El lince ‘Kungfú’ se desplaza a Andalucía
La monitorización´a través del fototrampeo y el radioseguimiento de los ejemplares de lince ibéricos que se han reintroducido en Andalucía y Castilla-La Mancha ha permitido que los técnicos de LIFE+Iberlince aseguren que existe un flujo de ejemplares entre las zonas de Guarrizas, en Andalucía, y el sur de Ciudad Real. Por tanto, se puede considerar la existencia de un único núcleo de población entre ambas regiones, según señala Europa Press.
El ejemplar ‘Kungfu’, uno de los ochos ejemplares soltados el año pasado, ha pasado a ya a territorio andaluz, dejando la región con menos de la mitad de los animales liberados el año pasado. Otros “andaluces”, como Helecho, Huelva, Hispania y Jazz, siguen a caballo entre las zonas de Andalucía y las castellanomanchegas. Se consigue así uno de los objetivos del proyecto para Andalucía, que pretendía conectar las áreas de reintroducción con la zona de presencia histórica de los animales.
Ocho ejemplares más se soltarán este año en Castilla-La Mancha, tal como ha señalado el proyecto y ha confirmado el director general de Montes y Espacios Naturales, Javier Gómez-Elvira. Los animales se ubicarán nuevamente en la provincia de Ciudad Real, y también en la zona de Montes de Toledo. Ahora, Gómez-Elvira señaló que no se ampliarán, por ahora, las zonas de presencia estable y reproductora. El director señaló que el trabajo de los agentes medioambientales es imprescindible, y que las demandas del cuerpo se han cumplido “en la medida de las posibilidades”. Gómez-Elvira señaló que la muerte de cuatro linces “no es desconcertante”, pero que sí es necesario redoblar esfuerzos para prevenir accidentes y muertes.
Ecologistas en Acción ha denunciado reiteradamente que la reintroducción de esta especie en Castilla-La Mancha, Andalucía y también Extremadura es de carácter “kamikaze”, ya que no se ha hecho frente de forma adecuada a los peligros como son los lazos o los atropellos. En este sentido, la organización ha señalado que es necesario que las Administraciones abandonen su postura, que han calificado como “complaciente”, y que se vuelvan exigentes para poder proteger adecuadamente la especie. Los ecologistas han asegurado que reintroducir el lince sin actuar sobre los problemas que ponen la especie en peligro es “una fórmula abocada al fracaso y el despilfarro”.