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“El acuerdo entre Barcelona en Comú y el PSC se ha centrado en un baile de sillas”

Alfred Bosch, líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona

Yeray S. Iborra

Alfred Bosch se erige como garante de la nueva política en el consistorio barcelonés. Cuando empieza la entrevista, sólo corre para ponerse la americana. Esto ya no va de corbatas. Bosch duda estos días sobre la vigencia del eje izquierda-derecha, y en este sentido ve un movimiento “arriesgadísimo” el acercamiento de Barcelona en Comú al PSC. El líder de ERC del Ayuntamiento de Barcelona considera que con el pacto que estos días votan las bases de BComú y del PSC, Ada Colau ha abandonado el “sueño” de la regeneración en el Ayuntamiento.

El grupo de Bosch se prepara para ejercer la oposición, aunque no cierra la puerta a la propuesta que ya hace unas semanas ofreció a BComú y la CUP, y que los anticapitalistas no tardaron en rechazar. El veto frontal sólo lo aplica al PSC, a quien considera responsable del actual modelo de ciudad. “Lo importante es saber quién es el arquitecto que diseñó el modelo de ciudad que tenemos ahora, ¿quién es el responsable? Para cambiar este modelo se debe intentar hacer con quien no la haya creado y mantenido 32 años”, dice.

Catalunya Plural inicia con Alfred Bosch una serie de entrevistas con los partidos interpelados por el pacto en el Ayuntamiento.

¿Todavía hay posibilidades de entrada al gobierno por parte de Izquierda?

Nosotros hicimos una oferta, y la mantenemos. Y la oferta la mantendremos hasta que no tomen [PSC y BComú] una decisión en firme; respetaremos los procesos democráticos internos. Mantendremos vigente nuestra propuesta de gobierno con Barcelona en Comú y la CUP, la fórmula que ha funcionado en Ripollet o Badalona. La que puede mantener el cambio.

La CUP hace días que dijo que no...

Pero hay que mantener la mano extendida a la CUP porque es una fuerza municipalista responsable que tiene muchas alcaldías. Sería conveniente que estuvieran dentro del gobierno para tirar adelante este cambio. También dijeron que no a los presupuestos y al final cambiaron su posicionamiento. Por lo tanto, la oferta la mantenemos. Lo que quisiéramos es que Colau se reuniera con los tres y exploráramos las posibilidades. En todo caso, la CUP debe estar. Cuanto más adentro, mejor.

¿Sólo la CUP?

Debemos tejer complicidades para ir hacia esta nueva Barcelona. No queremos un gobierno de establishment. Cuando Ada Colau pacta con el establishment, con la fuerza que lo es más de establishment, y la que más años ha mandado en Barcelona, hace un magro favor a este cambio de régimen que ellos querían y que nosotros compartíamos.

No quisiera extrapolar el gobierno municipal al autonómico, o a otros... Pero vosotros habéis trabajado a gusto con este establishment. ¿Esto es un veto directo al PSC?

Siempre que ha habido voluntad de mejorar la ciudad, ERC ha colaborado. En dos mandatos de los 32 años de gobiernos.

Con ICV...

ICV estuvo en esos mandatos, y eso no cuestiona que ICV esté dentro de BComú, y que ahora sea una fuerza de cambio.

¿Y cuál es la diferencia respecto al PSC?

Lo importante es saber quién es el arquitecto que diseñó el modelo de ciudad que tenemos ahora, ¿quién es el responsable? Y a la hora de cambiar este modelo se debe intentar con quien no la haya creado y mantenido 32 años. Otra cosa es colaborar puntualmente. Pero nosotros rompimos el año 2007 con este modelo y fue por razones que ahora todavía se han confirmado más. Dijimos que el del PSC era un gobierno cada vez menos democrático, que montó el buñuelo de la consulta de la Diagonal, que tiró adelante el Foro de las Culturas... Es el gobierno de Ciutat Morta, del Caso Vilaró. También los responsables en contra de las consultas por la independencia: en ese momento yo estaba en Barcelona Decideix y no nos dejaron ni colgar unas banderolas, ¡y teníamos el permiso! Con todo esto rompimos hace diez años, y es normal que queramos compartir y liderar el cambio en la ciudad de Barcelona. Lo que no entendemos es que para tirar adelante este cambio, esta revolución de valores, se vaya con ese partido con más casos bajo sospecha... De ninguna manera se le puede considerar nueva política. Como una de las fuerzas emergentes en las últimas elecciones, nosotros nos creemos obligados a responder.

