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Un estudio visibiliza las carencias de la provincia de Cuenca en movilidad eléctrica

Andrés Montero, ingeniero industrial conquense

Las Noticias de Cuenca

Miguel A. Ramón —

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La escasa implantación de la movilidad eléctrica en la capital conquense, en especial, en la puesta en servicio de puntos de recarga para este tipo de vehículos, la sitúa en el vagón de cola de la revolución tecnológica y ecológica que se está produciendo en el resto del país.

Ésta es una de las conclusiones a las que ha llegado el joven conquense, Andrés Montero, en su Trabajo Final de Máster (TFM) en Ingeniería Industrial por la Universidad Politécnica de Valencia y en Ingeniería Eléctrica por la Politecnico di Milano (Italia), que se ha centrado en un estudio de la viabilidad sobre el uso del vehículo eléctrico en Cuenca.

Y es que, tal y como recoge en este trabajo, el retraso de la implantación de este tipo de infraestructuras en Cuenca y provincia es más que evidente no solo frente a grandes ciudades, como Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla y toda la zona costera, sino también con respecto a otros territorios del país.

Una situación que, a su juicio, es necesario revertir cuanto antes con el fin de no perder este tren y evitar el aislamiento de Cuenca y provincia ante esta imparable carrera de la movilidad sostenible hacia la desaparición de los coches de gasolina y diésel en el horizonte del 2050, tal y como se recoge en la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que está a punto de aprobarse.

Para ello sugiere una seria apuesta por la electrificación del parque móvil conquense, al tiempo que se genere una infraestructura acorde con el fin de garantizar la utilidad y viabilidad de este tipo de vehículos y, en consecuencia, de la movilidad sostenible.

“Solo un coche de alta gama podría realizar el viaje a Madrid o Valencia sin tener que parar”

En este Trabajo Final de Máster, este joven de 25 años natural de Fuentes que realiza un doctorado en la Universidad Carlos III de Madrid, ha abordado un análisis de la situación de la movilidad eléctrica en la capital conquense en los meses de marzo y abril, una simulación de viajes en cuatro tipos de vehículos eléctricos desde Cuenca a Madrid, Valencia y Toledo y una propuesta de nuevos puntos de recarga necesarios para garantizar la movilidad eléctrica en estos tres trayectos.

Este estudio pone de manifiesto el hecho de que en la capital existen un total de once puntos de recarga eléctrica, de los cuales solo uno es de acceso libre y el resto es para clientes de los distintos establecimientos que han apostado por poner en marcha una infraestructura de este tipo como un servicio más. Algo a todas luces deficitario, en opinión de este ingeniero industrial, que se hace más patente, si cabe, cuando se habla de realizar trayectos a otras capitales de provincia próximas.

Para ello, ha llevado a cabo la simulación de cómo sería viajar en coche eléctrico desde Cuenca a Madrid, Valencia y Toledo. Tres trayectos que se realizarían con cuatro tipos de vehículos eléctricos, desde uno menos potente con una batería de 16 kWh de capacidad y un precio de 20.000 euros hasta uno de alta gama, con 100 kWh de batería y un precio de 113.000 euros, pasando por dos de gama media, uno con una batería de 40 kWh de capacidad y otro de 42,2 kWh, y unos precios que rondan los 40.000 euros.

Con el vehículo de menor potencia no se podría realizar ninguno de los tres trayectos, puesto que cuenta con una autonomía de poco más de 40 kilómetros y para ir a Madrid o Toledo no hay una electrolinera hasta Tarancón, a 82 kilómetros de la capital, y en el itinerario a Valencia, por Almodóvar del Pinar, Campillo de Altobuey y Minglanilla, hay que llegar a Utiel para encontrar el primer punto de recarga eléctrica.

En el caso de los vehículos de gama media, sí se podrian viajar a las tres capitales, aunque eso si siempre y cuando se realizara una parada para recargar. Tan solo el turismo de gama alta garantizaría los tres viajes sin necesidad de hacer alguna parada.

En consecuencia y con el fin de garantizar que cualquier vehículo eléctrico, fuera de la potencia que fuera, pudiera ser viable a la hora de realizar estos viajes, Montero propone en este TFM la puesta en servicio de electrolineras en Naharros y Carrascosa del Campo en el itinerario a Madrid y Toledo, mientras que en el trayecto a Valencia cree necesarios puntos de recarga en Almodóvar del Pinar y en el polígono industrial de Minglanilla.

Y es que, en opinión del autor del estudio, merece la pena llevar a cabo las acciones oportunas para posibilitar el uso del vehículo eléctrico no solo para combatir el cambio climático, sino también por su menor coste, una vez se haya adquirido, ya que, por ejemplo, el viaje de ida y vuelta a cualquiera de las mencionadas ciudades sería inferior a los 20 euros.

La situación en Cuenca capital

Este trabajo pone de manifiesto que Cuenca capital es deficitaria en infraestructuras de recarga. Y es que de las once existentes, según este estudio, solo una es de acceso libre, concretamente, la electrolinera instalada en la estación de servicio de Avia en la avenida Reyes Católicos.

El resto se han concebido para el uso de clientes, puesto que se han puesto en funcionamiento por establecimientos como hoteles, aparcamientos públicos, concesionarios e, incluso, un supermercado. Y, además, en la zona de influencia de la capital tan solo hay dos puntos de recarga y son para clientes de los establecimientos en cuestión.

En consecuencia, el autor del estudio indica que, a tenor de esta situación, en la actualidad solo resulta viable tener un coche eléctrico para circular por la capital, ya que en cuanto se quisiera ir a otro destino, tanto dentro de la provincia como fuera de ella, dependería, y mucho, de la autonomía del vehículo, a lo que habría que sumar el hándicap de la potencia de los puntos de recarga, que en su mayoría no es muy alta, lo que prolonga en demasía el tiempo de carga y hace más inviable el uso de este tipo de vehículos. Lo ideal es que la electrolinera tenga una potencia de unos 50 kW, asegura, como ocurre con dos de los puntos de la capital.

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