‘Gente Corriente’ consiguiendo un mundo más justo
¿Qué es la gente corriente? Puede ser la que no destaca por nada en especial o también las personas como fuente de energía. En cualquier caso, es la gente a la que la Coordinadora de ONGD de Castilla-La Mancha quiere dirigirse con la inauguración de su instalación itinerante que lleva ese nombre, y que forma parte de la finalización del proyecto ‘Construyendo un Mundo Solidario’. Se trata de una iniciativa de fortalecimiento de las ONG dedicadas al desarrollo, realizada a través de la plasmación artística de esta idea, para que la gente tome conciencia de que puede participar de la transformación de la realidad más cercana a través de las organizaciones de la sociedad civil que colaboran con los países más empobrecidos.
“Con ello queremos poner en valor los pequeños actos que la gente corriente en un momento de su vida realiza y que transforman poco a poco la realidad para construir un mundo más justo donde todas las personas vivan con dignidad”, explica la presidenta de la Coordinadora, Sagrario Camino.
La exposición ha hecho su primera parada en el Centro Social Benquerencia de Toledo y desde ahí viajará por toda la región en aras de esa concienciación social y de esa búsqueda de colaboración. En la misma, el mecanismo se inicia a través una pesa con un tope que mueve un juego de péndulos, que a su vez generan el movimiento de un barco por el agua, que permite que una planta sea regada y que una taza de leche se vuelque provocando un efecto dominó de libros que generan por su parte el contrapeso de una polea.
Se trata de un proceso de energía que simboliza esa “corriente” de energía entre las personas que desde el nacimiento de los movimientos sociales y solidarios han conseguido transformar el mundo. Toda la instalación está acompañada de paneles con la explicación de diversos logros conseguidos tanto por las ONG para el desarrollo como por personas particulares que cambiaron el rumbo de la historia.
Se rinde así también homenaje a gente con nombre y apellidos como Rosa Parks, la mujer negra que se negó a ceder su asiento en un autobús a un hombre blanco; Kaylash Satyarthi, que logró liberar a 80.000 niños esclavos en la India; Wangari Maathai, quien llegó a plantar hasta 47 millones de árboles en Kenia; Malala Yousafzai, símbolo mundial del derecho a la educación en todo el mundo; o la española Concepción Arenal, quien en 1841 se vistió de hombre para poder estudiar en la universidad.
Los logros conseguidos desde el inicio de la cooperación al desarrollo
A estos rostros conocidos se unen los objetivos conseguidos durante décadas por esta gente corriente. El sufragio femenino, la erradicación de parte de la mortalidad infantil en todo el mundo, la reducción casi total del precio de los medicamentos contra el VIH, o que la cooperación al desarrollo se haya convertido en una acción transversal y necesaria en todo el mundo, son solo un ejemplo concreto de toda esa trayectoria.
La Coordinadora regional de ONGD, que se encuentra celebrando sus 20 años de existencia, considera no obstante que todos estos objetivos demuestran que aún queda mucho por hacer. Por eso la instalación también insta a sus visitantes a que con sus actos cotidianos contribuyan a seguir construyendo un mundo mejor. Ese poder reside en acciones muy sencillas como formar parte de la banca ética, contratar la energía con cooperativas de consumo de energía verde, evitar los plásticos lo máximo posible y cuidar el agua como un bien público esencial.
Por último, en la exposición ‘Gente Corriente’ se aportan al final una serie de orientaciones para formar parte de esa energía como ser voluntario de una ONG, asociación o movimiento social, partiendo del hecho de “nadie sobra en este cambio necesario y urgente”. El recorrido finaliza ofreciendo al visitante una papeleta para rellenar, y que es introducida en una urna, la misma que con su peso ejerce la fuerza necesaria para volver a poner en marcha todo el mecanismo de energías conectadas.
