Ábalos: “Los que defendemos la democracia no podemos ser tibios ni equidistantes con la memoria”
La historia del túnel se remonta hasta mediados de los años 40, cuando en pleno franquismo se buscaba unir Vega de Pas, en Cantabria, y Pedrosa de Valdeporres, en Burgos, como parte del proyecto ferrocarril Santander - Mediterráneo. Para la obra se optó por utilizar reclusos y utilizarlos como “mano de obra esclava”, un hecho olvidado y silenciado durante mucho tiempo que en los últimos años se ha comenzado a reivindicar.
Así lo ha hecho, por ejemplo, el exministro José Luis Ábalos en un acto celebrado esta semana en Santander, donde el dirigente político participó en la presentación del documental 'Los Hijos del Hierro', que aborda este asunto, y donde reivindicó la necesidad de poner el foco sobre estos hechos de nuestra historia: “Los que defendemos la democracia no podemos ser tibios ni equidistantes”.
También el vicepresidente de Cantabria y consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte, Pablo Zuloaga (PSOE), reafirmó su compromiso con la reparación de la memoria y la dignidad de los “miles” de cántabros represaliados por la dictadura franquista y opinó que las obras de recuperación del túnel de La Engaña “contribuirán a restablecer la memoria de las víctimas”.
Así lo señaló durante el acto de presentación en la Biblioteca Central del documental 'Los hijos del hierro', una cinta producida por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a través de Renfe, ADIF y la Fundación Ferrocarriles Españoles, en la que se narra la represión a la que fue sometido el colectivo de ferroviarios durante la Guerra Civil y la posguerra.
En el documental, en el que el MITMA busca hacer efectiva en su ámbito la Ley de Memoria Histórica, se reviven historias como la de Flavio Báscones, militante de UGT y del PSOE y alcalde de Mataporquera y guardafrenos en la Compañía de los Ferrocarriles, a quién “su empeño por defender su pueblo le llevó al exilio en Francia” y cuyo testimonio recupera su familia en este audiovisual.
Con una duración de 50 minutos, se estructura sobre seis entrevistas a familiares de trabajadores que fueron objeto de diferentes formas represivas y cuenta con la participación de varios historiadores y especialistas en memoria histórica, cuyas intervenciones permiten construir el contexto en el que sucedieron estas historias de vida.
Se trata del primero que se realiza en España sobre este tema, relata la “dramática situación” que vivieron miles de familias de trabajadores, que fueron sancionados con despidos, traslados de residencia o el exilio, y muchos de ellos condenados a prisión o, incluso, pena de muerte.
El Gobierno ha recordado que fue uno de los “procesos de depuración” más relevantes del panorama empresarial español de la posguerra, tanto por el número de trabajadores y la relevancia de las empresas concesionarias anteriores a RENFE (Caminos de Hierro del Norte de España, Compañía del Ferrocarril Madrid, Zaragoza y Alicante; Compañía de los Ferrocarriles Andaluces y Compañía de los Ferrocarriles del Oeste de España) como por la diseminación geográfica de los trabajadores afectados.
Y es que, según ha detallado, en total, una vez iniciada la Guerra Civil española, la depuración en el sector del ferrocarril afectó a 82.831 profesionales, un 88% del total de las plantillas de las diferentes empresas ferroviarias existentes en esos momentos.
De ese 88% de trabajadores, un 26% resultó afectado por las sanciones de diversa índole, un total de 24.428 trabajadores (6.782 fueron separados del servicio y despedidos y 6.500 sancionados con traslado de residencia y/o servicio).
La presentación, celebrada en la Biblioteca Central, incluyó una mesa redonda en la que participó el exministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana José Luis Ábalos; el representante de la Federación Estatal de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT, Ángel Ruiz; la directora de Patrimonio Cultural, Zoraida Hijosa, y el director gerente de la Fundación de Ferrocarriles Españoles (FFE), José Carlos Domínguez.
En el acto, Zuloaga reivindicó la figura de estos trabajadores, “un colectivo luchador y defensor de la democracia”, y puso en valor el hecho de que se presente en la Biblioteca Central de Cantabria, un espacio que, según recordó, albergó una antigua cárcel franquista, y que fue distinguido como lugar de memoria histórica en 2017.
Según dijo, la cinta es “un reconocimiento a la memoria y el honor para que aquello que pasó no vuelva a repetirse”, en la que que se rinde homenaje a “los hombres que dieron su vida por la libertad y que, en muchas ocasiones, se vieron abocados a un exilio marcando sus vidas y las de sus familias”.
“Aquellos a quienes les quitaron su memoria, familias marcadas por la tragedia y la ignominia y que el Gobierno de España, como una cuestión de absoluta responsabilidad ha querido poner en valor para que su historia no se pierda”, afirmó.
En su opinión, actos como este demuestran que “las instituciones democráticas asumen una responsabilidad en el desarrollo de la Ley de Memoria Histórica”, que permite reconocer la memoria de los que padecieron la persecución por parte del franquismo.
Zuloaga recordó que Cantabria se ha dotado, bajo el paraguas de la Vicepresidencia, de una Ley de Memoria Histórica que “llegó más tarde que la nacional y en la aún hay mucho camino que recorrer”.
En este marco legal ha citado algunos de los proyectos emblemáticos de recuperación de la memoria que impulsará el Ejecutivo cántabro como son el túnel de la Engaña y la estación de Yera, que se pondrán en valor gracias a los trabajos de la Consejería de Turismo.
Zuloaga ha considerado “fundamental” el apoyo a las acciones de los colectivos memorialistas “con el objeto de reparar a las víctimas que el franquismo quiso subyugar” y agradeció el trabajo de todos los que han hecho posible este trabajo que ensalza la figura de los más de 90.000 ferroviarios que fueron represaliados en todas sus formas.
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