PP y Cs registran sus primeras iniciativas en el Parlamento andaluz atizando a Sánchez por Catalunya y Venezuela
La legislatura andaluza ha empezado justo donde terminó la campaña electoral: en Catalunya. Las dos primeras iniciativas que PP y Ciudadanos han registrado en el Parlamento andaluz nada más constituirse la Cámara legislativa tienen el mismo interlocutor: Pedro Sánchez. Se trata de dos proposiciones de ley que cada grupo ha presentado por separado, pero que comparten el mismo objetivo: la primera habla del conflicto político en Venezuela y la segunda del conflicto político catalán. Ambas cuestionan duramente la gestión del Gobierno de Sánchez en estos asuntos y piden que el Parlamento andaluz inste al presidente a a corregir el rumbo de sus políticas y a convocar elecciones cuanto antes.
En la mañana del jueves, Ciudadanos -y minutos después el PP- presentaron en el registro de la Cámara sendas proposiciones no de ley (PNL) para que la segunda institución andaluza -el Parlamento- haga suya las durísimas críticas que Albert Rivera, Pablo Casado y Santiago Abascal (Vox) han lanzado en contra del proceso de diálogo entre el Gobierno de Sánchez y la Generalitat de Catalunya.
La exposición de motivos de estas iniciativas, a las que ha tenido acceso esta redacción, contiene los mismos argumentos que hay detrás de las movilizaciones convocadas por PP y Cs este sábado en la Plaza Colón de Madrid. Los dos grupos conservadores, socios de Gobierno en Andalucía, rechazan la figura del “mediador” o “relator” propuesta por el Ejecutivo socialista y conminan a Sánchez a convocar elecciones generales de inmediato. Esta propuesta será debatida en el primer pleno ordinario de la legislatura, el próximo 20 de febrero. Los tres grupos conservadores -PP, Ciudadanos y Vox- suman mayoría en el hemiciclo y coinciden en su oposición al diálogo con los catalanistas.
Pero la iniciativa tiene un segundo propósito: obligar al PSOE andaluz a retratarse a favor o en contra de la política de Sánchez ante el conflicto de Catalunya, a sabiendas de que la ex presidenta andaluza y líder de la oposición, Susana Díaz, no comparte la hoja de ruta del secretario general de su partido. Díaz evitó el miércoles confrontar con la dirección federal del PSOE a cuenta de la figura del relator, pero su silencio se ha reconocido dentro del partido como un mensaje de desaprobación.
La sevillana nunca ha compartido la hoja de ruta de Sánchez frente a los independentistas. Defendió la intervención de la autonomía catalana a través del artículo 155 de la Constitución la primera vez que lo utilizó el ex presidente Mariano Rajoy, y volvió a alinearse a favor de una segunda intervención tras las elecciones andaluzas del 2 de diciembre, en las que Catalunya jugó un papel fundamental en la campaña de las derechas. Ahora, la iniciativa parlamentaria de PP y Ciudadanos obligará a su grupo a posicionarse ante un texto que supone una declaración de guerra al Gobierno de Sánchez.
La propuesta de Ciudadanos recoge estas líneas: “Que considere una humillación y un chantaje inaceptable el nombramiento de un mediador para negociar con los separatistas”; “rechazar la deriva del presidente del Gobierno de realizar concesiones al separatismo (...) con el único fin de mantenerse en el poder”; “que reconozca que el diálogo sólo cabe con los que aceptan el cumplimiento de la ley”; “considerar que la única salida digna a una negociación que supone una humillación para la mayoría de los catalanes y españoles es que el presidente del Gobierno convoque de manera inmediata elecciones generales”. La del PP es menos dura en la forma, pero el fondo es similar. Es más, aquí se pide al Parlamento que inste al Gobierno andaluz de Juan Manuel Moreno Bonilla a exigir a Sánchez el cese de las negociaciones con la Generalitat, ni siquiera en una mesa bilateral, y que se interrumpa cualquier diálogo “que ponga en cuestión la soberanía nacional o la unidad de España”.
