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Sobre este blog

El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.

Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).

Carta abierta de un perro “de” perrera al presidente Sánchez

Brutus lleva dos años y medio en la perrera.

Juan Carlos Castaño

  • En nombre de esos perros, ha lanzado una petición de firmas para exigir que perreras y protectoras estén obligadas por ley a pasearlos dos veces por semana durante media hora

Señor Presidente, me presento: me llaman Brutus, soy un perro “de” perrera.

Nací cerca de Barcelona, en un polígono a las afueras. Me criaron, por llamarlo de alguna manera, en una nave industrial con otros perros. Nunca he sido un perro con suerte, la verdad. Siendo un cachorro enfermé y perdí el 90% de la visión. Estoy casi ciego. Cuando te tiran la comida y compites con el resto de los perros de la nave por un trozo de pan, la falta de visión se convierte en un problema muy grave; las decenas de mordiscos que adornan mi cuerpo así lo atestiguan.

Hace un par de años mi suerte cambió: un fuerte estruendo, muchos ladridos y un lazo sobre mi cuello. No recuerdo nada más. Cuanto recobré el conocimiento me encontraba en una jaula en el CAAC de Barcelona, la protectora municipal de la ciudad. No soy muy mayor, tengo unos 5 años, entré en el Centro con unos 2 y medio y espero vivir hasta los 14. Sé que moriré en la jaula. Nunca nadie se ha interesado por mí: mestizo de Pit bull, múltiples mordiscos por todo mi cuerpo, casi ciego... Moriré en esta jaula, seguro. Los perros “de” perrera estamos en la escala más baja de los seres vivos.

Señor Presidente, creo que los valores que inspiran a conseguir un país mejor (justicia, libertad, bienestar, solidaridad) tienen que llegar a todos los que pertenecemos a este país, también a nosotros, los seres vivos situados en la escala más baja. Recuerde que también somos españoles. Yo nací en Barcelona. Seguro que se puede hacer mejor. Los perros “de” perrera vivimos un infierno: largas vidas en una jaula y, en la mayoría de perreras del país, sin paseos. En cientos de perreras ¡no hay paseos!, solo jaulas de por vida, si deciden mantenernos vivos. Excepto en algunas Comunidades, a muchos se nos niega el derecho a vivir y nos matan.

Tengo que decir, para ser justo, que en este sentido he tenido suerte. Di con mis huesos en el CAAC de Barcelona, donde salgo a pasear media hora casi todos los días, gracias a los voluntarios y al personal del Centro. Desgraciadamente, este golpe de suerte no lo tiene la gran mayoría. Comentan compañeros que en otros centros hay perros que no han salido nunca de las jaulas. ¿Se puede llamar vida a eso? ¿Qué sentido tiene nuestra triste existencia? Muchas jaulas tienen 2 metros de largo por 1 metros de ancho.

Señor Presidente, ¡ayúdemos! Tiene que exigir por ley a todas las perreras y protectoras que se encuentran en territorio nacional -municipales, autonómicas, estatales y privadas- que incorporen la rutina obligatoria de dos paseos semanales para los perros que viven en jaulas. Solo dos paseos semanales de media hora, es lo único que pedimos.

Señor Presidente, ¡ayúdenos! La recompensa... infinita: cada mañana, cuando se mire en el espejo, verá reflejada la sonrisa de miles de perros “de” perrera, contentos ante la posibilidad de poder dar una vuelta, oler algo, utilizar sus uñas escarbando un poco, sentir la tierra mojada en las pezuñas. ¡Volver ser un animal durante unos minutos!

Gracias de antemano.

Brutus

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El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.

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