La biblioteca no permite la presentación de un libro en defensa de la sanidad pública
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública muestra su rechazo ante la denegación de la Biblioteca Pública del Estado de Ciudad Real para la presentación del libro ‘La Sanidad no se vende. Manual para la Defensa de la Sanidad Pública’. A través de una nota de prensa informan que esta negativa se basa supuestamente en el contenido “ideológico” del citado libro, lo que evidentemente vulnera el derecho a la libertad de expresión y a la no discriminación por motivos ideológicos que recoge la Constitución, y supone un acto flagrante de censura desde una institución pública que se mantiene con los impuestos de todos los ciudadanos, y es mas llamativo si se tienen en cuenta que el citado libro ya ha sido presentado en una biblioteca pública de otra comunidad autónoma.
Así explican que “no sabemos si se trata de una decisión adoptada por el aparato político del gobierno de la señora Cospedal, o por la iniciativa particular de una fundamentalista ultramontana, pero en cualquier caso se están vulnerando derechos fundamentales y negando espacios públicos para la exposición de ideas que no parecen ser del agrado cuando menos de la señora técnica de bibliotecas que firma la denegación del uso de ese espacio público”.
“Resulta preocupante que un centro cultural que debería estar abierto a la pluralidad de opiniones e ideologías esté vetado a quienes tienen otra visión de la realidad, y gestionado por quien demuestra tan poco respeto hacia otras opiniones. Parece que volvemos a los tiempos del franquismo y de la Inquisición”, afirman.
Desde la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública exigen “la inmediata rectificación y el cese o destitución de los responsables de esta denegación”.
Fuentes consultadas han indicado que la petición a la biblioteca se había realizado para este mes de mayo y que en la biblioteca se ha apuntado en diversas ocasiones que no se pueden plantear actos de contenidos ideológicos. En este sentido, la última vez que se indicó este aspecto fue durante una iniciativa realizada por la Federación Saharaui hace unos meses y en la que ante preguntas de los ciudadanos se recordó la imposibilidad de preguntar a la ponente, una mujer sahararui, sobre sus pensamientos respecto a la ocupación y el papel que España había jugado en el proceso de descolonización, como condición para ceder la sala. De igual modo la biblioteca queda fuera de actos de partidos y sindicatos.