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El tenso debate entre los candidatos a las primarias del PSOE cántabro muestra la fractura interna de los socialistas

Pablo Zuloaga y Ricardo Cortés se saludan antes de comenzar el debate.

Laro García

Los militantes del PSOE de Cantabria decidirán este domingo en primarias quién será su candidato a la Presidencia del Gobierno en las próximas elecciones autonómicas. Tendrán que elegir entre Pablo Zuloaga y Ricardo Cortés, los dos aspirantes en este proceso interno, pero su voto será prácticamente un cheque en blanco, porque el debate celebrado este viernes entre ambos no ha servido para que dieran a conocer las propuestas concretas con las que quieren seducir a sus afiliados.

A pesar de que el formato que se había establecido incluía un turno de presentación, cuatro bloques temáticos denominados 'Presente y futuro de Cantabria', 'Políticas públicas y sociales', 'Economía, municipalismo y otras administraciones', e 'Industria, investigación y desarrollo rural', además de una última intervención para lanzar un mensaje a los militantes, la realidad ha sido muy diferente: el cara a cara ha sido un continuo cruce de reproches, en el que se han acusado de mentir o de dañar la imagen del partido con sus declaraciones, entre otras cosas.

Este debate inédito entre los socialistas cántabros, impuesto por el nuevo reglamento del PSOE, se ha celebrado en la sede de Bonifaz en un clima de tensión más que evidente, con una estructura tan rígida que no permitía siquiera la intervención de la moderadora, la periodista Pilar González, para hacer preguntas o aclaraciones, por ejemplo.

Tampoco han podido estar presentes los militantes, ya que cada candidato solo podía estar acompañado por un reducido equipo de personas de confianza, y la presencia de los medios de comunicación ha sido testimonial, dado que se ha prohibido grabar imágenes o tomar audio de las intervenciones de Cortés y Zuloaga, porque la producción del debate ha quedado en manos del partido, que ni siquiera lo ha retransmitido en directo.

Todos estos condicionantes han dibujado un retrato de la compleja situación interna que viven los socialistas cántabros, absolutamente enfrentados desde que Pablo Zuloaga se impuso hace un año en las primarias a la Secretaría General a la hasta entonces líder del partido, la vicepresidenta de Cantabria, Eva Díaz Tezanos. La clara victoria del también alcalde de Santa Cruz de Bezana no ha apaciguado los ánimos entre sus críticos, como se ha podido comprobar en el debate celebrado en la recta final de esta campaña.

Al ataque desde el saludo

La estrategia de Ricardo Cortés, diputado nacional del PSOE tras una carambola por la renuncia a su escaño de Puerto Gallego, ha quedado al descubierto desde el primer minuto del debate. El exeurodiputado en Bruselas, sin apenas papeles y con un tono muy bronco, ha utilizado su primera intervención para atacar a su rival en las primarias cuando prácticamente ni se había presentado.

“Hay dos modelos de entender la política: el tuyo, que prefiere estar en la oposición para no desgastarse, y mi modelo, que defiende que hay que estar en el Gobierno aunque haya las dificultades propias de estar tomando responsabilidades. Tenemos que ser relevantes, no podemos estar en la oposición”, ha insistido una y otra vez Cortés, que ha tenido este argumento como eje durante todo el debate.

Esta acusación, que Zuloaga ha desmentido constantemente, se basa en unas supuestas declaraciones que el actual secretario general de los socialistas cántabros habría hecho en algunas agrupaciones locales, según las cuales preferiría estar en la oposición con un número más elevado de diputados y con un porcentaje de voto más alto que la situación actual, en la que el PSOE tiene cuatro consejerías en su poder a pesar de los continuos batacazos electorales que les han llevado al peor resultado de su historia en Cantabria.

La sombra de la gestora

“Tú no entiendes nada. Estoy muy cansado de ese tono. No tienes proyecto y lo estás demostrando. Se nota que estás más cómodo manejando discursos del Partido Popular que del Partido Socialista. Tu discurso solo destruye la imagen del partido”, ha criticado Zuloaga, visiblemente molesto por los ataques personales y las acusaciones de Cortés, que ha obviado los bloques temáticos propuestos para arremeter una y otra vez contra su compañero.

