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Castilla-La Mancha reclama una quita de la deuda con el Estado en la nueva financiación autonómica

El vicepresidente de Castilla-La Mancha (izqda.) y el consejero de Hacienda (derecha)

Carmen Bachiller / Alicia Avilés Pozo

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El Gobierno de Castilla-La Mancha reclama una quita en la deuda que mantiene la comunidad autónoma con el Estado derivada del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Así lo ha puesto de manifiesto este lunes tras dar a conocer el documento de 40 páginas que ha remitido al Gobierno de España sobre el nuevo modelo de financiación autonómica. “No somos la única comunidad autónoma en hacerlo”, decía el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, quien cifraba la quita en el 70% de los 14.000 millones de euros procedentes del FLA. “Es un fleco importante”, decía, al margen del debate nacional sobre cómo se van a financiar los territorios, y que hoy ha aprovechado para deslizar el Ejecutivo castellanomanchego.

La respuesta de Castilla-La Mancha al nuevo modelo de financiación autonómica del Gobierno de Pedro Sánchez ha sido presentada los grupos parlamentarios en las Cortes regionales, PSOE, PP y Ciudadanos, en tres reuniones distintas en las que participaba el presidente regional, Emiliano García-Page. “Es un documento de la comunidad autónoma, no del Gobierno regional. Se trata de aunar voluntades”, decía el consejero de Hacienda. 

Se ha abordado así la propuesta alternativa de Castilla-La Mancha a la que remitiese el Ministerio de Hacienda a las comunidades autónomas el pasado mes de diciembre. El Gobierno de España hizo una propuesta de cálculo de población ajustada como “una de las variables esenciales del modelo de financiación y que determina el reparto de los recursos en función de circunstancias demográficas, sociales o territoriales”, explicaba Moncloa entonces.

Ruiz Molina ha recordado hoy que el pasado 31 de enero ya se habló del documento del Gobierno de España con los grupos políticos en el Parlamento autonómico, en cuanto al cálculo de la población ajustada y el debate de hoy se ha ampliado a lo que tiene que ver con “el volumen de recursos que han de llegar a cada comunidad autónoma para que ninguna pierda y también de organización fiscal”.

“Hemos querido poner de manifiesto el coste real de la Sanidad, la Educación y los Servicios Sociales. Consideramos que hay que tener en cuenta el incremento de costes que supone prestarlos en zonas poco pobladas” y ponía como ejemplo que no es lo mismo el servicio de Atención Primaria en la comarca de Molina de Aragón (Guadalajara) que en la capital de esta provincia o en la zona del Corredor del Henares. De hecho, se propone que “el fenómeno de la despoblación debe abordarse también mediante un fondo específico adicional al sistema de financiación de las comunidades autónomas”. 

Castilla-La Mancha aboga por incluir la variable de la “superficie territorial” en la prestación de servicios, y no solo los básicos. “No debe ser una variable meramente correctiva sino estructural”, decía Ruiz Molina, quien cree que la superficie de la comunidad autónoma debe tener un mayor peso en el conjunto de distribución de los recursos financieros. “Debe estar presente en cada uno de los bloques competenciales en los que se valora el sistema de financiación: sanidad, educación, servicios sociales y resto de servicios”.

“Abogamos por una política fiscal de gastos e ingresos al margen de la propia financiación autonómica para atender la despoblación”, añadía el consejero de Hacienda, quien ha recordado que “nada tiene que ver” la recaudación tributaria con el coste de los servicios públicos. Por eso la región pedirá que sea el 100% y no el actual 75% del total de los recursos tributarios (los cedidos a las comunidades autónomas y los no cedidos de los que participa la región, como el IRPF), los que se pongan en la bolsa común del Fondo de Garantía de Servicios Públicos Fundamentales. “Queremos una nivelación total y no parcial. Supondría 200 millones de euros”.

Otra de las cuestiones sobre la mesa es la petición de “armonización fiscal”, es decir una base tributaria común para todas las comunidades autónomas. “No es de recibo que en determinadas figuras como el Impuesto de Sucesiones y Donaciones haya 17 impuestos diferentes”. Dentro de esa armonización fiscal, matizaba el vicepresidente regional, José Luis Martínez Guijarro, Castilla-La Mancha reclama “un margen de maniobra” en cuanto a los tipos impositivos mínimo y máximo. El objetivo, añadía, “es evitar el dumping fiscal”.

Castilla-La Mancha reclama también que “se respete statu quo y que nadie pierda recursos con el nuevo modelo”. En este aspecto, sostiene el titular de Hacienda, el Estado debe inyectar no solo recursos para mantener la actual situación sino compensar con otros ya que, decía, “los actuales recursos son insuficientes. Hay que tener reglas claras de suficiencia dinámica, según la evolución de recursos durante el periodo de vigencia del nuevo modelo de financiación autonómica”.

El vicepresidente regional ha enmarcado el nuevo encuentro con los grupos parlamentarios en la necesidad de tomar el pulso político sobre la nueva financiación autonómica de forma previa a la Conferencia de Presidentes que se celebrará en La Palma.

“La reunión pone muy de manifiesto la normalidad institucional que existe en nuestra comunidad autónoma, fruto de la estabilidad política. Esto, tal y como están las cosas a nivel nacional y en otras comunidades autónomas, es un valor que cotiza al alza”, decía Guijarro para apostillar que el Ejecutivo regional es “plenamente consciente de que cuando se abordan asuntos de calado nacional, si no se hace desde un planteamiento de unidad de todos los agentes y partidos políticos, es muy difícil defender los intereses de la comunidad autónoma” y ponía como ejemplo la cuestión del agua.

