Una docena de fotógrafos cántabros expone su trabajo sobre la pandemia

El Parlamento de Cantabria acoge hasta el viernes 19 de noviembre la exposición 'Pandemia, el COVID en Cantabria', que reúne 22 imágenes realizadas por una docena de fotógrafos miembros de la Asociación Profesional de Fotoperiodistas Cántabros.

Se trata de fotografías que “retratan los sentimientos de vacío, soledad, temor y silencio que nos acompañaron en el confinamiento”, ha señalado la vicepresidenta del Parlamento, Emilia Aguirre, en la inauguración de la muestra.

Esta exposición itinerante que recala ahora en el patio de la Cámara automática está formada por imágenes de Joaquín Gómez Sastre, Celedonio, Esteban Cobo, Alberto Aja, Roberto Ruiz, Javier Cotera, Luis Palomeque, Antonio San Emeterio, Juan Manuel Serrano, Pedro Puente Hoyos, Javier Rosendo y Juanjo Santamaría, “testigos de excepción de una dura realidad que ahora contemplamos todavía desde la cercanía, puesto que la pandemia no ha acabado”, ha destacado Aguirre.

La vicepresidenta de la Cámara ha resaltado que estos 12 fotoperiodistas “fueron nuestros ojos en el exterior, mientras todos estábamos encerrados en nuestras casas y no veíamos más allá del horizonte de nuestras ventanas y balcones”. Y ha añadido que, gracias a ellos, “desde nuestros teléfonos y ordenadores pudimos conocer a través de sus imágenes esa realidad de soledad y conmoción, de silencio y dolor”.

En esta línea, la muestra reivindica la mirada profesional del fotoperiodista sobre la realidad al tiempo que denuncia las trabas que las instituciones y organizaciones sanitarias les han puesto para poder acceder a los lugares donde se libraba la batalla contra el coronavirus.

Así, el fotoperiodista Esteban Cobo ha mostrado su agradecimiento a las fuerzas de seguridad del estado, “que nos han identificado miles de veces pero nos han dejado trabajar perfectamente”, mientras que, en cambio, han tenido “muchísimos problemas con las autoridades sanitarias”.

Y es que de los doce fotoperiodistas de esta muestra solo uno ha podido entrar en una UCI, lo que el colectivo considera “un atentado al derecho a la información” y “sustraer de la memoria colectiva unas imágenes que no se van a reproducir nunca”.