El Ágora Luis Toca: un nuevo espacio de solidaridad, cultura y memoria abre sus puertas en Santander

La escritora María Toca mantiene vivo al aliento de la memoria y rescata de la historia los nombres de mujeres a los que se ha negado protagonismo a través de los relatos y textos con los que alimenta su proyecto narrativo: La pajarera magazine. Lectora empedernida y habitual de manifestaciones y movilizaciones sociales, su espíritu inquieto y altruista le ha llevado a invertir sus propios recursos en abrir las puertas de un nuevo espacio que ha bautizado como ágora. Con el nombre de Luis Toca: la enorme herida de la ausencia del hijo se evoca en este lugar de encuentro, diálogo y solidaridad.

Este viernes, 31 de octubre, el Ágora Solidaria Cultura y Memoria Luis Toca inaugurará oficialmente su sede en Santander con un acto que se celebrará a las 19:00 horas en la calle Juan XXIII, número 22.

El evento contará con un discurso de apertura a cargo de María Toca, como presidenta de la organización, quien explicará los valores y objetivos de este nuevo espacio dedicado a la cultura, la solidaridad y la recuperación de la memoria histórica. Tras el acto, los asistentes disfrutarán de un ágape de bienvenida y conocerán las instalaciones y proyectos del centro.

El Ágora lleva el nombre de Luis Toca, hijo de la fundadora y hermano de Carlos, vicepresidente, como homenaje a su compromiso con los valores humanos que inspiran esta iniciativa.

Según explica su presidenta, el Ágora Solidaria Cultura y Memoria “tiene tres funciones básicas”. La primera, solidaria, orientada a promover becas de autonomía personal para jóvenes en situación de precariedad social. La segunda, de carácter cultural, con la organización de conferencias, charlas, tertulias y actividades divulgativas abiertas a la ciudadanía.

La tercera línea de trabajo será el Memorial Tasio Cañero, un espacio dedicado a difundir y preservar la memoria histórica de Cantabria y del conjunto del país. “Queremos poner luz sobre quienes fueron reprimidos, asesinados o exiliados por defender los valores que hoy nos unen”, subraya Toca.

La fundadora destacó además que el proyecto es “una gota en el océano de la solidaridad”, impulsado con recursos propios y sin ánimo de lucro. “Queremos aportar una pequeña parte para que el mundo sea un lugar más habitable y feliz, y hacerlo con la colaboración de todas las personas que quieran acercarse a escucharnos y participar”, concluye.