Más del 40% de los nuevos aragoneses han nacido en Colombia o Nicaragua
Las migraciones del extranjero y las del interior del Estado español hicieron que Aragón ganara casi un millar de habitantes en los primeros meses de la pandemia, en los que el coronavirus se llevó por delante a una cifra similar de vecinos.
Esos datos sitúan a Aragón como la comunidad que más crece en población entre las ocho que se enfrentan a desafíos demográficos como consecuencia de la despoblación. Solo otras dos, ambas ubicadas en el valle del Ebro, como Navarra y La Rioja, registran saldos positivos al cierre del primer trimestre del año pasado, mientras el resto presenta pérdidas de entre 2.400 y 10.000 habitantes en números redondos.
“Estas cifras no son ningún consuelo, pero sí un estímulo que abre la puerta a la esperanza para seguir trabajando”, explica Javier Allué, comisionado del Gobierno de Aragón para la Lucha contra la Despoblación, que destaca cómo “en la última década hemos pasado de tener pérdidas anuales de habitantes de cuatro dígitos a empezar a cortar esa pérdida a partir de 2016 y a darle la vuelta a esa curva”.
En este sentido, Allué llama la atención, por lo emblemático, sobre el avance de 39 habitantes de la provincia de Teruel. “Ha crecido en población tras haber perdido en los últimos diez años más de 10.000 habitantes”, señala.
Nuevos aragoneses de Colombia y Nicaragua
La última actualización de las Cifras de Población del INE (Instituto Nacional de Estadística) indican que Aragón ganó 983 habitantes entre enero y junio de 2020, con un balance que refleja una pérdida vegetativa de 3.475 habitantes, la diferencia entre los nacidos y los fallecidos en la comunidad, y sendos saldos migratorios positivos de 3.923 personas con el extranjero y de 568 con el resto del país.
Esos resultados se producían mientras, según los datos del Ministerio de Sanidad, la pandemia se cobraba las vidas de 912 residentes en Aragón, lo que supone que algo más de una de cada nueve (11,35%) defunciones registradas en la comunidad en ese semestre, que ascendieron a 8.035 y que no quedó lejos de duplicar la de 4.560 nacimientos registrados en esos mismos seis meses, estaban relacionadas con la covid-19.
Esa cifra prácticamente coincide con el exceso de mortalidad de 920 personas, 862 de ellos mayores de 65 años, que los informes del Instituto Carlos III estiman paras la comunidad en las seis semanas transcurridas entre el 22 de marzo y el 30 de abril del año pasado, dentro de ese primer trimestre de 2020.
En cuanto a las migraciones, los principales focos de origen de los nuevos aragoneses llegados del exterior fueron Colombia (904) y Nicaragua (827), a mucha distancia de Rumanía (482), Venezuela (437) y Marruecos (513), mientras que en el ámbito estatal lo son Catalunya (1.116), la Comunitat Valenciana (579), Madrid (525) y Andalucía (481).
El principal avance entre los territorios despoblados
Aragón se situó como la séptima comunidad autónoma en crecimiento poblacional, por delante en términos porcentuales de algunas de las más pobladas como Andalucía y Catalunya.
Su crecimiento en el primer semestre del año pasado, en plena expansión inicial de la pandemia, supera al que suman las otras dos comunidades con retos demográficos en ese periodo, Navarra con 707 y La Rioja con 206.
Las otras cinco presentan retrocesos considerables, especialmente en el caso de Castilla y León que perdió 9.999 habitantes en los mismos seis meses en los que su cifra oficial de fallecidos por la pandemia se elevaba a 2.784 mientras el exceso de mortalidad se disparaba a 3.678.
Los balances demográficos de los seis primeros meses de 2020 para las otras cuatro comunidades afectadas por la despoblación de sus áreas rurales fueron, en orden decreciente, de 3.847 en Galicia, de 3.474 en Asturias, de 2.669 en Extremadura y de 2.426 en Castilla-La Mancha.
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