Con gran experiencia docente y en el terreno de las artes a sus espaldas, Miguel Mula Soler (Águilas, Murcia, 1969) acaba de embarcarse en una nueva aventura: la dirección de la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla-La Mancha, con sede en Cuenca y que echará a andar el próximo curso con la especialidad de Interpretación. Licenciado en Filología Hispánica, es profesor de Secundaria –lleva en Cuenca desde 2005– y en los últimos siete años también ha dado clases en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Con este bagaje, para el nuevo reto que asume espera aportar sus conocimientos, su formación artística, su capacidad de trabajo y, sobre todo, su gran entusiasmo.
El hasta ahora profesor de Lengua y Literatura en la Escuela de Arte Cruz Novillo también ha visto recientemente como su primer texto teatral, ‘Un retablo. Un sueño’, que gira en torno al conocido retablo de la capilla de la Asunción de la iglesia parroquial de Villaescusa de Haro, se hacía realidad en las tablas del Teatro Auditorio. De todas formas, se confiesa poeta por encima de todo: “Mi verdadero oficio es la poesía. Aunque le dedique menos tiempo es en lo que tengo la conciencia siempre puesta”.
Enhorabuena por el nombramiento. ¿Qué le supone?
Una doble consecuencia. Por un lado, alegría y sensación de aventura porque es algo nuevo, muy interesante y que tiene vida pero, por otro lado, me produce cierto vértigo y desasosiego porque creo que es un reto difícil.
¿Por qué?
Es un centro nuevo y en la región no hay todavía una legislación específica para él. Vamos a trabajar con normativa paralela. Y por otro lado, no hay bolsas de trabajo para el profesorado de Arte Dramático en Castilla-La Mancha. Hay que crear estos nuevos puestos y las bolsas. Se hará por medio de profesores especialistas aunque es un sistema provisional. Todavía no sé con quién voy a trabajar.
¿Qué objetivos se plantea en esta nueva etapa?
Por un lado, atender la parte administrativa de la Escuela con la mayor calidad posible. Esa es mi función como director, la parte técnica. Pero también quiero crear junto con el profesorado un proyecto estético común para que el centro pueda trabajar en un campo que le permita darse a conocer en toda España, intentando completar la formación con talleres o laboratorios que impartan grandes especialistas, gente de renombre que le pueda dar también un nombre a la Escuela. Y hacer también cursos de verano para que puedan venir alumnos de otras escuelas de Madrid, de Valencia... a un laboratorio especial que se cree aquí, con una estética y un tipo de trabajo concretos. Pero eso no lo puedo hacer hasta que no tenga una plantilla.
Quiero crear junto con el profesorado un proyecto estético común y ofrecer laboratorios que imparta gente de renombre
¿Con cuántos alumnos y profesores arranca el centro?
Este primer curso, se espera que haya siete docentes y 24 alumnos. Cada año se abrirían otras 24 plazas hasta completar los cuatro cursos. En total, serán cien estudiantes. Si hubiese demanda, quizás se podría abrir algún grupo más. Y, por otro lado, con el tiempo, quizás se imparta una segunda titulación y, si las cosas van bien, también se ofrecerá la especialidad de Dirección Escénica.
¿Qué va a suponer para Cuenca este nuevo centro?
Se espera que vengan cien alumnos de toda España en cada promoción. Es un número importante de estudiantes que vendrán de fuera con intereses artísticos, lo cual, sin duda, no solo van a permitir que la Escuela traiga o cree montajes teatrales interesantes sino que seguro que ellos mismos por su cuenta van a participar en actividades culturales. Y lo mismo espero del profesorado. Al principio serán pocos pero llegará un momento en que habrá unos 17.
Y si se imparte también en un futuro la titulación de Dirección Escénica, eso va a permitir que personas no ya jóvenes sino mayores que tienen especial interés en el teatro puedan profundizar en este ámbito y hagan teatro en Cuenca. Con lo cual, estoy convencido en que esta Escuela va a redundar en la cantidad de espectáculos escénicos que haya en la ciudad no solo teatro sino todo tipo de espectáculos escénicos, musicales, coros... Va a repercutir en general en todo el tejido cultural de Cuenca.
El Gobierno regional eligió Cuenca para albergar este centro porque la ciudad cuenta con gran tradición artística...
Entiendo que la decisión tiene que ver con la tradición cultural y teatral que ha habido en Cuenca. En los años setenta, en la época del teatro independiente, hubo una actividad interesante. Es una ciudad cultural y teatral importante y tiene una Facultad de Bellas Artes, con la que espero que podamos colaborar desde esta Escuela, que va a ser un complemento muy bueno para todo el movimiento cultural que tiene Cuenca actualmente, independientemente de la tradición teatral que haya tenido.
Un deseo para este primer curso
Que los alumnos de este primer curso de la Escuela se sientan orgullosos de haber decidido estudiar en Cuenca y que sientan que están siendo preparados de verdad para el mundo real de las artes escénicas.
Espero que la aventura vaya a buen puerto. Pienso que va a ser muy interesante este centro.
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