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Entrevista
José Luis Gochicoa, consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo

“El Gobierno va a hacer todo lo que tiene en su mano para ordenar ese caos que parece que existe con los parques eólicos”

José Luis Gochicoa durante la entrevista con elDiario.es.

Rubén Alonso

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José Luis Gochicoa (Vitoria, 1970) dirige la Consejería encargada de diseñar el Plan Regional de Ordenación del Territorio (PROT) de Cantabria, un proyecto fundamental para determinar el futuro urbanístico e industrial de Cantabria, y cuya aprobación inicial está prevista para finales de este verano. Además, este documento incluirá las zonas en las que se podrán o no establecer los polémicos parques eólicos que tanto debate y crispación están generando en la comunidad. En este sentido, el consejero regionalista de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo defiende que el Ejecutivo autonómico “va a hacer todo lo que tiene en su mano, que es mucho, para ordenar ese caos que parece que existe con los parques eólicos”. Así, Gochicoa, aunque reconoce que “toda actuación tiene algún impacto” -pese a que, en sus propias palabras, el de “la ausencia de energía eólica es mucho mayor”- aboga por reducir esa afección al máximo, implantando los molinos en “zonas donde sean moderados y compatibles con la estructura del territorio”.

El Gobierno de Cantabria acaba de iniciar la tramitación del Plan Regional de Ordenación del Territorio (PROT) con el objetivo de tenerlo aprobado inicialmente en verano. ¿Garantiza que se cumplirá ese plazo?

Es el plazo que nos hemos marcado como objetivo y esperamos poder cumplirlo. Sabemos que hay expedientes que, como tienen que ir a Madrid por motivos de informes sectoriales, pueden tardar algo más de tiempo, por lo que siempre existe esa incertidumbre. Pero intentaremos que por todos los medios pueda salir en ese plazo teniendo todos los estudios correspondientes.

Este proyecto que marcará la ordenación territorial de la comunidad viene arrastrándose desde la pasada legislatura. ¿Por qué se dilatan tanto los plazos y cuesta sacarlo adelante?

La tramitación urbanística en general y de la ordenación territorial es muy exigente, incluso desde el punto de vista ambiental. Eso motiva que, además de toda la documentación que hay que preparar, que son muchísimos estudios de muchos ámbitos diferentes para intentar integrar la ordenación de Cantabria, y de la cantidad de colectivos a los que hay que consultar para poder tener una opinión fundada a la hora de redactar este documento, la tramitación administrativa y ambiental tenga unos plazos tremendos en cuanto a informes, consultas y cuestiones que llevan una serie de tiempos, como pasa en los planes generales de urbanismo, y que nos hacen que sea prácticamente inviable en un plazo breve tener un documento aprobado definitivamente. También es lógico, porque un instrumento de esta trascendencia no puede estar resuelto de forma definitiva en un año, no sería comprensible. En Europa siempre se dice que las cosas hay que planificarlas más y tardar menos tiempo en proyectarlas y en ejecutarlas después. Aquí, en España, quizá estemos más acostumbrados a hacer las cosas al revés, a intentar planificar en nada y, sin embargo, luego tardar mucho en ejecutar. Tenemos que intentar ser más europeos en ese sentido.

¿Y será viable que este aprobado para esta legislatura?

Es viable, sí. ¿Será así o no? Va a depender mucho de cuestiones más políticas, porque tiene que pasar por el Consejo de Gobierno y por el Parlamento. Sobre todo en vía parlamentaria, los trámites pueden salir o no en los plazos que se marcan, pero nosotros vamos a poner todo nuestro esfuerzo. Lo más importante es que tenga una aprobación inicial cuanto antes para que haya un documento de referencia que impida que, por ejemplo, haya parques eólicos en lugares en los que no deba haberlos, además de orientar a la ciudadanía hacía dónde y cómo tiene que crecer, qué actividades están prohibidas o permitidas y cuáles son los corredores ecológicos y ambientales.

