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“Cantabria está a la cola en la defensa de los derechos del colectivo LGTBI y a nuestros políticos no les importa”

Kiara Brambilla, presidenta de la Asociación de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Cantabria.

Laro García

Kiara Brambilla, presidenta de la Asociación de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales de Cantabria (ALEGA), lleva casi tres años implicada en la redacción de una Ley LGTBI que proteja los derechos del colectivo en la comunidad autónoma. Pese a que el proyecto legislativo está en marcha y cuenta con el visto bueno de las organizaciones que agrupan a los principales afectados, el texto se quedará en el cajón esta legislatura porque los plazos no van a permitir su aprobación en el Parlamento antes de la convocatoria electoral

Considera que han sufrido “un despropósito tras otro” y califica esta decisión de los grupos parlamentarios como “un palo”. Esta activista acusa a los partidos políticos de “dilatar” el debate para “bloquear” la norma que tanto tiempo llevan reivindicando. “Recibimos casos continuamente de personas a las que han echado de casa por decir que son LGTBI, de gente trans, de menores, que están viendo vulnerados sus derechos de forma permanente en el sistema educativo o el sistema sanitario. Es muy complicado abordar este asunto y parece que no son conscientes de la gravedad”, lamenta.

¿En qué situación queda la Ley LGTBI de Cantabria en estos momentos? ¿Es imposible sacarla adelante esta legislatura?

La verdad es que sí. Desde la ALEGA hemos puesto todas nuestras fuerzas y todas nuestras ganas en intentar que esta ley saliera adelante. Llevamos trabajando en ella más de tres años y hemos visto cómo los partidos políticos de Cantabria no han visto la urgencia que realmente tiene, la necesidad de aprobar esta norma para el colectivo. Con lo cual, en nuestras manos poco más queda hacer en estos momentos.

¿Qué supone que la norma se quede en el cajón y no se pueda aprobar en este periodo de sesiones en el Parlamento? ¿Qué efectos tiene para el colectivo?

Es un palo muy grande. Consideramos que los políticos y políticas del Parlamento de Cantabria, los representantes de todos los ciudadanos, no entienden lo que es la LGTBIfobia en nuestra sociedad, no conocen la cantidad de casos que nos llegan a ALEGA de manera continuada. Nos han insinuado alguna vez que sí, que es importante, pero que es un problema puntual. Por tanto, reconocen la ignorancia que tienen respecto a este tema. Recibimos casos continuamente de personas a las que han echado de casa por decir que son LGTBI, de gente trans, de menores, que están viendo vulnerados sus derechos de forma permanente en el sistema educativo o el sistema sanitario. Es muy complicado abordar este asunto y parece que no son conscientes de la gravedad.

Esta Ley se presentó en mayo de 2017 y estuvo casi dos años sin avances, hasta que se aprobó en Consejo de Gobierno y se ha llevado al Parlamento para su tramitación. ¿El Ejecutivo también tiene responsabilidad en este retraso? ¿Creéis que ha podido haber dejación de funciones?

Muy buena pregunta. Creemos que hemos llegado hasta aquí por un cúmulo de malas prácticas políticas. Como dices, si se hubiera llevado mucho antes al Parlamento, el hecho de que haya ciertos partidos que ahora quieran retrasarla no hubiera importado, porque hubiésemos contado con tiempo suficiente de margen. El problema es que se ha aprobado muy tarde, ha sido un despropósito tras otro.

¿Sentís que se ha intentado utilizar esta causa como bandera electoral, llevando su aprobación a la recta final de la legislatura, o detectáis algún otro interés político para que no se haya llevado a buen puerto antes?

Está claro que las elecciones están aquí, a la vuelta de la esquina, y que al final no entienden la LGTBIfobia pero quieren vender que sí. Vemos cómo ahora todos los partidos políticos defienden la importancia de reconocer los derechos del colectivo, la importancia de tener una ley que nos proteja, pero a la hora de la verdad, en la práctica, no han querido aprobar esta ley. La campaña electoral está ahí y juegan con nosotros y nosotras.