Y es que la estrategia ofensiva de Cortés tenía un lastre más que evidente: su participación en la gestora que se hizo cargo del PSOE tras la polémica salida de Pedro Sánchez y su posterior abstención en la investidura de Mariano Rajoy, que permitió la reelección del candidato popular y que el PP conservara el poder con el beneplácito de los socialistas.

“Creo que has desperdiciado el debate. No has puesto ni una propuesta encima de la mesa y sigues hablando de un proceso interno que no has superado. Hablas de la oposición o el Gobierno pero no te das cuenta de que ahora mismo el único que está en la oposición eres tú, y por voluntad propia. Yo represento a un PSOE que quiere cambiar para ganar”, ha espetado Zuloaga casi al final del debate, tras las continuas arremetidas de Cortés.

En esta misma línea, ambos candidatos han polemizado insistentemente por el papel que desempeñó la gestora presidida por Javier Fernández. “Uno se puede abstener de muchas maneras: por imperativo legal o convencido de ello como hiciste tú”, ha incidido Zuloaga, que ha aprovechado la ocasión para mostrar su apoyo público a la moción de censura que ha presentado Pedro Sánchez este mismo viernes en el Congreso de los Diputados.

“Hay que trabajar desde la verdad y tú, Pablo, mientes, mientes. Yo estuve en la gestora e hice lo que tenía que hacer. Sigues mintiendo, como siempre. Mientes para atacarme y menoscabar mi imagen pública”, ha repetido Cortés en uno de los momentos más acalorados del debate, cuando Zuloaga ha llegado a decir que estaba “sobreexcitado” porque no asumía “los resultados de las primarias que pusieron a los miembros de la gestora en su sitio”.

A Cantabria desde Madrid

Zuloaga ha reivindicado también su experiencia como alcalde de Santa Cruz de Bezana, mejorando en votos en la última convocatoria electoral, “reventando” la mayoría absoluta del PP y sellando acuerdos con otros partidos a través del diálogo, y contraponiendo esta situación con el bagaje político de Cortés, siempre entre bambalinas y muy alejado de la vida interna del partido en la comunidad autónoma.

“Se nota que no pisas Cantabria, que no conoces Cantabria, que no conoces los problemas de los cántabros. Desde Madrid es difícil que se te vea en la calle. Solo estás aquí cuando vienes a hacer campaña electoral”, ha recriminado Zuloaga a Cortés, poniendo como ejemplo que incluso formalizó su candidatura a las primarias a través de un correo electrónico enviado desde la capital puesto que no vive aquí.

Defensa de las políticas socialistas

En una de sus pocas referencias a la estructura original del debate y a los temas propuestos de antemano, Cortés ha apostado por “abrirse a la ciudadanía” para “cambiar la sociedad” y que el PSOE siga siendo “relevante”, además de defender e impulsar la gestión de políticas sociales, la dependencia, la sanidad o la educación desde el Gobierno. Por eso, ha reprochado a Zuloaga que no dé más visibilidad a la labor de los consejeros socialistas en el bipartito con el PRC e, incluso, ponga “en riesgo” algunas de sus prioridades.

De esta manera se ha referido al polémico cese del anterior consejero de Educación, Ramón Ruiz, en pleno inicio del curso escolar y a petición de la nueva dirección del partido tras la llegada de Zuloaga, acusando a su sucesor, Francisco Fernández Mañanes, de “generar un conflicto en la calle”, en referencia al calendario escolar del próximo año, lo que ha servido a Cortés para asegurar que su rival es “un candidato no fiable, lo peor que le puede pasar a un partido”. 

Zuloaga, que ha intentado evitar en algunos momentos el cuerpo a cuerpo para explicar las propuestas con las que se presenta a estas primarias, ha esbozado un programa para “recuperar el espacio en la calle”, así como la “credibilidad y la coherencia”, y también para “reconquistar el terreno perdido” y “encabezar un proyecto socialista y feminista”. 

Tras este acalorado debate, que ha concluido con un apretón de manos y con cada uno de los candidatos abandonando la sede del partido en una dirección distinta, los más de 3.000 afiliados del PSOE de Cantabria están llamados a las urnas este próximo domingo 27 de mayo, cuando se conocerá por fin quién protagonizará el cartel electoral de los socialistas y si ambos bandos son capaces de enterrar sus cuitas internas para centrarse en los comicios de 2019.

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