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Una vigilia antifascista pedirá sacar los restos del “genocida” Queipo de una iglesia de Sevilla

Tumba del "genocida" Queipo en la Basílica de la Macarena. |

Juan Miguel Baquero

Una “vigilia antifascista” para pedir que los restos del exgeneral rebelde Gonzalo Queipo de Llano sean exhumados de su tumba en el interior de un recinto eclesiástico: la Basílica de la Macarena en Sevilla. Es el acto que, por segundo año consecutivo y bajo el título ‘Fuera el genocida Queipo de la Macarena’, organiza la plataforma Andalucía Republicana coincidiendo con el aniversario del golpe de Estado de 1936.

La convocatoria arranca el día 17 de julio a las 23 horas junto al conocido como Arco de la Macarena. Las asociaciones memorialistas y defensoras de los derechos humanos estarán allí hasta el 18 a las 11 de la mañana. Una noche de desvelo para reclamar verdad, justicia y reparación en el 82 aniversario del fracasado ataque militar contra la democracia republicana que provocó la guerra civil española.

El año pasado, la cita ante el Palacio Arzobispal de Sevilla fue seguida por un par de cientos de personas y un pequeño grupo durmió a los pies de la Giralda. Por la mañana, los activistas hicieron entrega al arzobispo hispalense, Juan José Asenjo, de sendas cartas con la petición de exhumar a Queipo. La idea es que una de las misivas con la demanda llegara al papa Francisco.

Porque la tumba del exgeneral golpista en una iglesia es un homenaje “incomprensible”, apuntaba la Coordinadora Andaluza de Organizaciones Republicanas. “Los restos de este individuo deben ser entregados a su familia para que puedan recibir sepultura privada”, subrayaba Andalucía Republicana.

El “criminal de guerra” que “salvó a Sevilla”

Queipo de Llano fue un “criminal de guerra” y el máximo responsable de las matanzas fundacionales del franquismo en Andalucía, según historiadores y expertos en la materia. O el personaje que “salvó a Sevilla” de “caer bajo el dominio rojo”, opinan los descendientes del militar golpista. Un “asesino” inmisericorde, esgrimen las víctimas del terror rebelde que siguen tiradas como perros en cunetas.

Un “genocida” que sembró de terror el sur agujereado en cientos de fosas comunes donde yacen miles de desaparecidos forzados. El Mapa de Fosas de Andalucía contabiliza 708 tumbas ilegales con 45.776 asesinados.

“Queipo fue uno de los mayores criminales de guerra al servicio del golpe”, asevera a eldiario.es Andalucía el historiador Francisco Espinosa Maestre. “Queipo es, sin lugar a dudas, el gran responsable de la matanza que se llevó a cabo en Sevilla y en el territorio bajo su mando. Calificarlo de criminal de guerra es una aseveración histórica del máximo rigor, no un adjetivo”, resume el investigador José María García Márquez.

Terror desde Radio Sevilla

El Ayuntamiento de Sevilla ya aprobó en acuerdo plenario (de julio de 2016, en una moción promovida por IU) sacar los restos del militar rebelde del recinto sagrado de la Macarena. Un punto que contó con el voto a favor de PSOE (que ostenta la Alcaldía), IU y Participa Sevilla (formación instrumental de Podemos), la oposición del PP y la abstención de Ciudadanos.

El Consistorio hispalense sí condenó el golpe de Estado contra la legalidad republicana con el voto favorable de todos los grupos políticos. Y repudió, también por unanimidad, al “genocida” Queipo que alentaba a la violación y asesinato desde sus alocuciones en Radio Sevilla: “Esto está totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres y no milicianos maricones. No se van a librar por mucho que berreen y pataleen”.

Dos años después, la concejal de Participación Ciudadana y responsable de las políticas de Memoria Histórica, Adela Castaño, defiende que el Gobierno local encabezado por el socialista Juan Espadas “ha cumplido escrupulosamente” con el mandato adoptado en pleno municipal. Desde el Ayuntamiento de Sevilla, sostiene, se han enviado sendas cartas al Arzobispado sevillano y a la Hermandad de la Macarena informando a tales entidades del contenido de las leyes memorialistas estatal y autonómica y las obligaciones que suponen para las entidades privadas.

La Hermandad, dice, está “tomando las decisiones que le correspondan y considere” mientras el propio organismo religioso aboga por tratar el asunto “poco a poco”, según informaba Europa Press. La tumba del militar rebelde “lleva unas décadas” enterrado en la Basílica y el hermano mayor de dicha Hermandad, José Antonio Fernández Cabrero, negaba cualquier “problema” pero citó el requerimiento subrayando que no sabe si la actual situación con la tumba del “genocida” quedará prolongada “décadas o días”.

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