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La Asociación Castillo de Galve alerta sobre el estado del monumento: “Ni mucho menos está a salvo”

FOTO: Asociación Castillo de Galve

Teresa Sánchez Garzón

“Nos parece una decisión errónea y precipitada”. La Asociación Castillo de Galve, no comparte la determinación de Hispania Nostra de retirar el castillo de Galve de Sorbe, edificado en el siglo XV y de titularidad privada, de su Lista Roja del Patrimonio. “Es cierto que se vienen acometiendo algunos trabajos que han hecho mejorar el estado del castillo, y por ello nos felicitamos todos, pero de ahí a considerar que ya no se encuentra en peligro, nos parece que hay bastante trecho”, señala Rosa Herrero, secretaria de la Asociación.

El Comité Científico de la asociación Hispania Nostra ha decidido remover el Castillo de la Lista Roja de Patrimonio que lleva el colectivo, tras las obras de rehabilitación y las actuaciones llevadas a cabo por sus propietarios. Se trata, explican, de uno de los “más interesantes” fortines de la provincia de Guadalajara y que ahora está “recuperando su antiguo esplendor”.

Según ha explicado la Asociación, en agosto de 2018 comenzaron los trabajos de consolidación del castillo, en una primera fase de desescombro, limpieza y demolición de elementos puntuales “no protegidos”. Igualmente, se han retirado los materiales de fibrocemento y uralita que se utilizaron en la restauración de los años 70, y la cubierta de esta época, “dejando al descubierto la construcción original y las marcas de cantero encontradas en los sillares”, aunque las obras, recuerdan, no han concluido.

“Todo ello es fantástico y además cuenta con la supervisión de los técnicos de la Junta, lo cual supone una garantía. Con ello, la propiedad se limita a cumplir con lo exigido por la Ley, no va más allá, pero no se puede hablar en este momento de rehabilitación ni mucho menos de dotación de uso”, subraya Herrero. Esta entidad se felicita de los avances experimentados durante los últimos meses, pero recuerda que aún quedan muchos pasos que dar para certificar la salvación de un monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y cuyos propietarios habían sometido al abandono hasta que esta asociación levantó la voz.

La Asociación Castillo de Galve lleva 12 años luchando por hacer visible la situación del castillo. “Ha sido un camino complicado que incluso nos ha llevado a acudir al Defensor del Pueblo, quien instó a la Junta a que hiciera cumplir la Ley y no dejara de lado sus funciones. Han sido muchos años de pasividad de unos y de otros que han llevado finalmente a esta intervención por parte del Defensor del Pueblo y que a la postre ha conllevado la imposición de una sanción de casi 80.000 Euros”, explica Herrero.

El castillo de Galve de Sorbe es uno de los monumentos de mayor valor histórico de la Sierra de Guadalajara. Fue edificado durante la segunda mitad del siglo XV por Diego López de Estúñiga y se convirtió en el núcleo del viejo condado y señorío cuya capitalidad residía en esta localidad. De hecho, la última condesa de Galve fue la duquesa de Alba. En 1971 el castillo pasó a propiedad del Estado y éste se deshizo de él mediante subasta pública en 1972, adjudicado por 1.400.000 pesetas a su anterior dueño.En la actualidad, la propiedad del inmueble corresponde a una sociedad cuyo titular es Enrique Calle Pinker, hijo de quien adquirió el castillo en los años 80.

La Asociación Castillo de Galve recuerda que si se están ejecutando obras es gracias a la lucha de esta entidad y de todos los particulares que han prestado su respaldo de forma desinteresada. La asociación galvita, que agradece la colaboración del Ayuntamiento de esta localidad, se muestra cauta y prudente ante los pasos dados por la propiedad, teniendo en cuenta “el largo historial de incumplimientos y el maltrato” al que ha sometido al edificio.

“El castillo ha sufrido un abandono continuado durante varias décadas. Por si el olvido fuera poco, el edificio fue sometido en los años 70 a unas obras en las que no se tuvo en absoluto ningún criterio que se aproxime a lo exigido para Bienes de Interés Cultural (BIC). En los años posteriores, ante la pasividad de propietario y Administración, el castillo se convirtió en una escombrera y sufrió un deterioro galopante que lo puso en gran peligro. La torre del homenaje es el elemento más importante y es cierto que goza de buen aspecto, pero en su conjunto el castillo se encontraba en un estado ruinoso”, explica la secretaria de la Asociación.

Finalmente, ante los rumores difundidos durante los últimos días, la Asociación Castillo de Galve señala que no tiene conocimiento de ningún compromiso en firme por parte de la propiedad del edificio de dotarlo de un uso en el futuro. Es más, considera que la prioridad ahora es apuntalar la consolidación del castillo y evitar alimentar expectativas que, como ha ocurrido en el pasado, no conducen más que a la frustración. Lo primero es cumplir la legislación, que exige mantener el castillo en buen estado de conservación.

“Desde la Asociación intentamos resaltar lo precipitado de la decisión de Hispania Nostra para que nadie se lleve a engaño y se mantenga el foco sobre el castillo que, ni mucho menos está a salvo”, concluye.

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