. Los socialistas, que se han mostrado muy beligerantes tanto en el previo como en el desarrollo de la sesión, han llegado a decir una cosa y votar la contraria. En el PSOE han querido dejar claro que no están de acuerdo con el coste que tiene para Granada la nueva configuración municipal pese a votar a favor de ella. Una posición que contrasta con la adoptada en las últimas semanas cuando llegaron a mostrarse abiertos a negociar una moción de censura con Vox pidiendo a la extrema derecha que mostrase certezas y votara en contra del bipartito. Algo que Vox finalmente ha hecho pero que el PSOE no.

El precio del poder

Los socialistas han justificado sus apoyos alegando que se hace por el bien de la gobernabilidad de la ciudad y tras haber creado el relato de que se han puesto sobre la mesa una serie de ultimátums para que Cs y PP le dieran el número de representantes que les correspondían, según los resultados electorales, en las diferentes comisiones y empresas municipales. Exigencias que el bipartito ha ido aceptando vendiéndolas como concesiones.

Pero la realidad es que el PSOE ha acabado aprobando una estructura de gobierno que han criticado recurrentemente y que, según sus números, es más cara que la que tenían hasta el último mandado cuando gobernaban ellos. Hasta el punto de que el viceportavoz socialista, Miguel Fernández Madrid, ha llegado a sostener que este nuevo equipo encarece en 400.000 euros al anterior, momento que ha servido para que tuviese lugar uno de los enfrentamientos más enconados del pleno entre PP y PSOE. Mientras Madrid argumentaba una cosa, el portavoz popular, César Díaz, la negaba llegando a sostener que la nueva estructura apenas se ha encarecido en 25.000 euros.

El juego de la vicealcaldía

Tratar de explicar las posiciones adoptadas por cada partido en esta sesión organizativa es complejo. Especialmente cuando el pleno se ha iniciado con una dura disputa entre el exalcalde del PSOE, Francisco Cuenca, y el nuevo edil, Luis Salvador de Ciudadanos, a cuenta de la anunciada vicealcaldía que iría a recaer en el número uno del PP en el Consistorio, Sebastián Pérez. Aunque la creación de este cargo se retiró del orden del día por falta de consenso, no porque no se pudiese empezar su tramitación, Luis Salvador ha incluido una mención explícita a este que ha dado pie para que Cuenca le llegase a solicitar que lo retirara del orden del día.

A las críticas socialistas se han unido en Podemos-IU que también han recordado que la vicealcadía no fue nunca motivo de negociación con Cs y PP. No obstante, los naranjas han defendido la legitimidad de ese nuevo puesto porque ya existe “en otras muchas ciudades de España” y porque “igual que la Junta de Andalucía o una empresa tienen vicepresidente, si nosotros tenemos un gobierno de coalición, tiene sentido que por representación así sea”. El problema de fondo que divide a los partidos en este punto es que se da por sentado que la vicealcaldía supondría elevar el gasto en al menos 100.000 euros. Un extremo que el bipartito descarta.

Empresas municipales como moneda de cambio

Si la estructura de gobierno municipal ha salido adelante ha sido en gran medida gracias a las cesiones que Cs y PP han hecho al PSOE con respecto al acuerdo al que ambas formaciones llegaron en primera instancia. Naranjas y populares han ido cediendo cargos a los socialistas para desbloquear las votaciones y permitir la renovación de la organización en empresas claves y que mueven varios millones de euros, como son Emasagra y Emucesa. Ambas gestionan el agua municipal y el cementerio respectivamente.

En ese sentido, el único partido que no se ha movido de su postura inicial ha sido Vox. La formación de extrema derecha ha mantenido su papel de oposición al gobierno municipal alegando que se les ha mentido en las últimas horas hasta el punto de que en la última junta de portavoces se había pactado que el PSOE no aprobaría la mayoría de los expedientes y sin embargo horas más tarde estos han acabado saliendo adelante.

