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ENTREVISTA | Ignacio García

“Va a ser inevitable la conexión de lo que suceda en los escenarios con lo que hemos vivido estos meses”

Ignacio García FOTO: Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro

Teresa Sánchez Garzón

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Almagro última los detalles para celebrar su edición más especial del Festival Internacional de Teatro Clásico. Bajo el lema ‘De mil gustos de amor, el alma llena’ del 14 al 26 de julio tendrá lugar esta importante cita cultural, garantizando la seguridad sanitaria, de acuerdo a la normativa, a trabajadores, compañías y público.

Ignacio García asume su tercer año como director del Festival y lo hace con mucha ilusión tras meses de incertidumbre sobre si se podría celebrar o no este evento cultural. Se trata de una edición especial en la que se han reducido los días de exhibición, los espacios y el número de representaciones debido al estado de emergencia sanitaria.

¿Cómo definiría esta edición del Festival?

Es una edición gourmet, con mucha calidad pero con un tamaño mucho más reducido. Es una edición de supervivencia. El arte y la cultura tienen que sobrevivir en estos momentos difíciles y nos tienen que orientar para saber cómo queremos sobrevivir y a qué no queremos renunciar de lo que somos, como cultura y como sensibilidad.

¿Cómo has vivido a nivel personal toda esta etapa, con la incertidumbre de la celebración del Festival?

En los momentos más difíciles era complicado pensar en el Festival como una prioridad porque la seguridad sanitaria y lo que iba pasando era tremendo y al mismo tiempo, había una enorme incertidumbre, se cancelaban festivales importantes en toda Europa y sí ha habido momentos en los que parecía muy difícil que el Festival se realizara. 

Hay que agradecer a dos pilares que han hecho posible este Festival: el Patronato y el equipo. Ha habido que hacer muchas variaciones, cambiar lo internacional, renunciar a los espacios que entrañaban más peligro desde el punto de vista sanitario, reducir las fechas para retrasar y esperar al momento en el que la pandemia ya estuviera más mitigada. Muchos condicionantes que nos iban afectado y que iban cambiando la configuración del Festival y exigía un trabajo de reajuste y creo que todo ese trabajo es lo que nos ha permitido que esta edición se celebre.

Lo he vivido con incertidumbre pero intentando mantener la serenidad y la esperanza. Ahora lo estamos viviendo con una enorme felicidad y con mucha emoción. Creo que el reencuentro va a ser de enorme emoción. Creo que el público va a vivir cosas que nunca ha vivido, y los actores que nunca han pasado un periodo tan largo sin encontrarse con el público, lo que van a vivir va a ser único.

Una vez que se decide celebrar el Festival. ¿Qué elementos no podían faltar en esta edición?

No podía faltar la voz de los clásicos reflexionando sobre lo que somos como sociedad y como cultura y no podía faltar el ADN del Festival que está hecho de autores y autoras, un espíritu paritario en el que llevamos años trabajando.

Tampoco podía faltar la presencia de los diferentes géneros como la comedia y el drama porque después de un drama como el que hemos vivido necesitamos el drama para pensar pero necesitamos también la comedia para reír y para aliviar las penas de la vida. Tampoco podía faltar la mística que es muy importante porque es el elemento del espíritu ni la picaresca porque tiene que ver con nuestra identidad. 

El Festival se ha reducido en tamaño pero no se ha reducido ni en profundidad ni en importancia de la ideas. Es una versión más pequeña pero con la misma fuerza y la misma contundencia y ese ha sido un trabajo muy laborioso.

Creo que al final el programa que tenemos, con grandísimos nombres de la escena, con grandes compañías, va a hacer que Almagro sea lo que fue siempre, la Reserva Natural del Siglo de Oro y que los espectadores que vengan se encuentren lo que siempre se han encontrado, aunque lo vivamos este año más tranquilo, con aforos más limitados y con un escalamiento de los horarios para que no coincida todo el público a la misma hora. Estamos intentando no renunciar a nada de lo esencial pero que lo hagamos con mucho más cuidado. 

¿Qué destacaría de los espacios donde se va a celebrar el Festival?