Ha mencionado los parques eólicos, un asunto que lleva generando polémica en los últimos meses en la comunidad. El Parlamento rechazó suspender las licencias eólicas hasta la aprobación del PROT con los votos de los dos grupos que sustentan el Gobierno. ¿Está de acuerdo?

No tenemos que esperar a la aprobación definitiva, esto se hará con la aprobación inicial, igual que cualquier instrumento de planeamiento urbanístico que se apruebe inicialmente suspende las licencias en todo aquello que vaya en contra del mismo. Por tanto, con esa aprobación inicial que tenga lugar en agosto o septiembre ya se produce la suspensión automática de licencias en todo lo que se contradiga durante un plazo aproximado de uno o dos años en el que esperemos esté aprobado definitivamente el PROT. Por ese motivo no era necesario establecer esa suspensión. Al revés, nosotros somos incluso más exigentes que lo que dice el Parlamento. No hay que esperar a que se produzca la definitiva, con la inicial ya nos vale.

¿Entonces puede darse el caso de que haya licencias que se hayan concedido o que se vayan a conceder de forma inminente y que se echen atrás?

No. Igual que los tiempos para la aprobación inicial del PROT nos lo marcan legislaciones y sabemos que antes de agosto es muy difícil o prácticamente imposible hacerlo, también sabemos que los plazos para aprobar un parque eólico son muy extensos. No van a llegar a tiempo para que pueda producirse una contradicción entre el documento y la licencia. Hay que tener en cuenta que les hace falta un trámite ambiental en el que están ahora mismo, una autorización de Industria, otra de la CROTU con una información pública previa y, posteriormente, la licencia municipal. Seamos sinceros, la tramitación que tienen ellos es todavía más peliaguda que la nuestra y, por tanto, no vemos ese peligro con las que están en marcha.

Además del movimiento vecinal contra estos parques, colectivos conservacionistas denuncian los posibles efectos adversos paisajísticos y contra la biodiversidad. ¿El PROT garantizará que no se produzcan estos impactos?

Evidentemente toda actuación tiene algún impacto, pero la ausencia de energía eólica tiene uno mucho mayor. Por tanto, creo que hay que apostar por las energías renovables, nos lo marcan Europa y España, y son fundamentales para la descarbonización y para el fomento de la economía. No podemos estar ajenos a ellas. Por eso son tan importantes. Lo que sí tenemos que hacer es reducir esos impactos lo máximo posible y establecerlos en aquellas zonas donde sean moderados y compatibles con la estructura del territorio que existe y donde no generen un impacto social excesivo. Pero, como digo, algo de impacto tendrá, igual que lo tienen las carreteras, los puertos y cualquier actuación humana que se lleve a cabo. Habrá que establecer dónde se producen esos impactos en menor cuantía, dónde benefician más de lo que perjudican y dónde serán los lugares idóneos para ese tipo de energías.

¿Y ya se han establecido unos lugares concretos?

No, esa es precisamente una de las cuestiones en las que se está trabajando en estos momentos en base a la unión de muchas capas de información, desde los valores que puedan tener de tipo ambiental, desde si están o no en un espacio protegido, en principio no parece que sea lo lógico que haya un parque eólico en un espacio protegido, hasta el impacto paisajístico y a cuánta gente afecta y de qué forma. Incluso también cuestiones sobre dónde se encuentran las subestaciones eléctricas o qué caminos hay que realizar para poder llegar a esas ubicaciones y, evidentemente, donde haya viento. Se tienen que poner todas ellas en unos sistemas de información muy complejos que existen y que se van a utilizar posteriormente.

El convenio para la reordenación ferroviaria de Santander está parado con el riesgo que puede suponer, que para mí es lo peor de todo, de que se pierda

¿Qué opina de la organización vecinal contra estos parques?

