“EEUU sigue proponiéndose el desmantelamiento de la revolución, aunque por otros medios”
El ex espía cubano Fernando González, uno de los cinco agentes condenados en Miami (EE.UU) en un juicio celebrado en 2001, fue puesto en libertad en febrero de 2014 tras pasar quince años en prisión. Formaba parte de un comando de cinco espías detenidos en 1998, agentes del Gobierno cubano no declarados ante Washington, dedicados a controlar a grupos terroristas de exiliados que conspiraban contra el entonces presidente Fidel Castro. A Fernando González se le acusó de no registrarse como un agente extranjero y poseer documentos de identidad falsos. Su caso, y el de sus otros cuatro compañeros, se convirtió en uno de los asuntos más peliagudos en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba con Barack Obama como presidente.
Ahora centra sus esfuerzos en la vicepresidencia del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, desde donde trabajan para compartir experiencias, plantear proyectos comunes y desarrollar lazos de unión entre las más de dos mil organizaciones de solidaridad que persiguen un objetivo común: hacer sentir al pueblo cubano que no está sólo en su lucha por la dignidad y la soberanía. Los lazos con representantes de asociaciones y cubanos residentes en España lo ha llevado recientemente hasta la capital aragonesa para participar en el XIII Encuentro estatal de Solidaridad con CubaXIII Encuentro estatal de Solidaridad con Cuba y encontrar “muestras de aprecio a la justicia y expresiones de cariño” hacia la isla caribeña.
¿Qué significado tiene ahora el 17 de diciembre de 2014?
Las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos se marcaron nuevamente en esa fecha, cuando los presidentes anunciaron el arranque de un proceso hacia la normalización bilateral. Aunque, por el momento, existe una visión: queda mucho para que el proceso esté completo y sea satisfactorio. No olvidemos que las relaciones están rotas desde 1961.
Los planes son ambiciosos: abrir embajadas, intensificar y cooperar en los viajes y comercio, acabar con el embargo…
El bloqueo sigue vigente en toda su fuerza. La victoria del 17 de diciembre es el resultado de un empuje. Se lucha y se persevera hasta que se triunfa. Por eso es importante no desmovilizarnos y continuar la labor de solidaridad con Cuba. Aunque las circunstancias ya no son exactamente iguales, el gobierno de Estados Unidos sigue proponiéndose el desmantelimiento de la revolución cubana, aunque por otros medios.
¿Qué medios?
Medidas subversivas a través de las nuevas tecnologías o la llegada de norteamericanos a Cuba, la distorsión de la realidad cubana.
¿Quién la distorsiona?
Los grandes intereses comerciales que controlan los medios de comunicación más poderosos, a quienes interesa que no se conozcan que hay otras ideas, experiencias de organización social, basadas en la solidaridad y los intereses comunes entre las personas. Se inclinan por las sociedades montadas en la base del interés individual, donde se estimula la atomización de los individuos y no el sentido comunitario y de colectivo.
En este sentido, tenemos ejemplos de métodos con los que han aplicado mensajes que confunden, como las experiencias de Bolivia y Túnez. Generan audiencias de miles de personas a las que trasladan mensajes equivocados donde creen mentalidades en pequeños grupos de personas que después pondrán a su servicio.
¿Y en las redes sociales?
También se han ensayado programas que han tratado de implementar ideas contra Cuba en esa misma perspectiva. Introducen valores que son ajenos a los nuestros y comportamientos que nada tienen que ver con los intereses de la sociedad cubana.
Entonces, ¿les parece todo un escaparate?
Más bien creo que los Estados Unidos se han percatado de que no han logrado dar con la vía para derrotar a la revolución cubana. América Latina no es lo mismo que hace 30 años y por eso han propuesto una relación más natural entre dos vecinos cercanos. Este desbloqueo produce un estímulo de los intereses de la política norteamericana y piensan que la apertura es un mecanismo con el que pueden lograr lo que no han conseguido en 56 años. Por otro lado, en Cuba no nos hemos interesado por la hostilidad. Hemos expresado que queremos en paz, como vecinos que se respetan. No quiero decir que este clima no sea positivo. Como cubanos estamos esperanzados de que este proceso sea exitoso.
Con sus reservas…
Sabemos que este camino tiene mucho por delante. Es complejo restablecer las relaciones y normalizarlas. Y, aunque es interesante para todos los cubanos, sabemos que seguirán tratando de minar la revolución por otras vías, aunque estamos listos.