La presión vecinal obliga a la BBK a reabrir el centro de mayores de Otxarkoaga
La asociación de familias de Otxarkoaga acaba de llevarse una gran alegría. Después de que la BBK cerrara este verano el centro de mayores del barrio para reconvertirlo en un comedor social, la presión vecinal ha hecho que se replantee el proyecto y busque la forma de hacer compatibles ambos usos. De este modo, el lunes pasado se volvió a reabrir el club de jubilados de Otxarkoaga, que podrá hacer uso de las instalaciones todos los días a partir de las 17:00 de la tarde.
Según se desprende del acta de la última reunión que mantuvieron el pasado 30 de septiembre los jubilados y vecinos de Otxarkoaga con las organizaciones encargadas de llevar a cabo la obra social de la BBK, el principal problema parece haber estado en la comunicación. De hecho, la red EMANKOR, encargada de organizar el comedor social para la BBK había renunciado ya al proyecto cuando tuvo conocimiento de que entraba en conflicto con las actividades del centro de mayores.
Hasta llegar a este punto, sin embargo, los vecinos del barrio bilbaíno tuvieron que movilizarse, organizaron varias concentraciones y se reunieron en repetidas ocasiones con la caja. Hubo varias dudas sobre su voluntad para llegar a un acuerdo, sobre todo porque la BBK dispone de otro local en Otxarkoaga, una antigua guardería en la calle Lozoño que ya disponía de instalaciones de cocina y que actualmente está en desuso.
Al final se ha alcanzado una solución del agrado de todos y el actual hogar del jubilado del barrio bilbaíno seguirá funcionando compatibilizando su actividad con el nuevo comedor social. De hecho, el acta de la reunión del 30 de septiembre deja claro que la propia EMANKOR establece como prioritario que las actividades del club de mayores sigan adelante y por eso pondrá las instalaciones a su disposición todos los días a partir de las 17:00 de la tarde. El comedor social, por su parte, empezará a funcionar en la misma ubicación alrededor del mes de diciembre de este año.
La asociación de familias de Otxarkoaga se mostraba esta semana “muy feliz” por haber conseguido mantener el hogar del jubilado. Los vecinos consideran que su cierre habría sido una noticia “especialmente mala” para un barrio con gran cantidad de personas mayores. En un comunicado publicado la semana pasada, la asociación daba las gracias a la “movilización de los usuarios y a la implicación y apoyo de grupos y asociaciones del barrio”. “Gracias a ellos hemos conseguido que se replanteen el Proyecto y hagan compatible ambos usos”, apuntaban.