Toni Valero, nuevo líder de IU Andalucía sin votos en contra: “Si no gestionamos bien las contradicciones, implosionamos”
Toni Valero (Madrid, 1981) ha sido elegido nuevo coordinador general de IU en Andalucía con el 88,05% de los votos de los miembros de la dirección regional reunidos este sábado en Sevilla. El sustituto de Antonio Maíllo toma el volante de la coalición de izquierdas sin ningún voto en contra: 59 síes y ocho abstenciones.
El nuevo líder regional vuelve a la dirección tras haber ocupado la secretaría de Organización de IU Andalucía durante el primer mandato de Maíllo y otros puestos de responsabilidad en el federal. Conoce bien la organización y cuenta con el aval de su antecesor y del coordinador general Alberto Garzón, que ha viajado a Sevilla para arropar su nombramiento. La primera intervención de Valero ha sido para hacer una autocrítica severa, “necesaria” para afrontar las “turbulencias políticas” que vive IU y el país. “Es un eufemismo hablar de transición. La izquierda vive un momento de crisis. Nuestras contradicciones no permiten dar patadas hacia adelante. Y si no gestionamos bien nuestras contradicciones, podemos implosionar”, ha dicho, ante los 67 miembros de la coordinadora andaluza de IU reunidos en la sede del partido.
Valero ha cuestionado los resultados “insuficientes” de Unidas Podemos en las elecciones generales, pero también ha sido crítico por haber perdido “la batalla ideológica” ante el avance de “las derechas”. El nuevo dirigente andaluz proyecta continuidad al legado de Maíllo, habla de la necesidad de “recuperar las bases” de izquierda y deja escrita su propuesta -en consonancia con Garzón- sobre la futura investidura del socialista Pedro Sánchez. “Hay otras posibilidades que no pasan por entrar en el Consejo de Ministros”, viene a decir Valero, abriendo una alternativa a la hoja de ruta que ha trazado Pablo Iglesias desde Unidas Podemos.
El mandato de Toni Valero tiene apenas seis meses hábiles por delante -restando el verano- hasta que se celebre la próxima asamblea andaluza de IU, que tendrá que votar una nueva coordinadora, un líder y un nuevo programa político. El cónclave se adelantará un año para acompasarlo con la asamblea federal, que también someterá a votación la posible reelección de Garzón. Hasta entonces, la hoja de ruta es la que ha dejado escrita Maíllo, ratificada en la última asamblea regional de 2017, y que está estrechamente ligada al proyecto de confluencia con Podemos.
El primer discurso de Valero ha durado menos de media hora y ha sido más en clave interna, con pocas pistas sobre sus objetivos. No ha mencionado por su nombre la confluencia con Podemos ni la coalición Adelante Andalucía, que nació de la alianza entre Maíllo y Teresa Rodríguez, pero sí ha subrayado que es necesario “reconstruir la izquierda preservando los espacios de unidad”. “Esos espacios de unidad son un tesoro, a pesar de los quebraderos de cabeza que nos da. Cuando se destroza eso, es cuando ha venido el fascismo”, insiste.
Valero es un firme defensor de la idea de confluencia, de unidad de las corrientes de la izquierda -y más allá de la izquierda-, porque el ámbito de Podemos trasciende este espacio político. En su intervención no ha aludido al grupo de Adelante Andalucía, el sujeto en el que cristalizó todo ese proceso confluyente que pilotaron Maíllo y Rodríguez, pero el nuevo dirigente andaluz de IU pretende ahondar en ese proceso y mantener esa unidad, al menos hasta la asamblea que tendrá lugar en la primavera del próximo año. Será entonces cuando Valero decidirá si su mandato es provisional o si el momento político que atraviese IU entonces le hará postularse para un liderazgo a largo plazo.