Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
ENTREVISTA

José Ignacio Chacón, oncólogo: “El cáncer en buena medida no se previene, es importante hacer un diagnóstico precoz”

José Ignacio Chacón

Fidel Manjavacas

0

Según el último informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), los cánceres más frecuentemente diagnosticados en España en 2022 serán los de colon y recto, unos 43.370 casos nuevos. No obstante, en hombres será el de próstata en primer lugar y en mujeres el de mama. Se trata de una enfermedad en la que resulta “muy importante hacer un diagnóstico precoz” ya que “en buena medida no se previene”.

Así lo apunta en una entrevista con Toledodiario.es el oncólogo José Ignacio Chacón, profesional del servicio de Oncología del Hospital Universitario de Toledo, desde donde desarrolla su actividad desde hace ya tres décadas. Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, charlamos con este especialista para conocer cómo ha evolucionado el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad en los últimos años o el impacto que está teniendo el uso de nuevas técnicas como la inmunoterapia.

Además, preguntamos por cómo ha afectado la pandemia al paciente oncológico y si ha provocado el retraso en la aplicación de tratamientos o en intervenciones quirúrgicas. El doctor nos habla también de lo que supone el traslado del nuevo hospital en su especialidad o de lo importante que es la comunicación entre el profesional y el paciente para abordar esta patología.

Este viernes 4 de febrero se celebra un nuevo Día Mundial Contra el Cáncer. Puede dar la sensación en la sociedad de que se trata de una enfermedad aleatoria que nos puede tocar a cualquiera pero, ¿qué se puede hacer para prevenirla?

Creo que en el cáncer tenemos que dejar de hablar de prevención porque en buena medida no se previene. Se pueden evitar los factores que lo provocan o que lo inducen, básicamente el tabaco, pero creo que más importante que hablar de prevención es hacerlo de diagnóstico precoz. El cáncer de mama es el más frecuente en la mujer, sabemos que puede haber factores de riesgo como que la ventana estrogénica sea muy amplía, pero no podemos hacer nada para prevenirlo como no sea una mastectomía preventiva. Es importante y más útil hablar de diagnóstico precoz que de prevención.

Hay que dejar de fumar, eso está fuera de toda duda. El tabaco es el gran inductor del cáncer, no solo del de pulmón sino de otras muchas localizaciones como el cuello, el páncreas, la vejiga... El tabaco produce como el 40 o 50% de los cánceres. Dejar de fumar disminuye el riesgo a partir de los diez años, cuando equiparas tu riesgo con quien no ha fumado nunca. Eso sí es prevenir el cáncer, pero fuera de eso no hay manera de prevenirlo porque aparece cuando aparece.

Lo que sí se puede hacer es un diagnóstico precoz, y es muy importante porque muchas veces es la diferencia entre curarlo con cirugías o no poder hacerlo porque el tumor está extendido de manera muy avanzada. Cuando alguien tenga un bulto que no sepa lo que es, que consulte con su médico y que este le mande a los equipos de diagnóstico previstos para estos casos.

El tabaco produce entre un 40% y un 50% de los cánceres

¿Cómo han evolucionado las técnicas diagnósticas y el tratamiento de esta enfermedad? ¿Han mejorado en los últimos años?

Las técnicas diagnósticas han mejorado una barbaridad. Llevo 35 años dedicado a la Medicina y 30 a la Oncología. No tiene nada que ver cómo se vivían las cosas cuando yo llegué en 1991 a Toledo y lo que sucede ahora. En esa época, cuando alguien nos hacía una hoja de consulta lo primero que mirábamos era la edad, y si pasaba de 65 años decíamos que el paciente enfermo era para cuidados paliativos. En este momento, desde el punto de vista oncológico, un paciente de 65 años es una persona joven.

Se hacían cirugías super agresivas como mastectomías radicales que dejaban a la persona inválida para muchas cosas. Por ejemplo, se hacían disecciones axilares en las que cuantos más ganglios sacaras, mejor, y luego eso producía muchos problemas. Eran los años 80 y 90. Ahora hacemos cirugías mínimas, en la sección del tumor con un centímetro de margen. también hay tumores de pulmón que se pueden tratar con cirugías conservadoras porque hay tratamientos eficaces.

