Un informe jurídico del Parlamento andaluz impide “reprobar” al portavoz de Vox que mandó “a tomar por culo” a su presidenta
El PSOE andaluz, líder de la oposición al Gobierno de Juanma Moreno, va a registrar el lunes en el Parlamento una iniciativa pidiendo la reprobación y la suspensión temporal del portavoz de Vox, Alejandro Hernández, por mandar “a tomar por culo” a la presidenta de la Cámara, Marta Bosquet, durante el debate plenario del jueves. Los socialistas aluden al artículo 101.4 del reglamento del Parlamento, que sostiene que “un diputado podrá ser suspendido temporalmente de todos o de alguno de sus derechos, por razón de disciplina parlamentaria” (...) “cuando atentase de modo grave, en el ejercicio de sus funciones, al decoro parlamentario”.
La reacción agresiva y violenta de Hernández contra Bosquet, a la que reprochó a voces que no le cediera el turno de palabra “por alusiones” durante el cara a cara entre Susana Díaz y Moreno, enfangó el pleno del pasado jueves. Las consecuencias no quedaron ahí, porque tras la espantada de Vox, el grupo ultraderechista decidió no volver al salón de plenos, y sin sus votos decayeron varias iniciativas legislativas del Gobierno de PP y Ciudadanos, que necesita para todo el apoyo de su aliado externo. El PSOE ha aprovechado el suceso para apuntalar su principal estrategia de oposición, esto es, negar la moderación del presidente Moreno y retratar a su Gobierno maniatado de un partido “ultra” como Vox, capaz de “mandar a tomar por culo a la segunda autoridad de la comunidad autónoma andaluza”.
La solicitud de reprobación que va a cursar el PSOE busca alargar esa estrategia, dado el enorme eco mediático que ha tenido el vídeo en el que Hernández lanza gritos, órdenes e insultos a Bosquet. Sin embargo, fue el mismo PSOE andaluz el que, hace un año, esgrimió un informe jurídico de la Cámara, fechado el 12 de septiembre de 2012, que concluye que “no se podrá reprobar a un diputado”. Los socialistas entonces usaron ese documento para tumbar una proposición no de ley (PNL) de Adelante Andalucía, que pedía la reprobación de Susana Díaz y de los gobiernos de Manuel Chaves y José Antonio Griñán por el caso ERE.
El citado informe data de la V Legislatura, y surge a raíz de una PNL del PP en la que pedía la reprobación por el Parlamento del entonces diputado de IU Juan Manuel Sánchez Gordillo por sus acciones de ocupación como líder del Sindicato Andaluz de Trabajadores. Los servicios jurídicos de la Cámara analizaron ese punto y determinaron que no era susceptible de ser admitido a trámite por una motivación “suficientemente razonable”: “La actividad política de un parlamentario y también lo es la que se desarrolla mediante instrumentos que pudieran implicar una vulneración del ordenamiento jurídico, da cauce y expresión al sentir ideológico del sector de la ciudadanía que lo ha votado en las urnas”. “Y el Parlamento, por esencia, no puede reprobar al pueblo, todo el pueblo independientemente de su orientación ideológica, al que pretende representar”, según señalaba el informe, que el propio PSOE facilitó a la prensa en su día.
El portavoz del PSOE en el Parlamento andaluz, José Fiscal, ha explicado a este periódico que el citado informe jurídico subraya que “no se puede reprobar a un diputado por una actuación política”, que no es el caso del incidente entre Hernández y la presidenta de la Cámara, “donde lo que se ha roto es el decoro parlamentario al que alude el reglamento”. Con todo, los socialistas optarán por no usar el término “reprobar” en su iniciativa, para poder sortear dicho informe. “No pondremos la palabra reprobación para evitar tener problemas con esa lectura que hacen los letrados, aunque el espíritu es el mismo. Usaremos un sinónimo, como llamada al orden o riña”, subraya Fiscal.
“Borrón y cuenta nueva”
En paralelo, los socios de Gobierno, PP y Ciudadanos, ya han cerrado filas con sus aliados de Vox, para evitar que la oposición utilice este episodio para tratar de dañar su alianza, cuando todavía está pendiente la aprobación final de los Presupuestos andaluces de 2021. La presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, ha restado importancia esta mañana a la reacción violenta y los insultos que el jueves le lanzó el portavoz de Vox, Alejandro Hernández, en el transcurso de la sesión de control al Gobierno. “Borrón y cuenta nueva”, ha subrayado durante una entrevista en Canal Sur Radio, donde ha revelado que tuvo una reunión personal con Hernández en la que limaron asperezas, esperando que “el gesto quede ahí” y todos retomen la normalidad parlamentaria.
El jueves, durante la sesión de control, Hernández tomó la palabra, “por alusiones”, mientras la líder socialista, Susana Díaz, debatía con el presidente Juanma Moreno, y le espetaba que “Pedro Sánchez no ha pactado con Bildu pero usted sí se ha abrazado a los herederos del franquismo”. Bosquet le recordó que no era su turno y le apagó el micrófono, algo que irritó muchísimo al portavoz de Vox, que comenzó a gritar a la presidenta, dándole órdenes para que le escuchara y le permitiera hablar, hasta que finalmente dio un golpe al micrófono y abandonó de forma airada el salón de plenos tras mandar “a la porra” y “a tormar por culo” a la presidenta.
Vox explicó más tarde que lo que le había soliviantado no era la alusión al franquismo, sino la comparación que hizo Díaz entre el acuerdo presupuestario del Gobierno de Moreno con Vox y el apoyo de Bildu a los Presupuestos Generales de 2021 del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos. El día antes, también en sesión plenaria, Hernández se había calificado este Ejecutivo de “filoterrorista y de tics liberticidas”.
El socialista José Fiscal ha explicado esta mañana que, aunque Bosquet haya perdonado al portavoz de Vox, ellos impulsarán su reprobación porque “sus insultos tienen que ver con la dignidad del propio Parlamento”. “No es sólo una cuestión personal contra ella, que también, sino un insulto a todos los diputados de la Cámara”, advierte Fiscal.
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