La respeto y creo que en ocasiones es lógica. Además, en algunas ocasiones se está viendo que no hay ni proyecto, ni siquiera viento, y parece que lo único que hay es un afán especulador. Entonces entiendo este tipo de movimientos y me parece lógico que surjan y que florezcan, pero yo querría dar tranquilidad de que el Gobierno va a hacer todo lo que tiene en su mano, que es mucho, para poder ordenar ese caos que parece que existe. Hay incluso parques eólicos que se pisan unos sobre otros, cosas que no tienen ningún sentido, así que estamos trabajando de forma intensa tres consejerías, Medio Ambiente, Industria y Ordenación del Territorio, precisamente para que todo se ordene y sea más eficaz.

Más allá de este asunto, ¿cuáles son las principales líneas maestras del PROT?

Fundamentalmente hemos efectuado el diagnóstico de Cantabria, con sus amenazas, sus fortalezas y sus debilidades, y de alguna forma lo que hace es orientar sobre las políticas sectoriales que debe haber en materia de infraestructuras, de establecimientos industriales, de crecimiento económico y que tengan que ver con el territorio, de crecimiento de nuestras ciudades y pueblos. Es decir, va a llevar un estudio muy importante sobre cómo es la ciudad y el pueblo y cómo debe crecer en función de cada territorio, así como sobre los paisajes y sobre el establecimiento de infraestructuras verdes y azules. Se trata de infraestructuras ecológicas que unirán los diferentes ecosistemas que tenemos en Cantabria para evitar que sean endogámicos o endémicos, es decir, que se produzca una desaparición de algo porque el territorio en el que se encuentra no se conecta y no hay posibilidad de que esa fauna o vegetación se desarrolle en otros entornos. Por ese motivo creemos que este tipo de cuestiones son fundamentales para pensar en una Cantabria de futuro.

¿Ve posible que se pueda alcanzar un consenso parlamentario para sacarlo adelante?

Soy consciente de que va a ser difícil por la complejidad del tema y porque llegará en la segunda parte de la legislatura en la que siempre es más difícil llegar a consensos, porque hay partidos que velan más por el interés partidista de los votos que por lo que sería el desarrollo territorial. Esperemos que no sea así y que sea posible alcanzar ese consenso. Nosotros lo queremos y esperamos que sea una realidad.

La Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria ha pedido parar los trámites del PROT para iniciar uno “igualitario, solidario, sostenible y justo” y con participación ciudadana “real”. ¿Qué opina de estas afirmaciones?

No me parecen correctas. Surgen del desconocimiento, de que no conocen lo que se está haciendo ni el documento. Supongo que habrán visto el documento que se lleva como avance pensando que ese ya es el del PROT, nada más lejos de la realidad. El documento de avance no podía tener zonas de exclusión eólica ni planos a escala suficiente para poder determinar cuestiones como las que estamos hablando. El documento de avance es un diagnóstico de Cantabria, en el cual se señala cómo es y qué cuestiones se van a desarrollar más adelante. Estamos en el inicio y, por tanto, no pueden decir que volvamos al inicio. También hay que decir que llevamos cuatro años anteriores en los que se ha estado contactando, el mismo tipo de gente que está trabajando con nosotros, con muchísimas asociaciones de todo tipo, entre las que desconozco si está esta en concreto, pero lo están muchas de tipo conservacionista. No se puede decir que no haya habido participación de colectivos en este diseño inicial.

Antes del PROT, y muy relacionado con él, está pendiente la Ley del Suelo. ¿En qué punto está y cuándo llegará al Parlamento?

En estos momentos ya tiene todos los informes de todas las secretarías generales del Gobierno de Cantabria, se han incorporado las observaciones referentes a las mismas, y está exclusivamente a falta del informe de la Dirección General de Servicios Jurídicos, que esperemos que llegue aproximadamente en el plazo de un mes y, por tanto, dentro de mes y medio debería estar ya en el Parlamento.

También colectivos conservacionistas como ARCA, entre otros, han calificado el proyecto de "amenaza para el territorio, la economía, el paisaje y los valores naturales" de la comunidad. ¿A qué cree que se debe?