En estos últimos 30 años el diagnóstico y el tratamiento del cáncer, afortunadamente, ha evolucionado una bestialidad, y así esperamos que siga siéndolo. Dicho sea de paso, eso solo tiene un motivo que es: investigación, investigación e investigación. Es esencial.

En estos últimos 30 años el diagnóstico y el tratamiento del cáncer, afortunadamente, ha evolucionado una bestialidad, y así esperamos que siga siéndolo. Eso solo tiene un motivo, que es: investigación, investigación e investigación

Entre estos avances se encuentra la inmunoterapia. ¿Cuál está siendo el impacto de esta técnica en la supervivencia del paciente oncológico a largo plazo?

La inmunoterapia es una nueva técnica terapéutica que lleva en actividad aproximadamente desde el 2015, unos 5 o 6 años. Ha revolucionado las opciones terapéuticas de algunos tumores, pero solo de algunos. Es decir, hoy en día un melanoma metastásico es un tumor que con inmunoterapia puede ir muy bien y puede prolongar la vida del paciente, mientras que hace 10 o 15 años las personas con ese tumor fallecían.

El cáncer de pulmón es otro de los tumores que más ha evolucionado con la inmunoterapia, pero no todos los cánceres de pulmón responden a ella. Hay factores que todavía ignoramos. Conocemos algunos biomarcadores que podemos utilizar, como mutaciones o alteraciones de algunos genes que sabemos que, si han mutado, el tumor va a responder bien a la inmunoterapia. Pero otros, en la mayoría, la inmunoterapia no sirve y no sabemos por qué.

En este momento la inmunoterapia está beneficiando a, aproximadamente, entre un 15 y un 20 % de todos los pacientes. No es una panacea ni un tratamiento maravilloso para todo el mundo. Lo es para algunos tumores y, dentro de ellos, para algunos pacientes. Lo importante es que todos aquellos en los que la inmunoterapia sea una oportunidad puedan recibirla, esa es la gran clave. Pero no puede considerarse ni un tratamiento universal ni que solucione las limitaciones en la oncología, que son las que son y que siguen ahí.

La inmunoterapia está beneficiando a, aproximadamente, entre un 15 y un 20 % de todos los pacientes

¿En qué consiste el modelo de Oncología de precisión? ¿Se está llevando a cabo en Toledo o se plantea poner en marcha?

La Oncología de precisión consiste en tratar los cánceres mirando las mejores posibilidades de tratamiento para cada uno, mirando los biomarcadores que nos dicen que este cáncer va a responder mejor a uno u otro tratamiento. En ese sentido, evidentemente, el Hospital Universitario de Toledo está absolutamente preparado para responder a estas expectativas.

Hablar de Oncología de precisión en términos generales es un error. No es una técnica diagnóstica ni terapéutica específica. Es, por ejemplo, tratar un cáncer de mama HER2 positivo con fármacos dirigidos a la diana que ese biomarcador tiene, que son importantísimos, o tratar un melanoma como una de las mutaciones para las que tenemos fármacos específicos.

No sirve tampoco para todos. La inmensa mayoría de pacientes y de tumores los seguimos tratando con técnicas de quimioterapia y de hormonoterapia, que son bastante inespecíficas porque no tenemos biomarcadores que nos permitan utilizar este o aquel fármaco. Cuando pones quimioterapia a un paciente estás poniendo un tratamiento inespecífico que sigue utilizando la técnica de tierra quemada, es decir, se lo carga todo, pero especialmente las células de los tumores porque son las que se reproducen más deprisa.

Otra cosa es que en ese escenario hayan aparecido y estén apareciendo, gracias a la investigación clínica, cada vez más tratamientos dirigidos a dianas terapéuticas específicas. En el cáncer de mama hay algunos tumores como los HER2 que han pasado de ser tumores con los que hace 15 años se morían rápido todas las pacientes y ahora son largas supervivientes que viven 10 o 12 años más y que se pueden morir de otra cosa.