Martínez Guijarro ha pedido un “posicionamiento político unánime y el apoyo de los agentes sociales en Castilla-La Mancha” y ha valorado la “predisposición” de los tres grupos parlamentarios en las Cortes regionales al planteamiento del Ejecutivo castellanomanchego, aunque rechaza hablar de bajada generalizada de impuestos.

“En 2021 y 2022 hemos bajado la presión fiscal”. El año pasado con las modificaciones fiscales a la baja para quienes residan en zonas despobladas y en este año 2022, a través de la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos regionales que recoge la eliminación de 19 tasas, además de ciertas deducciones fiscales “con carácter progresivo y solidario”. 

El PSOE incide en “una voz única” de la comunidad autónoma“

El primer grupo parlamentario en reunirse con García-Page ha sido el PSOE que ha pedido al resto de partidos políticos de la región tener “una voz única” por encima de las siglas respecto a la posición de la comunidad autónoma en el debate sobre la nueva financiación autonómica y ha pedido al PP no entrar “en las doctrinas de partido y los mensajes simplones” para así tener “una voz única y fuerte en defensa del interés regional”.

El secretario de Organización de los socialistas castellanomanchegos, Sergio Gutiérrez, ha incidido en que Castilla-La Mancha está “infrafinanciada” respecto a lo que le cuesta mantener unos “estándares mínimos” en sanidad, educación y servicios sociales, déficit que ha cifrado en mil millones de euros, por lo que ha remarcado la importancia de “revertir la situación” y ha opinado que la propuesta inicial del Ministerio de Hacienda “aún siendo buena, es insuficiente”.

Por otra parte, aunque ha reconocido que esta no es “una reforma sencilla”, Gutiérrez se ha mostrado convencido de que la posibilidad de acuerdo depende de la “alturas de miras del PP”, porque 'populares' y socialistas gobiernan la mayoría de las comunidades autónomas y tienen “mayoría más que suficiente” en el Congreso para sacar adelante los cambios. El socialista ha señalado que se trata de que el PP “no haga lo mismo que con la reforma laboral” y no intente que el cambio de financiación autonómica “no le salga al Gobierno, aunque perjudique a los ciudadanos, con tal de erosionar más al partido del Gobierno”.

Ciudadanos: “Castilla-La Mancha siempre sale perdiendo”

Posteriormente, y tras su correspondiente encuentro con Page, la primera crítica ha llegado de la mano de Ciudadanos. Su líder regional, Carmen Picazo, ha rechazado la propuesta de Page. “No somos más que nadie pero tampoco menos. Si el señor García-Page se conforma con esos datos, con un poquito más de lo que había, yo no me conformo. Esta financiación sería un éxito para Page pero no para nuestra región, y como yo no tengo que rendir cuentas ante Pedro Sánchez, soy libre para decir lo que muchos castellanomanchegos piensan: que Castilla-La Mancha siempre sale perdiendo”.

De esta forma, Picazo ha advertido de que “no puede volver a suceder” que esta comunidades autónoma se lleve siempre “la peor parte” y que la dignidad merece “que seamos más exigentes”. Ha apelado así a una comunidad autónoma mejor comunicada y con infraestructuras que sean las que la región necesita. Para eso, ha agregado, hace falta “altura de miras y trabajar por lo que importa”.

Y dicho esto, ha precisado que Castilla-La Mancha es la segunda región con más deuda del país: debe el 36,6% de su PIB, debido “a la nula corresponsabilidad fiscal de las autonomías” y a un “desajuste permanente entre ingresos y gastos” del Gobierno castellanomanchego. Afirma que desde que García-Page está en el poder este problema no se ha solucionado y “nos tememos que así siga siendo por mucho tiempo más”. 

Con todo ello, ha concluido afirmando que “si es para pelear por los derechos de los castellanomanchegos y por una financiación justa, aquí estará Ciudadanos, pero si es para hacer ver que todo va bien y para repartir las migajas de siempre, que no cuenten con Ciudadanos”.

PP: “El camino es adecuado pero insuficiente”

El último en comparecer y en reunirse con Page ha sido el presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, quien ha reafirmado su “compromiso” y “apoyo” al Ejecutivo autonómico en las negociaciones con el resto de comunidades autónomas y con el conjunto del Estado para la reforma del sistema de financiación autonómica, aunque ha exigido que Castilla-La Mancha “no pierda ni uno solo de los mil millones” que está dejando de percibir, ha dicho, “como consecuencia del marzo de negociación autonómica de Rodríguez Zapatero, que perjudicaba a Castilla-La Mancha en mil millones al año”. “Esa condición la hemos marcado claramente”, ha reiterado.

En cuanto a la propuesta inicial, el presidente 'popular' en la región ha considerado que el camino iniciado les parece “adecuado pero insuficiente”, por lo que ha exigido al Gobierno autonómico “más ambición a la hora de pelear por tener más recursos económicos”. Asimismo, ha recalcado que debe existir “una compensación” por parte del Gobierno de España por esas pérdidas generadas por el actual marco de financiación autonómica, “ya sea en dinero corriente o en inversiones”.

En cualquier caso, Núñez ha admitido que tiene “poca esperanza” de que el Gobierno regional pueda llevar las negociaciones a buen término para la Comunidad Autónoma cuando las conversaciones “se recrudezcan”. “No me produce ninguna alegría ser consciente de que, cuando el Gobierno de Sánchez apriete en la negociación, el Gobierno de García-Page no estará a la altura”, ha lamentado.

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