Igualdad de derechos y atención a la salud mental, objetivos de Blanca Corroto en el Comité de las Mujeres en Europa

Conseguir una igualdad de derechos y universalizar la atención de la salud mental para todas las mujeres rurales europeas son los retos que se ha marcado Blanca Corroto, la única española que está dentro de la Mesa del Comité de las Mujeres, el grupo de trabajo que dentro de la organización agraria europea Copa-Cogeca (confederación que agrupa a los productores agrícolas a nivel europeo) se enfoca en visibilizar y apoyar el papel clave de las mujeres en la agricultura y el cooperativismo de la UE.

Blanca Corroto, presidenta de Asaja Toledo y Asaja Mujeres nacional, acaba de entrar como vocal junto a Francesca Gironi (Coldiretti, Italia) como presidenta, las vicepresidencias de  Viktoria Östlund (LRF, Suecia) y Teresa Roche (IFA, Irlanda) y la vocal Hanna Chodkowska (KRIR, Polonia).

“Lo formamos mujeres de las organizaciones agrarias de toda Europa. Es muy importante ir llegando, pasito a pasito, a los puestos donde se deciden las cosas, queremos por lo menos estar en los sitios en los que tengas voz y que tengas voto”, asegura en una entrevista concedida a Agroalimentaria tras su nombramiento. “Soy la única española en la directiva del Comité, pero dentro del grupo de trabajo está también Jerónima Bonafé de Cooperativas Agroalimentarias de España y Teresa López por Fademur”.  

Para estos próximos dos años, tiempo que dura su vocalía, se ha marcado como objetivo “conseguir que las mujeres tengamos los mismos derechos en un país que en otro, eso para mí es fundamental, e intentar que las mujeres que están en el medio rural tengan más ayudas y vivan mejor”.

La labor de este comité es, según asegura, “llevar la voz de las mujeres al Parlamento Europeo. Mantenemos reuniones como el comisario, tenemos rondas institucionales con eurodiputados, se hace un trabajo de campo, ahora mismos estamos centradas en el presupuesto de la próxima PAC”, un asunto que preocupa a las organizaciones agrarias españolas.

Con la nueva propuesta de Úrsula Von der Leyen, “el segundo pilar de la PAC desaparece. Eso es una barbaridad sobre todo para los pueblos pequeños que gracias a estas ayudas pueden subsistir”.

Pero además, dice, esta nueva PAC “no nos favorece, porque va a ir en contra de hombres y mujeres” y desde este órgano están trabajando para ayudar a las mujeres que se dedican a la agricultura y la ganadería. “A los jóvenes se les va a dar un porcentaje mayor de ayuda, pues también para las mujeres que vivan en el mundo rural, sobre todo en municipios de menos de 5.000 habitantes. Es importante que tengan una discriminación positiva para ayudar a luchar contra la despoblación, teniendo en cuenta que el pilar 2 desaparece” y que va a pasar a “depender del dinero que pongan los estados miembros”.

Para ello lo que necesitan saber es el marco financiero en el que se van a tener que mover. “Este jueves hemos estado de manifestación en Bruselas porque se reunieron todos los países y con un país que diga que no ya se echa para atrás, lo que sabemos es que el pilar 1 tiene un recorte del 20%”, lo que supone que con la inflación puede llegar a un 32 % y con este recorte “hay mucha gente que va a pasar de tener una explotación viable a no tenerla viable, ni hombres ni mujeres ni nada”.

Mujer y despoblación rural

Desde ASAJA han presentado su propuesta para vincular las mujeres a la lucha contra la despoblación rural, y este grupo de trabajo “lo ha hecho suyo”.

“Para que una mujer se quede en un pueblo hay que ayudarla, porque las mujeres somos las que echamos raíces, el hombre y la mujer nos complementamos, pero las mujeres por nuestra naturaleza somos las únicas que podemos crear una familia. Si no queremos que haya despoblamiento, pues tendrás que ayudar a la mujer”, argumenta.

“Las desigualdades -dice- entre unos países y otros para las mujeres es algo que se trabaja mucho dentro del comité, para conseguir en otros países los mismos derechos que tenemos las españolas”, pero también que lleguen aquí mejoras implementadas en otros países. “Apostar por que el avance de unos países se extrapole a otros y lograr una equiparación para todas las mujeres, con reglamentos europeos, porque todo lo que se deje al país miembro, puede verse influido por temas políticos, añade.

Blanca Corroto destaca especialmente como una situación pendiente en España el cuidado de la salud mental de las mujeres de las zonas rurales. “En Dinamarca cuidan mucho la salud mental. En España eso no se ha abordado”.

Así señala como “en Dinamarca, tienen un bono de 500 euros para que se lo gasten en estos profesionales y eso está ayudando, es un bono que te dan y tienes que justificar con las sesiones a las que has ido con profesionales”. Incluso apunta como también hay asistentes sociales que suponen una ayuda para las mujeres en sus explotaciones. “Te pones enferma y te envían ayuda, aquí eres autónoma, te pones enferma y no tienes a quién llamar”, dice.

No obstante, apunta problemas universales para todas las mujeres del ámbito agropecuario en toda Europa: “La autoestima es común para todas; una mujer es capaz de hacer todo lo que se proponga, pero también tienen que saltar esa barrera que muchas veces no nos saltamos, vivimos mucho con el qué dirán, no nos atrevemos a hacer según que cosas, creemos que no somos capaces, esa barrera todavía está en la cabeza de muchas mujeres a niveles europeos.

En Dinamarca cuidan mucho la salud mental de la mujer en las zonas rurales. En España eso no se ha abordado

Sobre la situación de la mujer rural de Castilla-La Mancha considera que “estamos muy bien, mejor que en otros países europeos, porque la mujer de Castilla-La Mancha es una mujer independiente, que no tiene barreras porque aquí también existen muchas barreras y mucha autoestima por el suelo. No obstante, aquí tenemos unas condiciones mejores que en otros países, aquí eres persona, puede ser titular de una explotación agraria sin ningún problema, aquí estamos muy bien”, asegura.

De hecho, afirma que la Ley de Titularidad Compartida se admira desde otros países. “Yo  soy una enamorada de esta ley, que ojalá tuviera menos papeleo. Cuando lo cuento en el comité, como he tenido la oportunidad, muchas compañeras de otros países se quedan ojipláticas”, resume.