Los hospitales cántabros ya permiten que los pacientes críticos por coronavirus puedan morir acompañados
Los centros hospitalarios dependientes del Servicio Cántabro de Salud (Valdecilla, Sierrallana y Laredo) ya permiten a los seres queridos de los pacientes críticos por la COVID-19 acompañarles durante la fase final de la enfermedad.
Según la Consejería de Sanidad, este proceso de acompañamiento lleva ya varios días regulado -aunque no especifican cuántos-, puesto que, según los datos que aportan a eldiario.es, arrancó en abril. El objetivo de la medida, indican, es proporcionar “la máxima calidad asistencial y humana” para los pacientes que van a fallecer.
De esta forma, se permite el acompañamiento de un ser querido que, de la misma manera que los profesionales sanitarios, debe cumplir con las normas de aislamiento establecidas, por lo que se le proporcionan desde el hospital “los correspondientes equipos de protección individual”.
Cabe recordar que debido a la alta probabilidad de contagio, hasta la aprobación de esta normativa, en Cantabria no se permitía a los acompañantes ver a sus familiares en los momentos previos a su muerte. Ahora, además de eso, aquellos pacientes que así lo hagan saber, podrán disponer también de apoyo espiritual o religioso durante la fase terminal de la COVID-19.
La historia de la aprobación
Dicha medida inició su andadura hace menos de un mes, cuando el Grupo Parlamentario de Ciudadanos registró en el Parlamento de Cantabria una Proposición No de Ley que pedía que los pacientes críticos de COVID-19 pudiesen morir acompañados por un ser querido.
Unos días más tarde, Félix Álvarez, el portavoz del partido naranja en la Cámara, mostraba su satisfacción en una rueda de prensa alegando que el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez (PSOE), le había dicho que la propuesta le parecía “buena idea”, por lo que iba a trasladar la posibilidad de realizarla a los gerentes de los hospitales cántabros.
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