Un pueblo albaceteño dona el dinero de sus fiestas a los damnificados por el incendio en Molinicos
Vegallera es un municipio que pertenece a Molinicos y, tras los estragos del incendio que ha afectado a éste término municipal y el de Yeste, sus vecinos han decidido que la subvención que les llega desde Molinicos para realizar sus fiestas se quede en las arcas del consistorio para ayudar a los damnificados por el incendio. Se trata de un gesto solidario y generoso que han tomado los vecinos de la pedanía que han decidido colaborar, con lo que pueden para paliar los daños que ha provocado el fuego.
Tal y como han comunicado a través de un escrito de los vecinos, la subvención otorgada por el Ayuntamiento de Molinicos para las fiestas, que asciende a 819€ , “es donada y devuelta para ayuda de los afectados del incendio en concepto de alimentos, mantas, transporte o cualquier otra necesidad primaria que el Consistorio crea conveniente en estas circunstancias”.
En el mismo escrito aseguran que son muchos los vecinos de Vegallera que han preguntado cómo ayudar en estos duros días “que está viviendo nuestra Sierra y creemos que esta decisión satisfacerá a todos y nos hará sentir más orgullos de nuestra tierra”. El que hayan donado esta subvención no implica que los vecinos de Vegallera se queden sin sus fiestas patronales. De hecho las tendrán del 11 al 15 de agosto, como años atrás, aunque con un menor presupuesto.
La alcaldesa de Molinicos, María Dolores Serrano, ha querido agradecer públicamente este gesto desinteresado destacando que no es importante sólo por la “ayuda económica sino también, la muestra de afecto y cariño hacia el resto de vecinos afectados”. Los de Vegallera no han sido los únicos ya que, tal y como explica Serrano, todo el pueblo se ha volcado estos días para echar una mano con lo necesario para mitigar los efectos del incendio.
Vuelta a la normalidad
En Molinicos poco a poco se recupera la normalidad después de 10 días de miedo ante las consecuencias de un fuego que se ha llevado por delante más de 3000 hectáreas entre su término municipal y el de Yeste. Diez días en los que han tenido que alojar a los vecinos que salieron de sus casas en las pedanías más cercanas a las llamas, casi todos de avanzada edad. “Ahora quedan los rescoldos” dice la alcaldes que espera que en las próximas semanas puedan sentarse a valorar todos los daños que ha dejado el fuego a su paso.