Confrontación
El primer Pleno ordinario de esta legislatura -el próximo 20 de febrero- incluirá dos debates que poco tienen que ver con la política andaluza, pero que son prioritarios para los líderes nacionales que hacen oposición a Sánchez. Desde Andalucía, PP y Ciudadanos, socios del primer Gobierno bipartito de centro derecha, inauguran así la confrontación contra Pedro Sánchez mimetizando la estrategia de oposición de sus líderes nacionales, Pablo Casado y Albert Rivera, y usando el Parlamento andaluz como herramienta de presión. Sus iniciativas -primero la de Venezuela, luego la de Catalunya- son muy similares y parecen estar coordinadas: ambas entraron en el registro del Parlamento con muy poco tiempo de diferencia, primero las de Ciudadanos, luego las del PP.
Sin embargo, estas dos formaciones niegan haber pactado una estrategia común y aseguran que cada uno ha actuado con independencia del otro. De ser así, los socios de Gobierno en Andalucía han iniciado también una carrera a contrarreloj por llevar primero su iniciativa parlamentaria contra el Gobierno de Sánchez. PP y Ciudadanos cogobiernan, pero en los primeros días de legislatura ya dan señales de competir entre sí para anticiparse al otro, tanto en la acción legislativa como en la iniciativa parlamentaria de oposición a Sánchez. A la formación de Casado y de Rivera les une un objetivo común, pero aún pelean por el mismo espacio político. De aquí a las elecciones municipales, autonómicas y europeas de mayo, ese pulso por el voto conservador va a zarandear la estabilidad del recién formado Gobierno andaluz.
El pasado 24 de enero, Ciudadanos registró en el Parlamento su primera proposición no de ley de la legislatura (PNL) en la que instaba al Gobierno de Sánchez a reconocer a Juan Guaidó como presidente de Venezuela, en sustitución del actual mandatario, Nicolás Maduro. Días después, el PP presentaba la misma iniciativa en la Cámara. Ambas, con distinta redacción pero el mismo objetivo, entraron en el registro cuando aún no se había agotado el plazo de ocho días que Sánchez dio a Maduro para convocar elecciones, so pena de reconocer como presidente a Guaidó si éste se negaba. La formación naranja había cursado la misma moción en el Congreso, pidiendo también “la celebración de unas elecciones legítimas de acuerdo con el orden constitucional de Venezuela”. Sánchez cumplió su amenaza y reconoció a Guaidó como presidente a los ocho días, aunque la PNL no ha sido retirada en el Parlamento.
Este jueves, PP y Ciudadanos, nuevamente por separado, han repetido el mismo proceso para pedir al Parlamento andaluz que se posicione en contra del “separatismo y el golpismo” en Catalunya y que reclame la “convocatoria inmediata de elecciones generales”. Rivera es quien ha adelantado la propuesta por la mañana, durante una entrevista en Canal Sur Televisión, que luego ha sido registrada en el Parlamento a las 13.25 horas. Poco después, la secretaria general del PP andaluz, Dolores López, ha anunciado una proposición no de ley idéntica.
La dirección del PP andaluz enviará a representantes a la manifestación contra el diálogo con Catalunya de este domingo, aunque Moreno Bonilla aseguró el miércoles a un grupo de periodistas en el Parlamento que no acudiría por problemas de agenda. Moncloa telefoneó al presidente andaluz para citarle a un encuentro con Pedro Sánchez este viernes, pero Moreno Bonilla tenía ya cerrada ese día una cita con el vicepresidente de la Comisión Europea, Jyrki Katainen, en Málaga. Este viernes, el presidente andaluz confirmó que ha cambiado su agenda para poder asistir el domingo a la manifestación contra Sánchez.
La Junta de Andalucía es ahora la institución más potente que gobierna el PP, también es un molde del pacto a tres -PP, Cs y Vox- que Casado quiere exportar a ayuntamientos, comunidades e incluso Moncloa. La presencia de Moreno Bonilla en la manifestación de la Plaza Colón ha sido demandada por la dirección nacional del PP, que consideraba “necesario” que el presidente andaluz esté allí presente, próximo a Casado. Otros barones del PP, como el gallego Alberto Núñez Feijoo, también han cambiado de opinión y han decidido sumarse finalmente.