Según el último informe de la Sociedad Española de Oncología Médica, los cánceres más frecuentemente diagnosticados en España en 2022 serán los de colon y recto, unos 43.370 casos nuevos. No obstante, en hombres será el de próstata en primer lugar y en mujeres el de mama. ¿Estas previsiones son extrapolables al Complejo Hospitalario de Toledo o hay alguna particularidad?

No hay ninguna particularidad. El de Toledo es un gran hospital en el que la población que atendemos de la provincia, muy elevada, de unos 450.000 habitantes, es una población estándar, de modo que las frecuencias de cánceres que atendemos son similares a las de toda la población. No hay grandes diferencias.

Hace unos días se publicaba el primer mapa de la mortalidad por cáncer en España y Portugal. Según recogió El País, el epidemiólogo Pablo Fernández Navarro, coordinador de la parte española, afirma que los patrones observados “sugieren la existencia de factores ambientales importantes”. ¿Qué valoración hace de dicho estudio?

Ese informe hay que leerlo muy despacio. Con muchos matices, tiene en cuenta efectivamente factores epidemiológicos, pero también ahí inciden factores como la precocidad del diagnóstico. Está comprobado que en las grandes ciudades el diagnóstico precoz es más frecuente que en comunidades rurales donde a lo mejor el hospital más cercano está a 70 kilómetros. Todo eso produce cambios en patrones de comportamiento de la gente que luego dan lugar a posibles cambios en la mortalidad.

En las comunidades autónomas españolas, desafortunadamente, el uso de fármacos oncológicos no es el mismo en todas partes. En algunas comunidades tienen limitados determinados fármacos, básicamente porque son más caros. Incluso esas diferencias suceden entre ciudades de la misma comunidad autónoma o entre hospitales. En este sentido, la Sociedad Española de Oncología Médica ha publicado varios informes sobre las discrepancias y las desigualdades en el acceso a fármacos oncológicos útiles que, sin duda, condicionan la mortalidad a largo plazo.

Por eso digo que ese informe, que es muy interesante, tiene demasiados matices como para darle un valor absoluto. La mortalidad en cáncer es un proceso complejo, incluso pueden darse diferencias por los servicios quirúrgicos. Está bastante comprobado que en un hospital que tenga un buen servicio de cirugía digestiva para hacer buenas técnicas de resección de cáncer páncreas, que es una técnica muy compleja, los pacientes viven más que los de otro que esté en la misma ciudad pero que su equipo quirúrgico no tenga la misma experiencia ni técnicas.

Está comprobado que en las grandes ciudades el diagnóstico precoz es más frecuente que en comunidades rurales

¿Cómo ha afectado la pandemia al paciente oncológico? ¿Ha retardado la COVID el diagnóstico de nuevos casos o ha impedido realizar tratamientos u operaciones en el Complejo Hospitalario de Toledo?

En el Complejo Hospitalario de Toledo tuvimos un par de situaciones puntuales en lo peor de la pandemia (entre abril y junio del 2020 y finales de 2021), en las que se tuvieron que retrasar o cancelar intervenciones quirúrgicas de algunos cánceres, pero se intentó que fueran las mínimas imprescindibles. Cuando se retrasaron cirugías era porque la situación de la pandemia era tan terrible que hacía imposible habilitar quirófanos.

Por otro lado, en muchas de esas situaciones, en los servicios de Oncología hicimos tratamientos atípicos como poner tratamientos hormonales cuando correspondía quimioterapia o de inmunoterapia cuando en condiciones normales no hubiéramos actuado así. Intentamos sustituir o paliar el retraso de una cirugía que estaba indicada por un tratamiento que era correcto pero que no estaba indicado porque lo suyo era la cirugía.

En todos los casos que se pudo se alivió la demora quirúrgica con tratamientos oncológicos correctos pero que no estaban indicados porque no era el momento de hacerlo. Ahí colaboró todo el mundo, como el servicio de Farmacia, que en el Hospital de Toledo es especialmente competente y colaborador con el servicio de Oncología.