ALEGA se ha posicionado de forma muy crítica contra el PRC y Ciudadanos, fundamentalmente, porque han sido los partidos que más comparecencias parlamentarias han solicitado para estudiar la ley, a pesar de vuestra petición de acortar plazos para intentar salvar el texto antes de la convocatoria oficial de elecciones. ¿Qué objetivo veis en este posicionamiento político?

Lo llevamos explicando desde hace días y queremos dejarlo muy claro: es cierto que la ley se tramitó muy tarde, es cierto que la ley ha estado los últimos meses en el cajón de la Consejería de Presidencia y no la querían sacar, y a pesar de que pedimos reuniones no se nos quisieron dar, ni siquiera tuvimos una contestación, pero en el momento en el que se aprobó, el tiempo era muy, muy, muy limitado, por lo que nos reunimos con todos los grupos parlamentarios para reclamar que por favor aprobaran la ley. Solicitamos que no pidieran comparecencias para no dilatar el proceso o, si necesitaban algunas, que fueran las menos posibles. Además, en todo momento nos ofrecimos desde la Asociación para resolver cualquier duda, para profundizar en cualquier temática que consideraran que podía generar algún problema. Hemos estado a su entera disposición en todo momento para atender sus preguntas con tal de ganar tiempo. Nos encontramos con que Ciudadanos pidió seis comparecencias y el PRC diecisiete. Obviamente, entendemos que ha sido una estrategia política para dilatar el proceso y no tener que aprobar la ley.

Desde ALEGA habéis formado parte del equipo de trabajo que redactó esta ley. ¿Qué mejoras incluía para el colectivo LGTBI de Cantabria?

Esa es precisamente una de las partes escandalosas, y es que esta ley viene trabajada desde el principio por el colectivo. Por eso no entendemos que soliciten la comparecencia de ALEGA o de otras organizaciones LGTBI, cuando hemos participado en su redacción. La norma contempla la protección de muchos derechos del colectivo que, como digo, a día de hoy no tenemos. A veces parece que está todo conseguido, pero no tenemos ninguna ley estatal o autonómica que nos respalde. Las mejoras más destacables, a pesar de que son muchísimas, porque es una ley muy profunda y muy necesaria, a mi modo de ver tienen que ver con la protección a los y las menores trans. A día de hoy nos llegan consultas a la Asociación, quejas, porque en sus centros educativos no les tratan por el nombre que tienen. No hay una ley que obligue al docente a llamar a este niño o esta niña por su nombre. Todavía no tienen estos derechos reconocidos, como utilizar el baño que desean, el uniforme que desean, los vestuarios que desean… Pero, los políticos y políticas de Cantabria parece que no entienden esta necesidad.

¿Tienen prevista alguna reivindicación o protesta desde el colectivo por la no aprobación de la ley?

Hemos puesto todas las fuerzas que tenemos en esta ley. En ALEGA somos todos personas voluntarias que destinamos nuestro tiempo libre al activismo y a la lucha por nuestros derechos. Hemos dedicado todo nuestro esfuerzo en el antes, porque considerábamos que podíamos exigir que se llegara a aprobar, y ahora necesitamos recuperarnos de este palo que nos han dado los políticos… Pero por supuesto, lucharemos y reivindicaremos. Tenemos unas elecciones generales, autonómicas y municipales por el medio, y como colofón estará la fiesta del Orgullo de este año.

¿Se puede considerar que Cantabria está a la cola en cuanto a la defensa de los derechos del colectivo LGTBI?

Cantabria está a la cola en la defensa de los derechos del colectivo LGTBI y a nuestros políticos no les importa. Cantabria es una de las cinco comunidades que no tiene una ley LGTBI que nos proteja. Solo hay cinco autonomías en España, y una de ellas es Cantabria.

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