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Asturias se calza la madreña: una marcha popular devolverá a Oviedo el sonido del calzado asturiano

Uno de los organizadores, en madreñas.

Carla Vega

Oviedo /Uviéu —
11 de diciembre de 2025 17:09 h

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Oviedo vivirá el próximo 21 de diciembre un acontecimiento a la par tanto patrimonial como festivo. Se trata de la primera madreñada popular organizada en Asturias. La propuesta llega de la mano de un grupo de entusiastas de la cultura asturiana reunidos bajo el nombre provisional de Colectivu Madreñada, integrado por Denis Soria, Lluques Díaz, Luis Collado e Iván Testón, quienes buscan recuperar no solo el uso de la madreña, sino también el orgullo cultural que la acompaña.

La iniciativa se inspira en los encuentros que desde 2021 tienen lugar en León, donde las madreñadas congregan cada año a cientos de personas. Denis Soria, historiador y guía, ha asistido en diferentes ocasiones y reconoce que la semilla de replicar el evento en Asturias ya llevaba tiempo plantada. “El año pasado ya le comenté a mi amigo Lluques que sería muy bonito organizarlo en casa. Al final, por trabajo, no pudo ser, pero este año él nos congregó a los cuatro y empezamos a valorar la posibilidad de organizar nuestra propia madreñada”, explica Soria.

Evento reivindicativo y festivo

El evento arrancará a las 12 horas desde la plaza del Fontán, con un recorrido en madreñes por la calle del Fierro, una parada en la Plaza de la Constitución y la subida hasta la Catedral. La marcha estará acompañada por instrumentos, baile espontáneo y ambiente festivo. “Queremos que sea un evento reivindicativo, pero también festivo, que la gente lo pase bien que se dé a ver como algo propio”, señala Soria.

Denis, con una colección de madreñas.

Antes de la caminata popular, a las 11 horas, tendrá lugar una visita guiada titulada “Historia de la madreña n’Uvieu”, dirigida por el propio Soria a través de su empresa Ser Asturianu. La actividad agotó sus plazas en apenas cuatro días, lo que apunta a un interés creciente por entender el valor patrimonial de este calzado. La ruta explorará la relación histórica de la capital asturiana con el mundo de la madreña, desde su uso cotidiano hasta los talleres tradicionales artesanos.

Estigmas históricos

La jornada concluirá con un vermú musical en la plaza del Paraguas, previsto en torno a las 13 horas, con artistas como Carlos Velasco, Chino el Indio y la posible participación del gaitero Xuacu Amieva. La intención es que la música y el baile popular acompañen la celebración hasta el mediodía, trasladando la madreña a un contexto de convivencia comunitaria.

Uno de los organizadores, en zapatillas y con sus madreñas en la mano..

Pero detrás de la fiesta hay una reivindicación. Los impulsores denuncian que la madreña vive un declive motivado no por falta de utilidad, sino por estigmas históricos que la vinculan al atraso o a lo rural. “Los asturianos tenemos un estigma muy grande con la cultura asturiana en general. Aquí seguimos asociando la madreña con lo aldeano, con el atraso. Y claro, ¿ser aldeano es algo malo?”, reflexiona Soria. La comparación con otros territorios es reveladora.

En Holanda compramos zuecos

“Vamos de turismo a Holanda y nos compramos unos zuecos holandeses como souvenir, que no dejan de ser madreñas. La diferencia es la mentalidad”. A pesar de que, tal y como el colectivo defiende, “el calzado tradicional asturiano es higiénico, sostenible, artesanal y práctico”, muchos lo relegan a contexto rural o a generaciones mayores. “Que la gente deje de calzar madreñas no es porque no sean útiles, sino porque hay un estigma asociado a ellas”, afirma Soria.

Y es que la madreña no es un elemento exclusivo de Asturias. Está presente en buena parte de Europa, desde Galicia hasta Francia, donde se conocen como ‘sabots’. De hecho, explica Soria, la palabra ‘sabotage’ procede del gesto que los obreros franceses realizaban durante las huelgas industriales, que se basaba en introducir introducir sus zuecos en las máquinas para detenerlas. Por ello, el objetivo que tienen es claro. “La cultura que tenemos aquí relacionada con la madreña se está perdiendo, por ese concepto limitante que la ve como un elemento de atraso. La idea es recuperar la autoestima alrededor de la madreña”.

En León, la madreñada es ya un encuentro consolidado, capaz de congregar a miles de personas. Para Oviedo, las expectativas son positivas. La asistencia será libre y basta con acudir con madreñes a la hora señalada. “Más de 100 personas seremos seguro, quizá más de 200, pero es difícil estimar en una primera edición”, reconoce Soria. Está previsto que acudan también participantes leoneses, reforzando el carácter de hermanamiento entre ambas regiones.

El colectivo quiere mantener el carácter popular del encuentro, sin excesiva institucionalización. “La administración tiene la responsabilidad de desterrar esos prejuicios, pero nuestra percepción sobre este evento es que sea un encuentro popular”, defiende Soria. El objetivo es que la gente participe y se sienta parte del evento, centrado en habitar la ciudad con un calzado que sigue teniendo sentido práctico y cultural.

Una imagen simbólica

La imagen de cientos de personas caminando juntas con madreñes por el centro de Oviedo no será solo pintoresca, sino profundamente simbólica. La madreña encuentra así un escenario urbano donde reivindicar dignidad, identidad y continuidad. “Tenemos que quitar esa idea de que la madreña es cosa de viejos. Las nuevas generaciones pueden calzarla perfectamente”, afirma Soria, que recuerda que, incluso fuera de Asturias, su utilidad nunca desapareció.

“Conocí paisanas en Madrid que calzaban madreñas para tender la ropa en el patio. No es algo exclusivo de los pueblos, es un recurso útil que deberíamos valorar más”. La madreñada pretende devolver la madreña a las calles, al andar compartido y a la vida cotidiana. Es una celebración que habla tanto del pasado como del presente, y que busca reconciliar a la sociedad asturiana con un patrimonio que no necesita de nostalgia, sino de uso, orgullo y continuidad. “Más allá de ser un recurso económico, la madreña es un recurso patrimonial. Creo que es honesto recuperarlo”, concluye Soria.

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