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Badalona, la ciudad sin vetos entre PSC e independentistas para evitar una alcaldía de Albiol

Xavier Garcia Albiol

Pau Rodríguez

Mientras en Barcelona ERC y PSC descartan llegar a ningún tipo de acuerdo –los segundos ni siquiera se quieren sentar a la mesa con los primeros–, al otro lado del río Besòs, en Badalona, socialistas e independentistas exploran un pacto de investidura. Una alianza a tres que ha de incluir a los 'comuns' y por la que suspira Ada Colau en la capital, pero que en la cuarta ciudad de Catalunya tiene un cometido más de mínimos que un tripartito de izquierdas: evitar que el alcalde sea Xavier Garcia Albiol.

Como en 2015, el PP volvió a ganar las elecciones el pasado 26 de mayo en el que es su principal feudo en Catalunya. Albiol sumó incluso un concejal, pasando de 10 a 11, pero como hace cuatro años las demás fuerzas con representación en el plenario han iniciado conversaciones para lograr una mayoría alternativa que impida a los populares acceder al gobierno. La Badalona Valenta (integrada por ERC y Guanyem), el PSC, En Comú y JxCat han mantenido una ronda de reuniones en los últimos días para alcanzar un acuerdo. Pero esta vez es complicado que lo consigan, puesto que ahora es el PSC el que se ve, a pesar de haber quedado tercero, en condiciones de exigir la alcaldía.

Aunque no existan vetos entre PSC y La Badalona Valenta, la relación entre ambas formaciones está muy mermada por la moción de censura con la que los primeros echaron del gobierno a los segundos hace justo un año. El socialista Álex Pastor relevó a Dolors Sabater con los votos del PP y ha gobernado hasta la fecha con sólo cuatro concejales. En las recientes elecciones sacaron seis ediles, por debajo de los siete que obtuvo la coalición ERC-Guanyem, pero aun así ponen como condición en las negociaciones que Pastor sea alcalde.

Los socialistas asumen que, en última instancia, tanto ERC-Guanyem como En Comú acabarán cediendo a sus exigencias para evitar que la alcaldía caiga en manos del PP. Su intención es gobernar en solitario o con En Comú, aunque estos todavía se lo están pensando mientras insisten, como sus homólogos en Barcelona, que la mejor opción sería un tripartito de izquierdas.

Pero ni el PSC ni La Badalona Valenta contemplan entre sus planes formar gobierno juntos. Desde la coalición de ERC-Guanyem consideran que si han de entrar al ejecutivo es para liderarlo ellos, para continuar las políticas llevadas a cabo durante el anterior mandato. Pero visto que esta opción el PSC la descarta de plano, lo que quiere asegurarse la candidatura de Dolors Sabaté es que, si entregan sus votos a los socialistas, que al menos se comprometan a no gobernar apoyados luego en el PP.

“Cuando decimos que de ninguna manera queremos que la ciudad esté gobernada por el PP, tampoco es esto a cualquier precio”, alertaba este miércoles Sabater en el medio local Línea Nord. “Si resulta que [Badalona] está gobernada por alguien que hace lo mismo que haría el PP, pues... ¿hablemos de ello, no?”, insistía la que fuera alcalde de la ciudad entre 2015 y 2018 en referencia a los socialistas.

El PSC se ofrece en Girona y Lleida

A medida que uno se aleja de Barcelona, el PSC puede dejar de ser solo el avalador del 155 y, los independentistas, formaciones que únicamente piensan en el 'procés'. En dos capitales de provincia como Girona y Lleida, los socialistas se han ofrecido a Guanyem y ERC para gobernar juntos, en el primer caso, y para apuntalar la labor del ejecutivo, en el segundo.

La alcaldable socialista en Girona, Silvia Paneque, ha propuesto sumar sus 6 concejales a los 6 de Guanyem (candidatura integrada por la CUP) y a los 4 de ERC para conformar un gobierno de izquierdas que dé relevo a ocho años de Convergencia, que ahora con la marca de JxCat sacó 9 ediles. Desde Guanyem, por su parte, le piden al PSC que les preste sus votos para una investidura pero sin contemplar que acaben entrando en un ejecutivo municipal que sería netamente independentista pero de izquierdas.

En Lleida, tras 40 años de gobierno socialista, el PSC no ha puesto sobre la mesa seguir formando parte de un gobierno que será con toda probabilidad para ERC, pero sí han asegurado estar dispuestos a pactar “grandes proyectos” que tengan que ver con un modelo de ciudad de “justicia social” y “europeísmo”. Tras empatar a 7 concejales y perder por menos de cien votos, el concejal socialista Félix Larrosa le trasladó al republicano Miquel Pueyo que, sumando a los 'comuns', en la ciudad las fuerzas progresistas cosecharon el 56% de los votos.

La lista de municipios en los que PSC e independentistas no se hacen ascos pasa también por Vilafranca del Penedès, donde JxCat ha ofrecido a ERC y PSC formar un gobierno, dando continuidad a la alianza que ya mantenían con los socialistas en el último mandato. También en Figueres o en Lloret de Mar, los neoconvergentes han abierto la puerta a los socialistas –entre otros– a entrar al ejecutivo. Pero el caso más evidente de entente local entre JxCat y socialistas es el de Calella, municipio de 18.000 habitantes en el que ambas formaciones ya han rubricado un acuerdo para seguir gobernando juntas cuatro años más.

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