La rebelión de más de medio centenar de médicos MIR contra la “precariedad” en las urgencias del Hospital de Albacete
La crisis de la atención primaria está llenando los servicios de urgencias de casi todos los hospitales. En Castilla-La Mancha ya se han dado varios “picos” de saturación en el nuevo Hospital de Toledo y está sucediendo desde hace tiempo en Albacete, es decir, las zonas con mayor población de la comunidad autónoma. En este último caso, los facultativos de Urgencias del Hospital han denunciado la carencia de medios y personal en varias ocasiones pero ahora más de medio centenar de médicos residentes MIR se han unido a ellos. Su rebelión y protesta se centra en la “precariedad” de medios con la que trabajan, que repercute directamente en los pacientes.
Luis Torres es uno de los representantes de los más de 50 residentes que hacen guardias en el servicio de urgencias del Hospital de Albacete. Él es residente de cuarto año y entre diario también trabaja en un centro de salud, por lo que ha podido contemplar el efecto directo que los retrasos en las citas para atención primaria tienen en las urgencias hospitalarias.
Como portavoz de los residentes MIR de Albacete, explica que este colectivo realiza la mayor parte de su trabajo en las guardias de urgencias, donde han podido comprobar cómo la situación de colapso comenzó con la pandemia de COVID-19 y se ha venido arrastrando hasta ahora en cuanto a falta de medios y de personal.
No hay espacio suficiente para atender a un 40% más de pacientes
“Han pasado tres años y el espacio sigue siendo el mismo, cuando la demanda es mucho mayor debido a la crisis de la atención primaria. La gente tarda en ver a su médico una o dos semanas por lo que la demanda en urgencias ha aumentado en un 40% y no hay espacio suficiente para atender a ese aumento. Solo se utilizan seis boxes para ver pacientes porque el resto tienen otros usos, y hay muy pocos médicos especialistas en urgencias, en comparación con los que tendría que haber”, subraya Torres.
El Hospital de Albacete, en proceso de ampliación, abarca un área sanitaria de 200.000 personas y ha llegado a recibir hasta 400 urgencias diarias. Actualmente, las reducciones de jornada y de personal en el servicio de urgencias, sumadas a la falta de medios, están “repercutiendo en la asistencia a los pacientes” ya que los residentes tienen mayor carga de trabajo.
De hecho, señalan que en la sala de camillas de urgencias los pacientes están “hacinados, sin privacidad y a veces rozando la insalubridad”. También denuncian que solo hay 16 camas para pacientes críticos en este servicio: “Pacientes que deberían estar monitorizados y más vigilados, no pueden estar en esa condición porque no caben y se quedan esperando en la sala de camillas”.
“Todos los casos que no se resuelven en la mañana, pasan al horario de tarde, que es cuando comenzamos a trabajar nosotros. Hacemos guardias de 17 o de 24 horas. Las primeras empiezan a las 15.00 horas de lunes a viernes y las de 24 horas son sábados, domingos y festivos. Hay tanta gente desde mediodía que cuando llegamos a la guardia hay muchos pacientes esperando y no los podemos atender en condiciones”.
Han decidido por tanto protestar “pensando sobre todo en la seguridad del paciente”. “No es lo mismo que te vea una persona especialista que trabaja en urgencias, a que lo veamos nosotros. Nos hemos formado y estamos aprendiendo, pero no es lo mismo”. Por todo ello exigen más medios y personal para atender “de manera digna” a los pacientes.
“Necesitamos soluciones ya y que la dirección del Hospital también se reúna con nosotros y con el servicio de urgencias. No queremos más sueldo, solo unas condiciones dignas, que se optimice el servicio, que mejore la infraestructura, las sillas, los ordenadores, las impresoras… Queremos trabajar con normalidad”, afirma el portavoz de los residentes. De hecho, se plantea si algunas de las deficiencias “serían ilegales”.
Personal facultativo “al borde del colapso”
Finalmente, apunta que el personal facultativo, a cuyas quejas se han sumado los MIR con su protesta, está “al borde del colapso física y psicológicamente”. “Nos hemos unido a esa voz”, concluye, ante la falta de respuesta de la dirección del Hospital a las peticiones de reunión para poner soluciones encima de la mesa.
El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, se ha pronunciado sobre estas protestas. Ha pedido “paciencia” a los profesionales del centro albaceteño, alegando que el hospital se encuentra en pleno proceso de ampliación. Ha señalado que “sus reivindicaciones tienen que ver, según dicen, más con el hábitat que con otra cosa”.
“Tienen más metros que han tenido nunca, más personal que el que han tenido nunca, pero estamos en una obra y pido paciencia. El de Albacete será un hospital nuevo, que va a doblar el espacio que tiene. Albacete tendrá un hospital fantástico, con muchos recursos y muy bonito, además. Es un momento de tensión que pasará”, ha subrayado.
7