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Un debate sobre el “cómo” y el “para qué” de la convergencia

Encuentro de Unidad Popular en Ciudad Real

Hilario López - El Crisol de Ciudad Real

Con el interés que supone ver reunidos a representantes de buena parte de los partidos que tienen sobre la mesa la convergencia comenzaba la tarde en el encuentro de unidad popular de Ganemos Ciudad Real. La sesión ha estado dedicada a la pregunta sobre el sentido la unidad popular y sobre el objetivo de la convergencia. Un camino de unidad popular iniciado a nivel municipal, que comienza a crearse a nivel autonómico, en Cataluña, con acuerdo, y en Galicia, como preacuerdo, y con la intención de materializarse también a nivel nacional para el Congreso de los Diputados.

En las distintas exposiciones se ha puesto de manifiesto una doble manera de plantearla: desde la necesidad de crear convergencia para un proceso constituyente o desde la necesidad para alcanzar un poder, siempre con el recuerdo de que la unidad popular municipal no sirve para nada si no hay leyes que avalen los programas para desarrollarlos.

José García Molina, secretario general de Podemos Castilla-La Mancha, se preguntaba al inicio del debate sobre las razones de confluencia. “¿Cómo?” y “¿para qué?” eran las preguntas que se hacía, “No hay una posición anticipada”, señalaba García Molina, subrayando que frente a quienes tienen “posiciones fijadas” él considera que es necesario saber qué quiere el pueblo y tomar las decisiones en base a “la mayoría”.

García Molina afirmaba que si acude a un encuentro como este es porque cree “en la unidad popular” pero considera que hay “distintas respuestas” a las preguntas que se plantean. “Hay una pluralidad de voces”, aseguraba para señalar que esa pluralidad puede llevar a la convergencia o puede romperla, por lo que será necesario saber qué se opina en la calle.

“Es decepcionante tener más preguntas que respuestas”, afirmaba el secretario general, que recordaba que acudía para expresar su opinión personal.

Una “ola de ilusión”

“En un año se ha acelerado el hambre, el recorte de recursos sociales y que ha abierto una ventana de oportunidad política a las fuerzas de izquierdas”, ha señalado Lara Hernández, quien afirmaba que en este año se ha acelerado el proceso de convergencia. “La ola de ilusión que se ha generado gracias a estas candidaturas que se han puesto en marcha”, indicaba la secretaria de Convergencia de IU, para indicar que la gente desde el 15M buscaba tener presencia en la toma de decisiones de la política más cercana.

Para Hernández el 15M y las Marchas de la Dignidad ya eran confluencia y el reto que queda por delante se encuadra dentro de las elecciones generales. “Los partidos son instrumentales y herramientas al servicio y demandas de la ciudadanía”, por lo que el debate de las siglas debe ser “arrinconado” para crear un “proceso de acumulación de fuerzas”. Hernández ponía el ejemplo de Ahora Madrid y la campaña creada desde las bases sin casi presencia de las caras visibles del partido político. “Hace falta un diálogo, repetido y constante, sabiendo qué estamos dispuestos a aceptar y consentir”. En este punto, Hernández aseguraba que el objetivo final es el proceso constituyente.

Uno de los firmantes del manifiesto de Ahora en Común, Gonzalo Boye, presente en esta mesa de partidos, ha subrayado que “es necesario confluir en los elementos comunes que permitan el cambio y no seguir como estamos”, planteado desde ese punto de vista de un proceso constituyente. “Uno de los problemas es la ley electoral y el sistema que nos dejaron para elegir a las personas” porque si “nos dividimos”, el voto va a ir a los partidos que firmaron la Constitución del 78. Para Gonzalo Boye se hace necesario un Gobierno de unidad popular que provengan de las distintas fuerzas políticas, mareas y propuestos por el pueblos.

Lo importante no es el nombre sino el programa que se crea, indicaban desde Corriente Roja. “Hay que empezar a hablar del cambio para qué”, reclamando un programa mínimo de modificaciones como “acabar con la reforma laboral”, la prohibición de todos los desahucios inmediatamente, la derogación de la ley mordaza, la remunicipalización de servicios públicos o el pago de la deuda.

Así recordaba que hay medidas estrellas y es necesario un programa que se cumpla. “La gente que votó Ahora Madrid tenía necesidades” y es necesario cumplir los acuerdos. “Vamos a tener que saltarnos las leyes” señalaban el represente de Corriente Roja que recordaba la necesidad de que haya una movilización constante, en la calle, para apoyar a los políticos, y un apoyo de un Gobierno del Estado.

Carlos Martínez, de Alternativa Socialista, recordaba que la ruptura del partido surge del artículo 135 y su aprobación por el PSOE. Un momento en el que AS decidió escindirse del PSOE para recuperar el socialismo de izquierdas y el de la confluencia para hacer frente a las elecciones y generar alternativas más allá delas grandes ciudades. “Estamos aquí para comernos el tarro o para ganar unas elecciones”, indicaba Martínez, que señalaba que no se puede construir gobiernos de cambio con el apoyo del PP y del PSOE.

Gobiernos, pero sin poder

Gobiernos, pero sin poder“Tenemos el Gobierno pero no tenemos el poder”, señalaba Carlos Sánchez de Ahora Madrid, dentro de ese discurso sobre las leyes nacionales y las limitaciones que suponen para el desarrollo de las políticas locales. Su participación se encuadraba en la segunda parte de la tarde dedicada a las marcas de convergencia.

El concejal de Economía de Madrid recordaba que la gestión propia de un Ayuntamiento puede llevar la imposibilidad de desarrollar las políticas. Ponía el ejemplo de la capacidad normativa para generar políticas como el de la remunicipalización, anunciando que trabaja en un plan para la limpieza o la atención telefónica. Para o que reclamaba un apoyo social a las políticas junto a una actitud que haga frente a leyes como el artículo 135 de la Constitución para demostrar “que el cambio se puede hacer a través de las normas”.

“Me río de las leyes”, ha dicho el edil, que señalaba que él no ha sido elegido “para gestionar la pobreza” y es necesario creerse las alternativas y la posibilidad de generar un marco normativo que apoye las posibilidades de cambio.

Pablo Hijar, de Zaragoza en Común, recordaba que la situación en su municipio es similar a la de Madrid, con un trabajo directo por la gestión y en la que le gustaría “tener distancia para poder disfrutar lo que estamos viviendo actualmente”. El edil de Urbanismo señalaba que ellos ni siquiera tienen el Gobierno, salvo la minoría, y que es la “alianza con la calle”, la que les puede permitir en sus políticas. En este punto señalaba que al póximo Pleno van asuntos urbanísticos, paralización de grandes proyectos, que solo con el apoyo en las calles pueden llevar a que se voten en Pleno para no desarrollarse.

Más allá de la gestión, desde Zaragoza en Común se apuntaba que no se puede desaprovechar el momento histórico y a la necesidad de que las generales sirvan para apoyar las políticas que se hagan desde los municipios.

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