Pacto político-social de “vuelta a la normalidad” en Castilla-La Mancha
Aunque de nombre muy extenso, el objetivo es conciso y “determinante”. Los sindicatos CCOO y UGT, la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (CECAM) y el Gobierno regional, a través del vicepresidente, José Luis Martínez Guijarro, y del presidente, Emiliano García-Page, han rubricado la declaración institucional que pone en marcha el acuerdo marco para la recuperación social y económica de la región. Se trata de uno de los compromisos que García-Page adquirió durante el debate de su investidura y que consta de tres bloques de medidas: las destinadas al impulso de un nuevo modelo económico, las que se ejecutarán para la restauración del sistema sanitario, educativo y de servicios sociales, y por último, el proyecto de reforma del Estatuto de Autonomía y la elaboración de la Ley de Transparencia.
Buena parte del espíritu de este pacto lo ha resumido el propio García-Page, que ha insistido en varias ocasiones en que con la firma no se “arreglará” todo pero “sí decidimos cómo queremos arreglarlo, a qué ritmo y con quién”. También ha querido resaltar que el hecho de que el mismo se haya firmado con estos sindicatos y con la patronal se debe una cuestión de “representatividad universal”, pero que el pacto está abierto a otros sindicatos y colectivos.
“No debemos renegar de lo que ha dado buenos resultados, empezando por esta foto”, ha dicho el presidente regional, ya que a los firmantes, ha precisado, les mueve ante todo el interés público. Y ante la posibilidad de que no haya acuerdos concretos “tenemos la ventaja de que representamos un interés que nos supera” y para el que ha pedido que se sume el PP, partido que no ha enviado ningún representante al acto, al que sí han acudido el diputado regional de Podemos David Llorente y el coordinador regional de Ciudadanos, Antonio López.
“La foto no es casual, habrá gente que lo critique, como otras organizaciones sindicales y empresariales”, ha argumentado, pidiendo la suma de esos colectivos. Y aunque “no es una panacea ni un milagro ni una fórmula mágica, tampoco pretende volver a como estábamos antes de la crisis”, ha resaltado García-Page, quien ha afirmado que el pacto tiene que ser “una vacuna contra la causas de la crisis”.
Del pacto emanarán decenas de normativas y planes estratégicos
También ha marcado un objetivo fundamental: que dentro de cuatro años Castilla-La Mancha haya creado el doble de empleo que en la actualidad, o lo que es lo mismo, que tenga la mitad de paro que en la actualidad. Para ello, hasta 20 normativas y una quincena de planes estratégicos se derivarán del acuerdo firmado, que incluso podría extenderse hasta la siguiente legislatura. Por último, también ha adelantado que la Junta, a partir de ahora, se abstendrá de tomar decisiones sin diálogo y que todos los planteamientos del Gobierno, salvo excepciones, se abordarán bajo “la base del conjunto”.
Previamente tanto el vicepresidente Martínez Guijarro como los sindicatos han querido enmarcar este acuerdo en la “vuelta a la normalidad” entendida como diálogo, algo que era “imprescindible”. Así lo ha destacado el secretario regional de CCOO, José Luis Gil, quien ha arremetido contra los cuatro años de gestión de María Dolores de Cospedal, y ha defendido que el acuerdo incluya medidas “concretas, reales y posibles” para la transformación económica y social de Castilla-La Mancha. “Lamentablemente hay un estado de bienestar que rehacer”, ha dicho.
En la misma línea se ha pronunciado el secretario regional de UGT, Carlos Pedrosa. En su caso se ha referido a la “victoria de la normalidad” y de un “proyecto vital e ilusionante” para que la gente recupere “la dignidad en sus vidas”. Por su parte, el presidente de CECAM, Ángel Nicolás, ha mostrado la disposición de la patronal al diálogo y al desarrollo económica y social, resaltando que siempre ha mostrado su colaboración con el gobierno que estuviera al frente de la región.
