La Unesco avisa: la ley de Doñana del PP “pone en peligro” su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad
La Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) tiene la situación de Doñana en el punto de mira, y considera que la ley presentada por el PP y Vox para indultar regadíos en su entorno “pone en peligro” el reconocimiento del enclave como Patrimonio de la Humanidad. Así lo recoge en un comunicado, en el que anuncia también que la próxima sesión del Comité del Patrimonio Mundial (que se celebrará en septiembre en Arabia Saudí) “examinará el estado de conservación del sitio”.
El organismo internacional señala que “le preocupan” los cambios legislativos que se anuncian a nivel autonómico para modificar el Plan especial de ordenación de regadíos al norte de la corona forestal de Doñana, más conocido como Plan de la Fresa, ya que estas modificaciones “podrían poner en peligro las propias razones del reconocimiento” del enclave como Patrimonio de la Humanidad, una distinción que concede la propia Unesco. En 1980, asimismo, también declaró a Doñana como Reserva de la Biosfera.
Así las cosas, el prestigio internacional de Doñana lo va a dirimir el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, el órgano rector de la Convención del Patrimonio Mundial del que forman parte 21 de sus 195 Estados miembros. En la reunión que se celebrará en septiembre en Riad (capital de Arabia Saudí), este comité “decidirá las medidas necesarias” tras analizar el informe sobre el parque que presente el Gobierno central y el análisis conjunto que van a llevar a cabo la propia Unesco y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN por sus siglas en inglés).
Estas medidas, apunta la Unesco, “incluyen una amplia gama de opciones”, como una nueva misión de seguimiento sobre el terreno y, “como último recurso”, la posibilidad de inscribir el sitio en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro. A este extremo se llegará si el Comité del Patrimonio Mundial considera que las características esenciales del sitio son amenazadas por peligros determinados, específicos e inmediatos.
Una ley “contraria” a lo que reclama la Unesco
Eso sí, los precedentes no invitan precisamente al optimismo, ya que el comunicado recuerda que en los últimos años este Comité del Patrimonio Mundial “ha advertido periódicamente sobre la sobreexplotación del acuífero y sus posibles impactos en el sitio”. En este sentido, subraya que la creciente desecación de las masas de agua del paraje afecta directamente a las poblaciones de aves acuáticas y se ve agravada por la excepcional sequía reciente, “que pone en grave riesgo la excepcional biodiversidad del Parque Nacional de Doñana”.
En este contexto, la Unesco recuerda que en enero de 2021 ya se realizó una misión sobre el terreno en Doñana, que llevaron a cabo expertos de este mismo organismo, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y la Convención de Ramsar sobre los Humedales. Tras la misma, la recomendación fue clara: España debía continuar continuara con la “implementación urgente” del Plan de la Fresa “en su forma actual”, de ahí que la ley propugnada por PP y Vox –que modifica varios aspectos de este plan– “son contrarios a las solicitudes” del Comité del Patrimonio Mundial.
La iniciativa legislativa que ha puesto en alerta a la Unesco fue registrada por PP y Vox en el Parlamento andaluz, y ha contado desde el primer momento con una furibunda oposición del Gobierno central, la comunidad científica, organismos internacionales y entidades ecologistas, además de haber recibido la desaprobación de la Comisión Europea. A principios de mayo, y ante la inminencia del inicio de la campaña electoral, el PP decidió ralentizar la tramitación de la ley, que se retomará la semana que viene. La propuesta persigue la regularización de una cantidad sin precisar de regadíos (el Gobierno andaluz ha avanzado que será unas 750 hectáreas) que ahora mismo captan de manera ilegal agua del acuífero que alimenta a Doñana, todo ello cuando el Parque Nacional atraviesa uno de sus peores momentos históricos por la combinación de una sequía que dura ya más de una década y el aumento de las temperaturas. En esta situación, un reciente informe del Instituto Geológico y Minero alerta de que Doñana sólo podrá salvarse si se reduce a la mitad el agua que se extrae para regadío.
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