¿Esquerra es nueva política?nueva política

Podría ser que ahora mismo nosotros desempeñemos de oposición de izquierdas: una oposición de izquierdas en un gobierno de izquierdas. Y que se nos vea más que a otros grupos. Debemos tener un perfil marcado y, siendo una formación positiva y emergente, no veo porque en Barcelona no podemos ser garantes de esta nueva política. Mi duda es si realmente a la cabeza de la mayoría de la gente el esquema izquierda-derecha domina, porque tengo la sensación de que lo que domina es vieja política-nueva política. Si este es el esquema, Ada Colau ha hecho un movimiento arriesgadísimo. Claramente se ha acercado a la vieja política. ¿Aquellos sueños de los que hablabas, como los cumplirás si has hecho este paso que te aleja? No veo porque Esquerra no puede enarbolar la regeneración democrática en Barcelona.

La CUP dice que en la Generalitat ERC está con Junts pel Sí, en la Diputación con Convergencia y que el Ayuntamiento es el único lugar grande donde está sola. Maria Rovira ha dicho que “hay órdenes de los órganos nacionales” para que ERC no entre en el gobierno...

¿Les sabe mal a la CUP que seamos libres?

¿Hay órdenes de los órganos nacionales para que no entréis, en el gobierno?

Esto es una decisión soberana de ERC Barcelona. Además, todos hemos visto la secuencia: hemos pasado un año de colaboración estrecha con el gobierno, y los hemos dado oportunidades (investidura, presupuestos). Incluso hemos hecho una oferta de gobierno de izquierdas. Y ha sido rechazada. Y, además, el gobierno ha elegido al PSC: los de siempre. Llegados a este punto no tenemos más elección que ser libres y soberanos. Esquerra debe ser esquerra, y no será otra cosa. Tengamos en cuenta porqué estamos en esta situación. Y si hay alguien que no lo ve claro o no lo entiende, ya se lo explicaré. Nosotros seremos libres porque es lo mejor que podemos ser.

Si este pacto fructifica. ¿Qué escenario nos encontramos?

Todo lo que queríamos hacer, tendremos que hacerlo sin ellos. Y este cambio real hacia una política limpia y de ciudad, de regeneración, lo tendremos que hacer sin BComú, que ha ido a buscar a los de siempre. Si al final todo este gran cambio era esto, podríamos habernos quedado como siempre. El mandato no era éste, por eso lo consideramos una renuncia por parte de Ada Colau. Y nosotros creemos que renunciar en política es legítimo, pero no lo compartimos. Nosotros tiraremos millas.

En que se concreta esto. ¿En que se encontrará este posible gobierno en minoría de BComú-PSC?

Se encontraran con una Esquerra liberada de cualquier compromiso. Durante toda la campaña la bandera de Colau fue el cambio y la regeneración, coser una ciudad fracturada. Pues bien, con este acuerdo han abandonado este sueño. Nosotros no. Y lo cumpliremos desde la absoluta soberanía y libertad de criterio. Iremos hablando, y haremos de oposición libre.

¿No estáis entregando el Ayuntamiento al centro?

Mira, siempre quedará la alternativa de las urnas. Mientras tanto tenemos que trabajar por la ciudad que queremos. Queremos una ciudad justa y limpia, si hay cualquier persona o partido bajo sospecha lo diremos y actuaremos. Queremos una ciudad capital y que para llegar a la igualdad no descarte la prosperidad. Nosotros no tenemos ninguna atadura.

¿Esto son políticas arribistas?

La estabilidad de la ciudad es importante y no vamos a destruir ni arruinar nada, pero tampoco a actuar contra natura. Actuaremos en consonancia a nuestras convicciones; que el gobierno proponga y ya decidiremos en cada caso. Nosotros no rechazamos entrar en este gobierno, pero es que este gobierno no responde al proyecto con el que iniciamos el mandato... Nos sentimos excluidos en este giro. Hasta ahora podíamos ir dialogando, pero ahora mismo esta complicidad que necesita un gobierno, un proyecto en común, es imposible. Han elegido.

¿No pesan demasiado las siglas?

Sólo hay que comparamos nuestra propuesta y la de BComú-PSC. Este acuerdo no tiene nada de revolucionario. ¿Dónde está el gran cambio? Son políticas continuístas de Trias, y de los gobiernos del PSC. La propuesta que nosotros tirábamos adelante, más allá de caras y partidos, tenía claras las claves: pobreza energética, pisos vacíos... La ley de municipios que también está recurrida. Este pacto con el PSC no es nada de eso. Hemos visto cómo se centraban en los acuerdos, en un baile de sillas, muy lejos de nuestra sensibilidad. Nunca hemos entrado en esto, hemos hablado de proyecto y contenidos. Ellos en cambio sólo hablan de quien ocupará una silla u otra, incluso para decir al cabo de dos horas que no se ocupará. Este no es el camino que queríamos emprender nosotros... No es lo más edificante.

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