La economía castellano-manchega se mantiene en un crecimiento “estable y sólido”, a pesar del déficit
Optimismo, sí, pero siempre “moderado”. Es la conclusión del primer Termómetro Económico de este 2018, que ha presentado la Universidad de Castilla-La Mancha junto a la Fundación Caja Castilla-La Mancha. La vicerrectora de Internacionalización y Formación Permanente de la UCLM, Fátima Guadamillas, ha señalado que se repite la tónica de los trimestres anteriores, de un crecimiento que no se detiene pero se mantiene bajo la media nacional, un “buen” comportamiento de los servicios y el consumo interno, pero también un “repunte” del desempleo en Castilla-La Mancha. En esta ocasión, el Termómetro contó con la colaboración de dos emprendedores del sector del automóvil , debido a la industria que existe en la región.
El director de la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha, Vicente Muñoz Almagro, explicó que “si se ve el crecimiento de la venta de automóviles nuevos se puede hacer una predicción de lo que va a ser la economía” y, por eso, se ha elegido el sector que tiene críticas por “poco innovador” o “inmovilista”, siempre, eso sí, “cargadas de optimismo”. Sin embargo, Muñoz también señaló que se trata de una esperanza “contenida”. “Hay que ser prudentes y mirar otros niveles, como el índice de confianza empresarial. Nos da la sensación de que vamos bien y tenemos un futuro esperanzador”, remató.
En este sentido, recordó que existe todavía un “dato terrible” entre las cifras ofrecidas por el Termómetro Económico, que es el déficit. “Castilla-La Mancha es la segunda comunidad con peores cifras de déficit público de España, por detrás de Cataluña”.
“Bastante estable y sólido”
Por su parte, el profesor Mario Donate, director del Termómetro Económico, explicó en detalle las cifras de la macroeconomía castellano-manchega, reiterando que su crecimiento es “estable y sólido”. Destacó, así, la evolución de los servicios, “muy positiva” lo que se une, eso sí, a un estancamiento de la actividad industrial, si bien es “ligero”. “ Es el consumo interno el que tira por parte de la economía castellano-manchega”, recalcó, lo que se une, a su vez, a un crecimiento ralentizado de las exportaciones.
Aunque el índice de confianza empresarial a caído en relación al último trimestre de 2017, sigue siendo “superior” en términos interanuales. “Partimos de un trimestre anterior con actividad industrial menor debido a la época navideña, por lo tanto es normal”, explicó Donate, que también explica así el crecimiento del desempleo en relación al último trimestre del año pasado.
En cuanto al déficit, Donate ha destacado en varias ocasiones que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, AIRef, prevé que este año se cumplirá el objetivo. El mes de febrero de este año cerró con 93 millones de euros de déficit, 0,5 puntos menos respecto al del último trimestre de 2017, mientras que la deuda en el último trimestre de 2017 cae una décima respecto al anterior y se sitúa en 14.430 millones, un 36 por ciento del PIB.
Por último, el director del Termómetro Económico, ha señalado que sí se puede observar un cambio de tendencia en la economía castellano-manchega, si bien son “pequeños”. “Cuesta mucho trabajar y cambiar la estructura económica de la región. Es difícil cambiar de un día para otro”, aseguró. Por eso, insistió, se debe mantener un optimismo “moderado”, que se basa en una tendencia de crecimiento económico que se encadena ya en los últimos 13 trimestres.