Este año habrá espectáculos en el Corral de Comedias, buque insignia de la cita teatral manchega; en el Teatro Adolfo Marsillach (antiguo Hospital de San Juan), sede veraniega de la Compañía Nacional de Teatro Clásico; en la Antigua Universidad Renacentista de Almagro (AUREA), espacio cerrado y climatizado; y en el Palacio de los Oviedo, antiguo cine de verano recuperado como espacio escénico hace dos años.

El descartar los espacios más pequeños tiene que ver con esa imposibilidad de mantener las distancias de seguridad. Eso ha supuesto muchos sacrificios, por ejemplo, el Almagro Off, el certamen que es tan importante para nosotros, ha tenido que aplazarse porque este año no se podía celebrar en El Silo porque no era un espacio adecuado. Se han primado los espacios al aire libre.

¿Por qué se ha elegido el lema de este año ‘De mil gustos de amor, el alma llena’?

Creemos que es lo que la gente necesita en este momento después de tanto disgusto y sufrimiento. Además es un verso precioso de María de Zayas, y rinde homenaje una vez más a las mujeres que tan importantes son en nuestra visión del Siglo de Oro. Además ese es el patrimonio que queremos que la gente se lleve de Almagro. Llevarse el alma llena de mil gustos de amor, de mil placeres, de mil encuentros con las ideas, con los artistas, con la poesía y con la belleza. 

¿Se ve reflejado en esta edición algo de todo lo que hemos pasado estos meses?

En todo se va a ver reflejado por dos razones porque tanto artistas como espectadores lo hemos vivido y cualquier referencia del Siglo de Oro va a tener una significación distinta. La libertad después de un tiempo que hemos estado confinados tiene otro valor, al igual que la solidaridad o la cercanía. Va a ser inevitable la conexión de lo que suceda en los escenarios con lo que hemos vivido, tanto para los artistas como para los espectadores. 

Además hay algunos espectáculos que se han ensayado virtualmente durante la pandemia o que se han pensado durante la pandemia de manera que está muy presente. 

Por primera vez en la historia del Festival este año la comunidad autónoma invitada es Valencia. ¿Por qué?

Valencia es una comunidad que tiene una enorme importancia en el Siglo de Oro. La escritura del Siglo de Oro valenciano, que es un poco anterior al castellano es fundamental. De ahí viene una visión de lo espiritual o una visión de la novela de caballerías a la que alude El Quijote.

También las formas que llegan desde el renacimiento italiano llegan por el mar y llegan a tierras valencianas. Muchas de las cosas que comprendemos como propias del Siglo de Oro en realidad son importaciones que llegaron a través de Valencia y que el espíritu valenciano reformó.

Además creo q es un muy buen inicio para un camino en el que, igual que hemos abierto el Siglo de Oro a América y a otras visiones que llegan desde allí, también las visiones que en otros territorios de España y en otras lenguas tiene nos ayudan a tener una visión más amplia y más plural del Siglo de Oro. 

¿Cuál está siendo la respuesta del público y cómo va la venta de entradas?

Está siendo impresionante, va muy bien lo que demuestra que el público tenía ganas de regresar a la vida cultural y a la vida teatral y a la vida plena. Hemos renunciado a muchas cosas por necesidad durante un tiempo porque era más importante el bien común y cuidar a los demás pero ahora que estamos regresando queremos que sea de forma plena. El público está respondiendo de una manera ejemplar.

Es su tercer año como director del Festival. ¿Cómo lo afronta?

Nos ha tocado esta circunstancia y creo que también parte del empeño es estar en las buenas y en las malas y poder reaccionar como equipo en una situación tan adversa como esta y tener la satisfacción de haber conseguido que el Festival también se haga este año. 

Ana Belén será reconocida con el XX Premio Corral de Comedias del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. ¿Qué destacaría de ella?

Es una actriz formidable. Todos conocemos su enorme trayectoria cinematográfica y teatral. Es una actriz con una personalidad impresionante, con un cuidado de la palabra formidable, con una formación inmensa y muy valiente. En Almagro ha dejado una huella imborrable, como por ejemplo con la legendaria ‘La hija del aire’ que hizo bajo la dirección de Lluis Pascual.

Es un honor para el Festival otorgar este premio a Ana Belén. Ha sido una decisión unánime de todo el Patronato y creemos que es un gran arranque para esta edición tan especial y tan peculiar y que va a suponer el reencuentro entre el público y el escenario. Un personaje tan querido como Ana Belén es el pistoletazo de salida ideal para este Festival.

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