Son afirmaciones que también me sorprenden. Ellos siguen todavía con un documento que no es el que está en marcha, sino con el que se presentó inicialmente, que era muy parecido al que se había tramitado por el PSOE en la legislatura anterior en cuanto a lo que está más en cuestión de crítica, que es el hecho de los suelos rústicos en los entornos de los núcleos urbanos o rurales. Se había incluido el artículo tal y como estaba en la legislatura anterior y al ver que, efectivamente, en el periodo de información pública había suscitado bastantes críticas se ha modificado bastante. Probablemente todavía no se ha conocido, porque no se puede hasta que no se produzca el trámite en el que nos encontramos de llevarlo a la CROTU, con lo que en mes o mes y medio lo conocerán en detalle. Sí se les ha dicho hacia dónde iban esos cambios, pero el texto definitivo hasta que no pase por la dirección jurídica no es posible remitirlo. Ellos quieren volver a una situación de hace 10 o 15 años, pero a día de hoy la vivienda en suelo rústico está permitida con la legislación actual. Esta ley lo que hará es restringir eso que está permitido, lo ordena, lo limita mucho más, y va a dar lugar a que, en cuanto se apruebe, el número de autorizaciones en ese ámbito sea muy inferior, probablemente menos de la mitad de las que se dan ahora mismo. Y esas que se den estarán mejor ordenadas, con mejores tipologías y mucho más caracterizadas con el medio rural, pensando sobre todo en aquellas zonas con más riesgo de despoblamiento. Así, dará una ventaja adicional a los entornos en los que de verdad es necesario y no a los ámbitos periurbanos en los que no es la figura que deba existir para ellos.

Es decir, ¿para sacar adelante este tipo de leyes se mantiene un contacto estrecho con las asociaciones?

Nos hemos reunido varias veces con todos, desde agentes sociales hasta asociaciones conservacionistas, además de otras direcciones generales del Gobierno de Cantabria y colegios profesionales. Sí se ha tenido contacto con todos ellos a lo largo de la tramitación de esta ley y muchas veces enriquece. En lo que sí ha habido prácticamente unanimidad y donde no hemos tenido casi alegaciones es en ámbitos que creemos que son muy importantes, como la necesidad de rehabilitar más el suelo urbano, la ley lo posibilita y lo fomenta, o de tratar mejor la eficiencia energética de las edificaciones dentro de ese suelo urbano, algo que la ley también potencia. Son cuestiones que antes estaban bastante complicadas, lo que impedía el desarrollo del suelo urbano, y, sin embargo, ahora son mucho más sencillas. Por ejemplo, si un edificio se quiere rehabilitar y meter un ascensor que va a un patio de vecinos, que no se pueda prohibir. Además, la ley también contempla la agilidad en los trámites administrativos, para que al montar una ganadería no se tarde. Algunas incluso tienen subvenciones europeas y no se llega a tiempo a conseguirlas. En definitiva, intentamos agilizar todos los trámites y la burocracia, y creemos que todo ello resultará mucho más sencillo, al igual que aprobar los nuevos planeamientos generales. Es una cuestión que estaba en la mente de todos y la burocracia que había era excesiva.

Cambiando completamente de tercio, hace tiempo que no se habla de los proyectos en materia ferroviaria en los que participa su departamento. En una entrevista que le hicimos hace año y medio dijo que Santander estaba ante una oportunidad histórica para efectuar su reordenación ferroviaria, ¿en qué punto se encuentra ahora mismo?

