Que un conductor trabaje de cocinero o de geriatra: la última locura de Cospedal

Ante la necesidad de despidos, despidos y más despidos (llámense recortes, o ajustes) del gobierno de la Junta de Comunidades, y a su vez la ilegalidad de poder efectuar algunos de ellos, el gobierno de Cospedal ha buscado una “vuelta de tuerca” más para poder llevar a cabo sus planes, sin importar si el ciudadano no recibe el servicio necesario. Todo por la pasta.

Es el caso de los conductores oficiales que tiene la Junta, una cifra bastante importante. Usted se preguntará para qué son necesarios tantos conductores en la región, pero el caso es que sí lo son. Un servidor tampoco sabe darle una respuesta. Aún así, sobran, como cualquier personal de la Junta ahora mismo (excepto asesores de los altos cargos, por lo que parece). ¿El problema? Que esos 86 conductores que entran dentro de un plan de “recolocación” de la Junta se ganaron en su día su plaza legítimamente en oposiciones públicas. Otro debate sería si sobran demasiados funcionarios o no, pero el caso es que estos 86 se ganaron su puesto dignamente, como todos. Por tanto, por ley no pueden ser despedidos.

Y aquí nace el problema de la Junta de Castilla-La Mancha. Pónganse en el 'pellejo' de la presidenta Cospedal: me sobran 86 personas y no las puedo despedir, ¿qué me invento para deshacerme de ellos? Hecha la ley, hecha la trampa. No puedo despedir a los funcionarios por oposición, pero sí a los interinos. Pero como conductores no hay ningún interino. Entonces: ¿de dónde saco 86 interinos que despedir?

¡Ningún problema! Me cargo a 86 interinos de cualquier sector: cocineros, geriatras, administrativos...¡y ahí pongo a trabajar a los conductores! ¡Y arreglado! Cuentas cuadradas. Una lástima por los interinos, son los sacrificados.

Así que esos 86 conductores ahora trabajarán para la Junta pero de otra cosa. Unos serán cocineros, otros cuidarán ancianos en residencias...donde vayan sobrando huecos para colocarlos. ¿Qué no saben cocinar? ¡No importa! ¿Cuándo ha importado eso? Le pondremos a servir comidas en un hospital, donde un paciente no toma sal, otro tiene una infección, u otro necesita comida por sonda. A los fogones. Si no sabe cocinar da igual.

Por supuesto, no habrá preparación o formación previa (vaya a ser que nos cueste dinero). Ni ninguna supervisión. Tendrán el mismo puesto que un cocinero (o geriatra, o la profesión que sea) con las mismas responsabilidades. Aunque no haya frito un huevo en su vida. Formación cero, responsabilidad toda.

Lógicamente los perjudicados, aparte de interinos y de conductores que ni es su profesión ni entraron en la Junta (legítimamente, recuerdo) serán los ciudadanos. El pobre que tenga que estar en un hospital y vaya a saber quien le prepare la comida, a pesar de pagar los mismos impuestos y mantener el sistema de salud con sus cotizaciones. O el anciano de una residencia que tendrá de cuidador a alguien que quizá odie a las personas mayores, simplemente porque no es su trabajo, porque no se le contrató para eso, que no tiene la formación para cubrir sus necesidades. Pero pagando los mismos impuestos, ahí sí que no hay cambios.

Seguramente si usted fuera dirigente de algo (un ayuntamiento por ejemplo) semejante plan le parecería una locura. Como le parece a todo el mundo implicado, que al final es toda la ciudadanía. Pero es lo que Cospedal va a hacer en su Plan de Recursos Humanos para conductores de la Junta. Como leen.

Hay que ahorrar, todo por el déficit. Eso sí, los 149 altos cargos y asesores que tiene la Junta que se gastan más de 7'3 millones de euros no se recortarán, entre los que hay 84 trabajadores de libre asignación, es decir, elegidos a dedo. Esos no sobran. Los conductores, cocineros o geriatras sí.