La Diputación de Huesca aporta 96.000 euros a una veintena de proyectos de recuperación de la memoria histórica
Asociaciones y ayuntamientos están trabajando, junto a investigadores y familiares, en una veintena de proyectos para recuperar la memoria histórica con el programa de ayudas que pone a su disposición la Diputación Provincial de Huesca (DPH). Este año el presupuesto se ha incrementado de los 70.000 euros del pasado ejercicio a los cerca de 100.000 que buscan dar soporte económico a exhumaciones, búsqueda de desaparecidos, a la recuperación patrimonial y otras actividades que faciliten el conocimiento de los hechos históricos acaecidos durante la Segunda República, la Guerra Civil y la dictadura en la provincia altoaragonesa.
Para el presidente de la comisión de Cultura de la DPH, Francisco Mateo, “todo esto significa un paso hacia adelante, es restaurar la memoria y contribuir a cerrar heridas, de forma que cada una de estas iniciativas sirvan individualmente, y sobre todo de forma colectiva, para reivindicar valores y principios democráticos como modelo de convivencia. Queremos sumar esfuerzos para recuperar la memoria histórica de la provincia para que no caiga en el olvido de las generaciones de jóvenes la mucha gente que luchó por las libertades”.
Este es el fondo del programa de la memoria histórica de la Diputación, que en la práctica tiene cuatro vertientes en función de los destinatarios con un total de 96.000 euros cuyo grueso va dirigido a las iniciativas de entidades que trabajan en este ámbito. Son las que proponen el Foro por la Memoria de Aragón, el Círculo Republicano Manolín Abad, la Asociación Cultural de Investigación Arqueológica de Los Monegros (ACIAM) y entidades como AIDOS, ARICO o ARMHA.
Cobran un especial interés entre los colectivos memorialistas los procesos de exhumación, ya que requieren de un laborioso trabajo en el que intervienen multitud de profesionales y técnicos: las primeras investigaciones históricas, estudios antropológicos y forenses, las propias excavaciones o los análisis de ADN. Todo ello concluye con los actos de homenaje. Este año se dignificará la fosa común en Almudévar y se realizarán exhumaciones en Quicena, Santa Cruz de las Serós y Huesca.
En el apartado de actividades y publicaciones verán la luz una centrada en la 43ª División con motivo del 80 aniversario de la Bolsa de Bielsa o la que lleva por título Valle de Lierp, memoria de una tragedia y que recoge los testimonios orales de los supervivientes a la Guerra Civil en esta zona de la Ribagorza, y un encuentro de memoria democrática y arqueológica.
Hasta ocho municipios realizan obras para salvaguardar del paso del tiempo este patrimonio histórico. Es el caso de los vestigios de la Guerra Civil en Fraga o Vicién, la zona del frente de Huesca por Siétamo, que también cuenta las andanzas de Orwell, o donde se ubicó la principal obra defensiva que construyó el bando republicano en Aragón, la línea del Cinca en Estada y Fonz, donde se rehabilitarán las defensas construidas en 1937. Asimismo, las trincheras de Castejón de Puente y las fortificaciones en Selgua, que seguirán acondicionándose para poder revisar lo que pasó hace apenas medio siglo. En Robres se han planteado este año extraer una lápida de los caídos para trasladarla al museo de la Guerra Civil en esta localidad.
Esta vertiente de las ayudas se complementa con la de divulgación mediante visitas y rutas por este patrimonio histórico recuperado, además de exposiciones entre la que destaca la inaugurada a comienzos de este verano en Broto sobre ‘La guerra pirenaica, de los bombarderos a la reconstrucción, 1936-1957’, que narra uno de los acontecimientos menos conocidos y más cruentos de la contienda en Sobrarbe.
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