Por desgracia en el mismo en el que se encontraba hace año y medio. Es una de las cosas que a mí me da pena. Torrelavega va mucho más avanzado, yendo como iba más retrasado respecto a Santander, y ya hay una solución pactada en la que se está trabajando intensamente. Se han conseguido mejoras sobre las que había, que se han consensuado, y todo parece que va por buen camino para que el próximo año puedan empezar las obras. Sin embargo, el caso de Santander está completamente parado porque el equipo de gobierno municipal no se pone de acuerdo en qué es lo que quiere para la ciudad y en si le parece bien o mal lo que ahora se está desarrollando por parte del Ministerio. El convenio está parado con el riesgo que puede suponer, que para mí es lo peor de todo, de que se pierda. Todos sabemos lo que cuesta conseguir que el Ministerio establezca un convenio de estas características, con un importe tan elevado de financiación, que iban a ser más de 100 millones por parte del Estado, y que se pierda de forma que haya que comenzar de cero con lo complicado que es… A mí me parece que el Ayuntamiento de Santander debería hacer un esfuerzo especial por, de una vez por todos, saber qué es lo que quiere, plantear lo que necesita, si es que necesita algún tipo de cambio, o seguir con lo que estaba planteando el Ministerio.

Respecto a Torrelavega, que está más avanzado, ¿puede concretar más los plazos?

Estamos en el trámite de declaración de impacto ambiental. Creemos que se dará seguro este año, aunque como depende de Madrid no puedo concretar exactamente las fechas. El proyecto constructivo, que está yendo casi de la mano, creemos que también estará para finales de este año, con lo que, si todo va normal, a principios de 2022 se podrán licitar las obras para que, posteriormente, durante ese año, puedan empezar a ejecutarse.

Otro de los asuntos candentes de su departamento tiene que ver con el problema de las viviendas con sentencia firme de derribo. En la entrevista a la que hacía referencia anteriormente dijo que se debería llegar a una solución definitiva en esta legislatura. ¿Qué pasos se han dado para ello?

Se han dado muchos pasos en todos los ámbitos. En el ámbito de los afectados, que es la gente que más nos importa, lo cierto es que se ha seguido avanzando en la firma de convenios y se ha establecido una oficina de atención a los afectados donde se ha recogido mucha información, se les ha trasladado lo que se ha ido llevando a cabo y se les ha respondido a las dudas que han transmitido. En los ámbitos más urbanísticos, sobre el estado de los planes generales, se ha aprobado en ambos casos la memoria ambiental. En el caso de Argoños, el Gobierno lo ha mandado a la aprobación definitiva de la CROTU y en el de Piélagos, está realizando los cambios ambientales necesarios para hacer lo propio. Se han dado pasos también muy importantes en el municipio de Arnuero donde ya se dispone del proyecto definitivo de construcción de las viviendas que ya se ha trasladado a los vecinos, quienes lo están examinando. Así que estamos prácticamente a la espera de que nos digan cuántos sí y cuántos no de forma definitiva y podamos empezar a licitar las obras para que en esta legislatura los vecinos de Arnuero puedan estar en sus nuevas viviendas en vez de en las que tenían anteriormente, las cuales puedan ser, por tanto, derribadas.

Y para terminar, ¿qué otros proyectos de su Consejería verán la luz a corto y medio plazo?

Ahora mismo estamos en periodo de licitación de las obras de los aparcamientos de Nueva Montaña en Santander. Con independencia de quien sea el culpable de esa desgracia, que serán los jueces los que lo determinen, estamos licitando las obras para la reconstrucción y en los otros dos realizando las obras de impermeabilización necesarias. Vamos muy bien, con un proyecto consensuado con los afectados, con los propios vecinos, y ya tenemos todo en marcha. Solo nos falta la licencia municipal, que esperamos tenerla próximamente, por lo que en un plazo razonable los vecinos podrán volver a utilizar de nuevo sus aparcamientos. Además, otro ámbito en el que estamos haciendo mucho hincapié es en los carriles de bicicleta en toda Cantabria. Tenemos un plan realizado con proyectos en marcha en la bahía de Santander, en el Besaya y próximamente en el Asón para poco a poco ir generando una red que pueda permitir el tránsito en bicicleta de forma segura entre diferentes puntos de Cantabria. 

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