“Todas las luchas eran una única lucha”
Tras el cargamento de emociones que significó para sus protagonistas el 22m, todavía hay mucho que contar. La multitudinaria manifestación encerraba reivindicaciones variadas, que encontraron en el evento un momento muy especial para verse las caras y reconocerse como hermanos en un camino común. Los colectivos que participaron en el acto desde Castilla-La Mancha abarcan un número muy significativo, prácticamente imposible de registrar, cada uno con una bandera propia que se juntó a tantos otros miles de colores en la plaza de Colón.
Desde Munera y como parte de la Plataforma contra la Fractura Hidráulica de Campo de Montiel, Luis Antonio Arenas se unió a las marchas de Alicante y Murcia en la localidad de La Roda en Albacete. Junto a otros dos caminantes, bajo la bandera de la lucha contra el fracking, llevó un mensaje que fue un punto de partida vital para exponer la problemática que significa esta práctica para la región a los otros marchantes. “Cuando nos unimos a las columnas, nos dimos cuentas que no se conocía el tema, y que la gente se acercaba a nosotros para preguntarnos por el problema”, afirma Arenas. Así, repartieron pegatinas, y una vez en Madrid se les invitó a participar en primera fila de la manifestación, para dar más visibilidad a su reivindicación. “Nos encontramos con gente de todos los territorios que también protestaban contra el fracking”, asegura. La portavoz de la Plataforma contra el Cementerio Nuclear de Cuenca de Rían Pérez, asegura que esto fue importantísimo para dar voz a su movimiento. “La gente cree que el problema del Cementerio Nuclear es sólo del territorio de Cuenca, pero no es cierto, es un problema común para todos los españoles”, asegura Pérez. La Plataforma fue contactada por los coordinadores de las Marchas en Madrid para ayudar en la acogida de las marchas en localidades de su zona, como Tarancón. Después de recibirlos, la Plataforma no sólo marchó con ellos hasta Madrid, sino que también sintió que las distintas columnas “hicieron suya su reivindicación”. “Sumaron nuestra lucha a la suya, echándosela en la mochila y llevándola hasta Colón”, asegura Pérez.
Desde Albacete, Fernando LLobell, miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca en la localidad, vivió también el acto reivindicativo, ayudando a las marchas que llegaban a la zona de Albacete a través de la plataforma de apoyo, organizando su alojamiento y comida, así como toda la atención médica de nivel primario que fue posible. “Estar en ese punto de la lucha fue muy emocionante para todos los que pudimos ayudar”, asegura. “Como no llegamos a ver las cargas policiales, las personas que fuimos nos quedamos con la diversidad de las personas que participaron en la marcha, niños, ancianos, gente jóvenes, todos con su lucha particular que eran realmente una única lucha”. En los autobuses desde Albacete viajaron 150 ciudadanos, que reivindicaban movimientos contra el fracking, por los afectados por la hipoteca, la dignidad y el trabajo.
El Frente Cívico de Daimiel recibió a marchantes desde Andalucía, en principio a través de las redes sociales, hasta recibirlos personalmente en las distintas localidades de la región, como Daimiel, Manzanares y Almuradiel. En Daimiel, la recibida fue tan positiva, que los marchantes declararon incluso que era el mejor recibimiento que habían recibido en su viaje. Entre comidas solidarias, actos festivos y lecturas de manifiestos, explica Dolores Barrajón, miembro del colectivo, construyeron una lucha bajo los lemas del pan, techo y trabajo dignos, ayudados por los pequeños negocios de las localidades, que fueron generosos en ofrecer comida y apoyo a todos los participantes del movimiento. En la manifestación en Madrid, Barrajón asegura que “me sentí como componente de un hecho histórico que va a ser trascendental y que no se va a quedar aquí. Sentir el apoyo de la gente, los aplausos según vas pasando, fue algo tremendo”, afirma emocionada. Dolores apuntó también al papel dela gente joven de su localidad, Daimiel, a quienes señaló por su “compromiso incansable”.
Como miembro de la Plataforma en Defensa de los Servicios Públicos y Sociales de Talavera de la Reina, José Manuel Oviedo explica que distintos colectivos de la ciudad se unieron para recibir a la columna extremeña en todas las rutas adyacentes a la ciudad. Las denuncias delos colectivos talaveranos se extienden por la educación, la sanidad y la “decadencia delos servicios sociales”, que se está sufriendo “especialmente en Castilla-La Mancha” y la pérdida de autonomías los municipios de la región, algo que apunta es importantísimo al ser una región en la que la mitad de los pueblos tienen una población menor a la de 500 habitantes. “No era sólo una reivindicación económica, sino una denuncia dela emergencia social del país”, apunta Oviedo. La heterogeneidad de los manifestantes en Madrid fue para él el mensaje más potente del evento: “compañeros de sindicatos de educación, habitantes de municipios que luchaban por el agua, colores de todo tipo y también ciudadanos sin más, todos con sus objetivos claros, fue algo impresionante”, afirma.
A pesar de ser representante de EQUO Castilla-La Mancha, iniciativa política, Azucena Gual asegura que muchos miembros del partido se volcaron a la organización y acogida de los marchantes, porque se dio prioridad a la unión con las otras plataformas y colectivos ciudadanos. “Cuando sabíamos que una marcha llegaba a alguna localidad de nuestro círculo, nos preocupábamos de recibir y acogerla”, cuenta. Su objetivo final era garantizar la llegada de las marchas a Madrid, en un plano “cooperador, no individualista como miembros de EQUO”. Tal como afirma Azucena, es el momento de cooperar con unos mismos objetivos y valores. “La marcha coincidió con el congreso de EQUO y solicitamos que se adelantara y se cortara antes para poder asistir a la manifestación”, asegura. Coincide en el sentimiento de impresión y deleite ante la masificación de la marcha. “Veías participantes de todos los colores, y también sin colores, dejando claro que era un movimiento propio dela ciudadanía, sin partidos políticos que llevaran la batuta”, finaliza.