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“Los arcenes de las carreteras no tienen capacidad para absorber a los ciclistas actuales”

Ana Sánchez Borroy

Zaragoza —

Casi todos los socios de Stop Accidentes Aragón han vivido lo mismo que Miguel Ángel Bernal (Salillas de Jalón, Zaragoza, 1954): un familiar ha fallecido en accidente de tráfico. Sin embargo, Bernal piensa que no es necesario haber sufrido esa tragedia para animarse a aportar ideas a esta asociación altruista que busca fomentar la seguridad vial. Para recaudar fondos, Stop Accidentes Aragón venderá vasos solidarios en el festival Pilarock, el día 8 de octubre, en la Sala Multiusos de Zaragoza.

¿Por qué han aumentado este verano los accidentes de tráfico?

No lo sé, yo le echo la culpa a que los conductores hemos bajado la guardia y, sobre todo, al estado de las carreteras. En los presupuestos, no hay dinero para arreglar las carreteras ni para hacer un mantenimiento en condiciones. Las carreteras están en mal estado, los arcenes de las carreteras secundarias son pésimos, con mucha gravilla, con mucho matorral… y el asfaltado es desastroso, con baches tremendos. Esto supone un riesgo para los conductores de vehículos, especialmente, para las motos.

¿Cuánto ha podido caer la inversión en mantenimiento de carreteras?

Una barbaridad. De todas formas, ahora dicen que no hay presupuesto para arreglar todas las carreteras secundarias ni para desdoblar la Nacional 2 y la Nacional 232, pero yo digo que cuando se suponía que había dinero en España tampoco se hizo. Con la N-II y la 232, estamos hablando de carreteras que en una década han registrado más de 200 muertos. Cuando había dinero tampoco se arreglaron.

¿Creen que los conductores han bajado la guardia porque hay menos campañas publicitarias de prevención de accidentes de tráfico?

No, la Dirección General de Tráfico sigue haciendo campañas; los medios de comunicación y asociaciones como nosotros, también. Nuestra campaña de la operación salida del verano, “Ve, vuelve y vive”, en las estaciones de servicio, ha tenido la misma acogida que otros años. Todo el mundo sabemos qué tenemos que hacer cuando llevamos un vehículo. No es por dejadez de campañas, es más bien que todos pensamos que a nosotros no nos ocurrirá nunca, que conducimos perfectamente, que esta carretera me la conozco, que yo no tengo problemas en conducir con una copa de vino ni con dos cervezas... Esta creencia existe, pero la desgracia y la tragedia le puede ocurrir a cualquiera.

¿Cree que el carnet por puntos ha perdido efectividad con el paso de los años?

En este país nos acostumbramos a todo. El carnet por puntos fue un boom, todo el mundo teníamos miedo a la retirada del carnet por puntos. Sin embargo, hoy en día, creo que ese miedo le afecta a poca gente. La mayoría piensa que si le retiran unos cuantos puntos, sigue teniendo más o que puede recuperarlos. Incluso en los medios se ha publicado muchas veces que la policía local o la Guardia Civil ha detenido a conductores sin carnet; es decir, la gente pierde todos los puntos y sigue conduciendo igual. El miedo a perder puntos del carnet, ahora mismo, está olvidado. Aun así, no creo que no sea efectivo, porque siempre habrá gente que le fastidie que le quiten puntos.

Recuperar la inversión en carreteras es una exigencia muy clara, pero ¿qué más se podría hacer para concienciar a los conductores?

No lo sé, nos gustaría saberlo. En casco urbano, todos los conductores somos en algún momento peatones y, sin embargo, a veces cuando cogemos el coche no respetamos al peatón; ahí están los atropellos. Lo único que hace que nos concienciemos es pensar que la tragedia nos puede ocurrir a cualquiera. Por eso, siempre digo que lo más importante a la hora de conducir es la educación. En Stop Accidentes defendemos que la seguridad vial debería ser una asignatura más dentro del curriculum escolar, igual que ocurre en otros países. ¿Qué conseguiríamos? Que todos estos niños de ahora, cuando tengan 18 ó 20 años, sean adultos responsables con la seguridad vial. Todo lo que invirtamos en educación es positivo.

Pensando en factores nuevos que provocan accidentes, ¿influye que hay más ciclistas en la carretera?

Sí, ahora hay más ciclistas, la bicicleta está de moda, a la gente le gusta hacer deporte al aire libre y en grupo. De todas formas, yo soy de la opinión de que todos tenemos cabida en la ciudad o en la carretera, con educación. El problema es que los arcenes actuales son los mismos que hace diez años, no hemos invertido nada y no tienen capacidad para absorber a los ciclistas actuales. Se han quedado obsoletos. En el casco urbano, sí tenemos los carriles bici, las vías 30… sólo se trata de que todos nos acostumbremos a convivir. Es complicado y tendrán que pasar unos años.

Entonces, ¿las ciudades se han adaptado a los ciclistas, pero las carreteras, no?

Claro, con la caída de las inversiones, las carreteras siguen siendo las mismas que hace diez o quince años. No ha habido ningún tipo de reforma y, sin embargo, ahora hay más ciclistas y, por tanto, más riesgo. Con todo, el conductor que va con un coche y ve a un ciclista, sabe que tiene que separarse metro y medio de él, igual que guardamos una distancia de seguridad con el coche que llevamos delante. Sólo se trata de mantener una conducción responsable.

¿Hay algún otro fenómeno nuevo que esté provocando más accidentes, que no sepamos gestionar?

En la ciudad de Zaragoza, el tranvía. Ahí están los golpes tontos con el tranvía por no verlo, por saltarse un paso y encontrárselo. Parece ser que poco a poco la gente va tomando conciencia de que existe un tranvía que atraviesa la ciudad, de que está ahí. Es otro medio de transporte más con el que nos toca convivir.

¿Cómo lleváis los socios de Stop Accidentes las noticias de las muertes en la carretera?

Todos los accidentes de tráfico en carretera y en ciudad son similares. La llamada telefónica a la familia es siempre la misma: o bien policía o guardia civil te llama o va a tu domicilio a decirte que ese familiar… se ha quedado en la carretera, bien por él o bien por un inconsciente que ha cometido una infracción y ha provocado el accidente. En ese momento, no lo entiendes. Cuando pasó lo de mis padres, hace ya casi once años, a las puertas del hospital estaríamos unas treinta personas; somos ocho hermanos, con nuestras parejas, nuestros hijos... ¿Sabes que nadie hablábamos? Todos nos mirábamos unos a otros y nadie hablaba porque no sabíamos qué decir. No sabes qué hacer, no sabes por dónde tirar, hasta entonces ni te planteabas estas cosas. Son tragedias. Con el tiempo, lo vas superando, pero ese dolor y ese recuerdo siempre te queda. Y es cierto que cada vez que hay un accidente, se te revuelven las entrañas. Recuerdas el momento accidente, te vienen todas las imágenes, sabes por lo que están pasando esa familia y esos amigos porque lo has vivido tú y la tragedia es igual para todos. No se diferencia nada. Y, a la vez, sabemos que es inevitable que haya más accidentes. Hay personas a las que no les importa hablar de ello; otros intentan no recordarlo en la vida y no vuelven a hablarlo nunca en casa. Yo entré en Stop Accidentes y me sirvió de mucho. Por todos los familiares nuestros que se han ido, que nos han dejado porque han fallecido en accidente de tráfico; tenemos que luchar, tenemos que intentar que haya una sociedad más amable en la conducción. Porque yo creo que ellos, donde estén, estarán satisfechos de que intentemos que no se repitan más tragedias en otras familias.

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