“Ningún alcalde se lee los expedientes”

La sesión de organización ha tenido momentos también para el murmullo de los presentes y alguna que otra risa. No ya porque Onofre Miralles parafraseara una copla para dejar claro que en Vox creen que PSOE y Podemos-IU se han vendido por dinero, sino porque en uno de los puntos de debate, en el 14 concretamente, la formación de extrema derecha a dado pie a unas declaraciones que pueden perseguir al alcalde durante todo su mandato.

En el citado expediente número 14, Miralles ha hecho público que la firma del documento llevaba la rúbrica de Luis Salvador pero el nombre del exedil del PP e imputado en la 'Operación Nazarí', José Torres Hurtado. Un error de administración que no habría llegado a más que a la mera anécdota de no ser porque el portavoz de Vox se ha preguntado si Salvador realmente se lee lo que firma y este le ha respondido que “ningún alcalde se lee los expedientes, para eso hay personal de la casa que tiene que velar por ello”.

Aunque después ha tratado de matizarlo, el exalcalde socialista Francisco Cuenca le ha afeado esa conducta y ha puesto de relieve que en su mandato sí se leía los expedientes, “o al menos sus resoluciones”. Unas palabras que han dado pie a cierto revuelo en el salón de plenos y que ha servido para que Luis Salvador, sin citar directamente a Cuenca, le llamara mentiroso al argumentar que “si algún alcalde dice leerse los documentos que firma, está mintiendo”.

Posturas grises

Que Podemos-IU haya acabado votando a favor de todo lo propuesto por el bipartito Cs-PP tampoco resulta sencillo de explicar. No tanto porque se hayan mostrado abiertamente en contra de lo propuesto en las últimas semanas, que no ha sido así ya que han sido más tibios que los socialistas, pero sí por poner encima de la mesa varios asuntos que solo han servido para quedarse en el aire. Uno de ellos ha hecho referencia a la paridad que no hay en el equipo de gobierno. De 11 concejales, solo 3 son mujeres. Podemos-IU lo ha afeado, pero lo ha aprobado.

En la confluencia de izquierdas también han terminado aprobando la estructura municipal pese a que había y permanecen dudas sobre si esta es más cara o no. El portavoz de Podemos-IU, Antonio Cambril, ha querido recordar que en su confluencia siempre se ha negociado en base a que la nueva organización supusiera un ahorro con respecto a la anterior, pero finalmente se han contentado con los datos económicos mencionados a viva voz por el PP, pese a que en Podemos-IU, PSOE y Vox reconocen que no se los han proporcionado antes del pleno para tener la información suficiente para decantar su voto. Eso sí, avanzan que serán “feroces” con el gobierno si se demuestra que este es más caro. Lo que no matizan es cómo lo serán contando con tan solo tres concejales del total de 27.

El pleno, que ha durado cerca de dos horas y que ha sido relativamente rápido en su desarrollo, ha servido también para ver a un Sebastián Pérez, líder del PP en el Ayuntamiento, ausente. Ha pasado buena parte de la sesión alternando su mirada entre el móvil y el horizonte y ni siquiera ha entrado a defenderse cuando Francisco Cuenca ha llegado a decir de él que le da “penilla, porque se la han vuelto a colar”. En referencia a que Luis Salvador y Cs han hecho con el gobierno municipal lo que han querido sin contar con él.

Porque tampoco se ha vuelto a saber nada de si habrá alternancia en la alcaldía dentro de dos años como siempre ha mantenido Sebastián Pérez. El popular no ha respondido tampoco a Onofre Miralles cuando este ha puesto encima de la mesa si en 2021 habría o no cambio de alcalde. Pérez se ha limitado a ser un convidado de piedra en una sesión de organización que ha retratado que este mandato no será fácil y que PSOE y Podemos-IU parten con un relato que les será difícil mantener si mantienen su apoyo a un bipartito donde el PP, investigado por corrupción urbanística en la 'Operación Nazarí', recupera el control de carteras y empresas clave como el Urbanismo y Emucesa, entidad que ha ido a juicio por el supuesto desvío de dinero por parte de exediles del Partido Popular.

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