Tuvimos un par de situaciones puntuales en lo peor de la pandemia en las que se tuvieron que retrasar o cancelar intervenciones quirúrgicas de algunos cánceres, pero se intentó que estas situaciones fueran las mínimas imprescindibles

Hace unos días se ha podido leer en distintos medios de comunicación que el Hospital Universitario de Toledo afronta una lista de espera para operaciones oncológicas “inadmisible” y, en este sentido, señalan que desde el Servicio de Cirugía General sólo se iban a programar operaciones de pacientes oncológicos desde finales del mes de enero. ¿Se da esta situación actualmente en el hospital?

Desconozco loa datos exactos por lo tanto sería imprudente por mí parte hablar de ella. Tendría que dirigirse a quien gestiona la listas de espera. En cuanto a pacientes que yo manejo, no soy consciente de que en este momento mis pacientes estén mal atendidos en cuanto a retrasos en cirugías que deben llevarse a cabo. Los hospitales nos organizamos y nos adaptamos a las situaciones de estrés asistencial programando antes o de otras muchas maneras. En cuanto a la gestión de la listas de espera, desconozco con exactitud su realidad y por lo tanto no soy la persona más indicada para responder. 

¿Qué ha supuesto el traslado al nuevo hospital para el funcionamiento del servicio de Oncología?

El traslado al nuevo hospital ha supuesto un cambio enorme. Venimos de un hospital viejo y absolutamente obsoleto y disfuncional y pasamos a un hospital muy grande y al que todavía nos estamos adaptando. Una estructura tan compleja como un hospital de nivel 3 necesita varios meses para estar bien engrasada. Hay cosas que reprogramar y otras que hay que hacer de nuevo porque probablemente hacíamos determinadas acciones con el único afán de adaptarnos a la situación que había.

Como ejemplo, en el viejo teníamos un Hospital de Día que se había quedado pequeño, con 25 puestos y 4 camas y los pacientes esperaban horas y horas para recibir los tratamientos porque no había dónde sentarles para ponérselos. Ahora hemos duplicado el número de puestos de tratamiento y triplicado el número de camas en el Hospital de Día. Así, los pacientes reciben el tratamiento mucho más deprisa. Ese simple detalle habla de una calidad totalmente distinta al tratamiento oncológico. El servicio de Rayos está en pleno montaje, que es esencial, y hemos pasado de 12 quirófanos a casi 30, lo que va a dar lugar a una capacidad quirúrgica totalmente diferente. No están todos todavía en marcha, a lo mejor hay que buscar más cirujanos, pero las posibilidades son mucho mayores.

Ha participado en la elaboración de la guía 'Seis razones para hablar con tu oncólogo'. ¿Cómo se enfrenta un profesional médico a ese momento en que le comunica a un paciente que padece cáncer? ¿Es clave una buena comunicación con el paciente para poder abordar la patología?

La comunicación es fundamental. Para mí como oncólogo, es uno de mis principales retos y atenciones. Siempre digo a los residentes, a los médicos jóvenes que estamos formando, que cuando entre un paciente nuevo en la consulta deje todo lo que esté haciendo y que le mire con atención, que se sienta atendido. Cuando un paciente llega a la consulta lo hace sabiendo que tiene un cáncer. Oncología no es una especialidad de primera atención sino de segunda, ya que alguien le ha dicho ya a ese paciente o a su familia que tiene un cáncer.

Por lo tanto, siempre recibimos a alguien con miedo, aterrado... y uno de mis grandes retos, que debo decir que consigo casi siempre. es que esa paciente que llega asustada, con cara de pánico, salga con una sonrisa de mi consulta, al menos con una sonrisa de cierta tranquilidad.

Otra frase que utilizo mucho cuando mis pacientes me piden disculpan pensando que me están entreteniendo es que 'nunca pierdo el tiempo con mis pacientes, siempre lo invierto'. Para mí hablar con mis pacientes es invertir mi tiempo, para eso estoy y es la razón de ser de mi profesión. Esta guía tiene toda la razón de ser desde este contexto. Habla con tu oncólogo, no solo no pasa nada, es lo que debes y lo que queremos que se haga.

Siempre digo a los residentes, a los médicos jóvenes que estamos formando, que cuando entre un paciente nuevo en la consulta deje todo lo que esté haciendo y que le mire con atención

Etiquetas
stats