Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Esperanza Aguirre, la ideóloga de un modelo sanitario que hace negocio
El PP usa el “sentido común” para disfrazar su renovado negacionismo climático
OPINIÓN | 'Privatizacionitis sanitaria: causas, síntomas, tratamiento', por Isaac Rosa

Los activistas de Figueres que iniciaron la protesta por Gaza en La Vuelta: “Es una victoria que haya tantas movilizaciones”

Esteve Robleda, uno de los cinco activistas que cortó el pasó al equipo Israel Premier Tech en La Vuelta a España, justo en el tramo de carretera de la acción

Pau Rodríguez

Figueres (Girona) —
15 de septiembre de 2025 22:11 h

25

Las movilizaciones durante La Vuelta Ciclista a España por el genocidio de Gaza culminaron este domingo en Madrid con miles de personas en las calles, la última etapa cancelada, varios detenidos y una tormenta política en la que han intervenido desde el presidente Pedro Sánchez hasta el Gobierno de Israel. Etapa a etapa, protesta a protesta, fue creciendo una bola de nieve que empezó a rodar un 27 de agosto por la tarde en una carretera secundaria de la comarca catalana del Alt Empordà, a dos kilómetros de Figueres. 

“Desde aquí sabíamos que se vería la llegada de los ciclistas a mucha distancia. Nos avisaron cuando el equipo de Israel salió de Figueres, entonces cortamos la carretera y ellos en un minuto casi ya estaban aquí”. Esteve Robleda se planta en el punto exacto donde él y otros cuatro activistas locales trataron de boicotear la contrarreloj del equipo Israel Premier Tech para denunciar sus vínculos con el Estado de Israel y la masacre de Gaza.

La escena, captada por el helicóptero de RTVE y en la que la policía trata de abrir paso a los ciclistas israelís a través de los manifestantes, fue la imagen del día. Lo que no se imaginaban sus protagonistas es que iba a derivar en una de las mayores movilizaciones propalestinas en España.

“Es una victoria que haya tantas movilizaciones, no lo esperábamos y estamos muy contentos y sorprendidos en positivo”, señalaba este lunes Robleda. “El ambiente está tan caldeado y es tan obsceno e inmoral lo que está ocurriendo que la gente decente ya no puede soportarlo más”, añade por teléfono Lola Oliván, otra de los cinco pioneros que esa tarde ocupó la vía con dos banderas palestinas una pancarta en el centro con el lema La neutralidad es complicidad, boicot a Israel

De las 21 etapas de La Vuelta, en más de la mitad ha habido manifestaciones de algún tipo, con interrupciones en las carreras e itinerarios alterados en País Vasco, Galicia, Castilla y León… Desde Figueres, sus impulsores, el colectivo Alt Empordà amb Palestina, que se creó a finales de 2024, aseguran que su acción no estaba coordinada con ninguna plataforma estatal. Aunque precisan que sí se organizaron con activistas de Olot, que cortaron el paso al pelotón ciclista en la etapa inmediatamente posterior. 

A pie de carretera, Robleda explica que la elección del lugar no fue nada casual. Desde ese punto se observa Figueres a lo lejos, incluso se ve la torre Galatea del Museo Dalí desde donde salían en contrarreloj los equipos. Pero si se ubicaron en ese tramo de la carretera de la Muga, entre campos segados y cerca del cruce con la N-IIa, fue para que los deportistas y el cortejo de los Mossos d’Esquadra los viesen a tiempo para frenar. 

“La distancia exacta era de 450 metros, calculada previamente, con lo que nunca pusimos en riesgo la seguridad de los ciclistas”, recalca Iván Guerrero, integrante del mismo grupo. “De hecho, en las reuniones previas ya dejamos claro que debía ser una acción pacífica”, insiste. 

Los activistas salen así al paso de quienes les acusan de haber puesto en peligro la integridad física de los deportistas. Entre ellos, el director de la Vuelta a España, Javier Guillén, que una y otra vez ha calificado de inaceptables las protestas que irrumpían en el itinerario ciclista. O el propio ganador, Jonas Vingegaard, que si bien animó inicialmente a escuchar la voz de los manifestantes, al final se quejó de que hubiesen deslucido la competición y su victoria. 

En la contrarreloj que salió de Figueres, las imágenes de RTVE muestran cómo el grupo de ocho ciclistas del Israel Premier Tech llega frenado a la acción de protesta, además de precedido de los cuatro agentes de los Mossos d’Esquadra que intentaron abrirles camino entre los manifestantes sin bajar de sus vehículos. Cuatro de los corredores pudieron pasar y los otros cuatro se tuvieron que apear unos segundos. Nadie resultó herido. 

“La acción estaba meticulosamente pensada para que no hubiese incidentes, y no los hubo”, insiste Robleda. Su única intención, añade, fue denunciar la presencia del grupo israelí. “Un equipo que está respaldado, directa o indirectamente, por un Estado que comete un genocidio y que participa en la Vuelta para blanquear su imagen”, apostilla.

Reanudada la carrera, la protesta no finalizó para sus protagonistas. Robleda fue detenido y trasladado a la comisaria de los Mossos d’Esquadra, donde pasó la noche para al día siguiente pasar a disposición judicial. Posteriormente, Lola también fue denunciada. Ambos permanecen investigados por desobediencia a la autoridad, desórdenes públicos y obstrucción de la vía pública, aunque reiteran que su protesta fue pacífica.

Casi veinte días después, y tras los altercados en Madrid por la última etapa de La Vuelta, los activistas se reafirman en la necesidad de boicotear un evento deportivo que acoge a un equipo como el israelí. O, según denuncian, que se presta directamente a “blanquear” las políticas de apartheid de Israel y la matanza en Gaza.

Esteve rebate de esta forma a quienes, como PP y Vox, les acusan de perjudicar al deporte español. “La protesta va contra el sportwashing. No entendemos por qué La Vuelta no permite que participe Rusia, por la guerra de Ucrania, e Israel sí”, señala. “Ya sabemos que la mayor parte de los ciclistas no son israelís, pero compiten en nombre de un Estado que comete genocidio”, recalca este activista. 

De la misma forma se expresa Lola. “Es tan simple como considerar inaudito que un estado que comete genocidio y apartheid contra una población pueda tener representación en una entidad como La Vuelta Ciclista a España”, argumenta. Y celebra que el Gobierno de España haya apoyado las protestas, pero reclama que deben ir más allá y, además de reconocer el Estado palestino o poner fin al comercio de armas con Israel, piden que rompan relaciones diplomáticas.

Etiquetas
stats