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Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Málaga dan el primer paso para solucionar la crisis de La Cónsula

Una imagen del restaurante de La Cónsula // EP

Néstor Cenizo

La Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga se han reunido para empezar a satisfacer una demanda que el consistorio viene aireando desde que estalló la última crisis de La Cónsula: conocer sus cuentas. Solo así, sostenían desde el gobierno local, podrá inyectar el dinero que necesitan las arcas del consorcio. La reunión se ha producido después de que PSOE y PP se hayan acusado mutuamente de desinterés por La Cónsula durante las dos semanas que siguieron al estallido de la última crisis, y de que sus diputados escenificaran el desencuentro con un sonoro enfrentamiento verbal en el Parlamento de Andalucía. La Cónsula debe tres meses de la nómina de sus trabajadores y la falta de pago a proveedores ha puesto en duda la continuidad inmediata de su restaurante.

La reunión de este viernes sirve para saldar cuentas. Sin conocer los números no es legalmente posible que el consistorio aportara cantidad alguna, según ha reiterado durante semanas el alcalde, Francisco de la Torre. Una vez comprobada la existencia de los desequilibrios presupuestarios, deberá poner su parte, el 20% del déficit del consorcio, pero antes, técnicos de una y otra administración estudiarán conjuntamente las cuentas. Es un balón de oxígeno para la escuela de hostelería, a la que atenazan varios problemas. Los más inmediatos, el pago de las nóminas de los trabajadores y a los proveedores. La viceconsejera de Educación, Montserrat Reyes, avanzó este jueves que para satisfacer los salarios pendientes se busca una alternativa financiera con la colaboración de Unicaja. La Junta de Andalucía ha contactado también con los proveedores para evitar el cierre inmediato del restaurante, que representa una fuente de ingresos esencial para la escuela de hostelería.

Pero el problema de fondo, que ha sacado a la luz la escasez en tesorería, es el procedimiento para la devolución de una subvención de 575.000 euros que La Cónsula no ha justificado debidamente. Y más al fondo se vislumbra otro que la viceconsejera pareció deslizar: el propio modelo de las escuelas consorcio. Explicó que hay un grupo de trabajo específico encargado de la revisión de “los expedientes previos” de las escuelas de hostelería: “Se está realizando ese trabajo de forma rigurosa, transparente y concreta para buscar ese nuevo modelo”. También José Bernal, diputado del PSOE, habló el jueves de “asegurar el futuro”, dando a entender un posible cambio de modelo.

PSOE y PP llevan dos semanas señalándose con el dedo a propósito del futuro de La Cónsula. En sus declaraciones, tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de Málaga coinciden en mostrar su orgullo por La Cónsula, como ejemplo de iniciativa generadora de empleo cualificado que ha funcionado. De eso, dicen ambos, dan cuenta los premios, las estrellas Michelín y el prestigio alcanzado por alguno de sus alumnos, como Dani García o como José Carlos García. Sin embargo, para el PP la gestión reciente ha sido nefasta. Y para la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Málaga se ha desentendido hasta ahora, cuando ha vislumbrado la posibilidad de obtener un rédito político de la última crisis de la escuela de hostelería. Se mostraron su cara más hosca en el Parlamento de Andalucía, cuando Antonio Garrido Moraga, diputado por el PP, acusó a la Junta de Andalucía realizar un ejercicio de cinismo cuando dice defenderla, y José Bernal replicó advirtiendo de que los populares sacaban el tema “para aparentar”.

“Creáis el problema para llegar luego como salvadores. Os da exactamente igual La Cónsula”. El PSOE acusó al PP de echar “gasolina al fuego” y el PP se preguntó: “¿Hemos gobernado nosotros para no nombrar director? ¿Somos nosotros quienes no pagamos las nóminas o cerramos el restaurante?”. En realidad, ambos se acusaron de algo parecido: destruir el “buen nombre” de la escuela de hostelería usándolo para fines partidistas.

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