Down Toledo celebra con música y talleres que la vida “no va de cromosomas”
Un stand para la exposición y venta de artículos de todo tipo, música, talleres y mucha diversión son algunas de las actividades que la asociación Down Toledo ha programado en la Plaza de Zocodover de Toledo para conmemorar el Día Mundial del Síndrome de Down. Con ello, quiere reivindicar que “la vida no va de cromosomas” y que este colectivo no desea ningún tipo de “compasión” sino que se respete su espacio en la sociedad como ciudadanos de pleno derecho.
Las actividades se sucederán durante toda la mañana y, además de los miembros de la asociación y de sus familias, están abiertas a todos aquellos que deseen participar y compartir diversión. En el stand montado con motivo de esta celebración se venderán algunos de los artículos realizados por los miembros del Centro Ocupacional.
Al mediodía se leerá el manifiesto que todas las asociaciones de España han consensuado, encabezado por el lema ‘La vida no va de cromosomas’. En el mismo se establece que las personas con Síndrome de Down son un ejemplo de la diversidad de la humanidad, donde “la discapacidad es una parte indisociable y a la que contribuye de manera positiva”, por lo que “nos sentimos orgullosos de aportar nuestra forma de ser al conjunto de la sociedad”.
“No existe un ser humano perfecto, libre de anomalías o de imperfecciones genéticas. Y nos negamos a aceptar que la felicidad o la dignidad del ser humano se centren en la búsqueda de ese ideal genético. No hay mayor ejemplo de superación ética que la que surge al tratar la fragilidad, la vulnerabilidad y la fugacidad del ser humano, por ser quien es”, añade.
Por todo ello, desde esta asociación piden que la sociedad se haga “más fuerte y valiosa”, admitiendo la diversidad en su seno. Destaca que las familias de las personas con este síndrome son “todo un ejemplo de que la vulnerabilidad y la dependencia son un valor humano en sí mismo”.
Ensalza así el que “la felicidad no descansa en las dificultades que nos impone el destino al nacer” y “que una vida plena depende de lo que estemos dispuestos a luchar y a vivir por ella y que esa biografía nunca estará escrita de antemano, marcada por nuestra discapacidad, nuestro género, nuestra edad o nuestra naturaleza genética”.