Jaén busca dar el salto político ante el “abandono histórico” de las administraciones

En Andalucía la mayoría de la población vive en ciudades y en municipios de gran tamaño por lo que riesgo de la despoblación sólo afecta a un escaso conjunto de localidades. “Técnicamente no se puede hablar de una Andalucía vaciada al menos en comparación con Aragón o con Castilla y León”, dice el Profesor del Departamento de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, Juan Manuel García.

Sin embargo, esto no quita para que la provincia de Jaén se haya convertido en el epicentro de las reivindicaciones contra los desequilibrios territoriales y los problemas rurales y ya se contemple la posibilidad de formar una formación política que concurra a las próximas convocatorias electorales.

El panorama político andaluz no cuenta con formaciones estructuradas como Teruel Existe, pero tras la III Asamblea General de la España Vaciada, la semilla ha quedado plantada. El encuentro, realizado en la localidad conquense de Priego, sirvió para que la Coordinadora de la España Vaciada pusiera las bases para crear una “herramienta de participación política” para, esta vez desde las urnas, “seguir luchando por el equilibrio territorial y por revertir la despoblación”.

Así, miembros de Levanta Jaén, un colectivo que aglutina a trece organizaciones locales, buscan ya la fórmula de configurarse para defender los intereses de la provincia en las instituciones del Estado aunque cada plataforma es independiente y mantiene su misión. Lo que no se puede obviar, como apunta Juan Manuel Camacho de 'Jaén Merece Más', es que “está claro que hay una demanda social que canalizar”.

'Jaén Merece Más' forma parte de un grupo de plataformas como 'Todos a una por Linares', la plataforma en defensa de la A-32 Linares-Albacete, la plataforma en defensa del ferrocarril de la provincia de Jaén, 'Andujar por Jaén, 'Úbeda por Jaén'... que respaldan la creación de un instrumento político para poder tener “voz y voto” en aquellos foros donde se toman las decisiones y se deciden las inversiones. “Las administraciones han tenido un nulo compromiso con esta provincia y su capital”, expresan desde la plataforma.

Desde Levanta Jaén se anima a la sociedad civil para dar el paso y que, siguiendo el ejemplo de Teruel Existe, haya representantes que “se vistan de Jaén, que no tengan mochilas”. “La gente es del PP, del PSOE, de Podemos, pero la gente es de su tierra y va a votar a alguien que defienda Jaén”, dice Camacho ante la política corporativista de muchos representantes públicos de la provincia que “se deben a sus siglas y no a su tierra”.

“Ninguneo”

Camacho confía en que distintos representantes de la sociedad civil recojan el “clamor social” gracias una formación política que defienda los intereses exclusivos de la región ante años de “abandono histórico” y “ninguneo”.

El pasado mes de febrero, la riña interterritorial con Córdoba debido al Plan de Concentración de los Órganos Logísticos Centrales del Ejército (Plan COLCE) puso de manifiesto una ristra de problemas autóctonos sin vistas de solución. Las comunicaciones son una de las grandes batallas para Jaén que reivindica una conexión ferroviaria con Madrid a través de la alta velocidad y que sigue a la espera, tras décadas de retrasos, de la construcción de la carretera que la una con el Levante, la A-32. Desde entonces se han ido sucediendo las movilizaciones y los actos de protesta. Pero “la gente se cansa de manifestarse”, apunta Camacho, que urge la configuración de un “instrumento político” que cambie el destino de Jaén.

La provincia es experta en escuchar promesas sin fecha mientras registra los sueldos más bajos de España y la temporalidad laboral, rondando siempre el 99%, la más alta del país. En 2020 la tasa de paro alcanzó el 27,44% retrocediendo a las cifras de 2017. Con este escenario aumenta la despoblación. El Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) en sus últimas proyecciones de la población de Andalucía recoge que Jaén sería la única provincia, en un escenario alto, que vería reducida su población en  2040 con 31.000 personas menos que las 646.500 registradas en 2016, año de inicio de la estimación.

En este contexto, el salto político de estos movimientos parece cercano aunque García desconfía de su relevancia en Andalucía ya que la mayor parte de la población vive en ciudades o municipios grandes. “Sí podría ser posible que se generara alguna iniciativa local que posteriormente pudiera hacer presión a nivel provincial, si bien probablemente sería residual”, remata.