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Cospedal inaugura la II Cumbre del Vino, a dos meses de la feria de referencia en la región

María Dolores de Cospedal, junto a Jesús Labrador, Isabel Tejerina, María Luisa Soriano y Vicente Tirado (izq. a der.)

Francisca Bravo Miranda

Isabel Tejerina, ministra de Agricultura, destacó en su intervención en la inauguración la importancia de que un evento ponga en relevancia en Castilla-La Mancha que la región tiene los méritos propios para poner sus vinos a “nivel internacional”. Esto fue también la base del discurso ofrecido por María Dolores de Cospedal, presidenta de la Junta de Comunidades, quien agradeció la presencia de todas las diputaciones de la región, con excepción de la de Ciudad Real, y de los distintos asistentes como el presidente nacional de ASAJA, el director de la Organización Interprofesional del Vino y citó también a la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero.

Uno de los especiales agradecimientos que destacó María Dolores de Cospedal, vestida de riguroso rojo “vino tinto”, fue a los patrocinios de las distintas entidades, que cumplieron un papel muy importante a la hora de financiar este evento, que Emiliano García-Page, líder socialista en la región, definió como “una gran reunión de Cospedal que cuesta 800.000 euros”. La empresa pública de Gestión Ambiental de Castilla-La Mancha fue la designada para captar “colaboradores y patrocinadores” para el evento que, a pesar de ser bianual, aceleró su celebración no sólo antes de las elecciones autonómicas de mayo, sino también a la Feria Nacional del Vino (FENAVIN), que se celebra en el mismo mes en Ciudad Real.

Tal como señaló la presidenta de la Junta de Comunidades, el rol que han cumplido estos patrocinadores ha sido fundamental en la celebración del evento, ya que la recuperación económica sigue siendo incipiente. El pliego de condiciones que publicó el Gobierno regional, señaló también que la empresa que finalmente se adjudicase la labor de “captación” de patrocinadores, se llevaría un 10% de las aportaciones de las entidades que colaborasen para llevar a cabo la celebración de la Cumbre. El evento cuenta en esta edición con un presupuesto ligeramente mayor, pasando de significar un gasto de 726.000 euros a 798.600 euros.

A pesar del compromiso que el Gobierno ha publicitado por su parte con el sector, el Ejecutivo regional ha tomado decisiones drásticas referentes a la institución del sector vitivinicola en la región. En este sentido, se puede citar el cierre de la Estación de Viticultura de Alcázar de San Juan, una institución histórica en la región, que se había mantenido por ocho décadas. La justificación del cierre fue “el ajuste presupuestario” y la “optimización de recursos”, lo que fue criticado desde medios profesionales del sector, que pusieron en duda el compromiso de la Administración con el sector. El Instituto de la Vid, en Tomelloso, ha sufrido también un desmantelamiento paulatino, que ha sido también criticado por el sector profesional del vino, al reducir drásticamente el presupuesto entre 2011 y 2013, hasta llegar a un 87% menos.

María Dolores de Cospedal ha señalado que es parte de una “vocación muy importante” la valoración del sector del vino en la región, señalando que lo que importa ahora es “contar a los cuatro vientos” que la región no sólo es el “gran viñedo del mundo” en extensión, sino también una de las regiones que mejor vino hace del mundo. En este sentido, Cospedal, señaló que más de la vitad del vino que se produce en la región, más de la producción de Estados Unidos, se realiza en Castilla-La Mancha. Sin embargo, hay que tener también en cuenta que, debido a la gran cantidad de producción en granel, los beneficios que reporta el sector sólo llegan al 22% de la producción nacional. “Sigo convencida del enorme potencial del sector”, señaló Cospedal.

La oposición en la región manifestó desde el principio su dudas ante el evento. Emiliano García-Page exigió a la Administración regional que explicase “quién se lleva el dinero de la promoción y de lo que cuesta” el evento que se celebra en Toledo. Page señaló que las cuentas de la II Cumbre Internacional del Vino deberían hacerse públicas, y lamentó además que, finalmente, esto fuese una “reunión de Cospedal que vale 800.000 euros”.

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