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El Espacio del Inmigrante vive unas jornadas de resistencia pacífica días antes de su desalojo

Pancarta reivindicativa en el Espacio del Inmigrante

Andrea Pérez

El Espacio del Inmigrante del Raval iniciaba este viernes unas Jornadas de Resistencia con la orden judicial de desalojo prevista para el miércoles 13 de julio en mente. Durante los días 8 y 9 de julio se llevarán a cabo todo tipo de actividades: desde proyecciones de documentales hasta charlas alrededor de temas que afectan directamente la población migrante, pasando por una retrospectiva del trabajo realizado en el Espacio, que ha acogido proyectos como el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes.

En declaraciones a este medio, el área de comunicación del Espacio ha descrito las jornadas como un modo de emplear “la alegría y la dignidad como herramientas de lucha”. Las actividades tienen un doble objetivo: por un lado, interactuar con los vecinos pero, también, contactar con activistas o artistas para que los apoyen en una lucha “tanto política como estética”.

Las Jornadas se iniciaron el viernes con la mesa redonda “Otras formas de desobediencia” y siguieron con una cena popular, la proyección de un documental sobre la resistencia refugiada en Berlín y un concierto de música Soufí Paquistaní de la mano de Zahoor Mandhi. Este sábado las actividades empezarán a las cinco de la tarde, más centradas en recoger el trabajo realizado desde el Espacio, hablando de la asesoría psicológica, legal y sanitaria o de las luchas políticas del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes. Finalmente, la fiesta reivindicativa concluirá con un baile con música en directo.

Desde la Asamblea del proyecto se ha decidido “resistir de forma pacífica” con la colaboración de los vecinos cuando los Mossos lleguen al local el próximo miércoles. De hecho, hace aproximadamente un año les llegó un comunicado que pedía que se presentaran ante el juzgado, pero decidieron que “no era conveniente ir”. Ahora, se enfrentan a una orden de desalojo que desde el Espacio entienden como un “acto de violencia directa hacia un proyecto”.

Más allá de cuatro paredes

Creado en 2013 como respuesta a la ley de asistencia sociosanitaria impulsada por el gobierno del Partido Popular, que excluía los migrantes en situación irregular del sistema sanitario, el Espacio es un punto de encuentro, debate y colaboración “entre y para la población migrante”, fuertemente arraigado al barrio del Raval de Barcelona, donde está ubicado.

Se trata de una iniciativa que nació para atender las necesidades más básicas de la población migrante en Barcelona pero también, explican, para “romper con el relato paternalista y criminalitzador” asociado a las personas en situación irregular. Así, el objetivo del Espacio es que el inmigrante pase a ser un “sujeto político, en vez de un objeto de políticas públicas”, según ellos mismos afirman. Esta voluntad, dicen, no interesa a las élites políticas y económicas: “En este país la justicia tiene un color y un precio. Nosotros no tenemos ni el color ni el dinero para pagarla”.

A pesar de que el proyecto atraviesa una situación difícil, desde el Espacio se ha explicado a este medio que no se trata de una iniciativa determinada por “cuatro paredes” y que la intención de sus miembros es, primero, resistir pacíficamente al desalojo pero, en segundo lugar, si finalmente tuvieran que abandonar el local, buscar un sitio alternativo donde seguir desarrollando sus actividades rutinarias como son una asesoría jurídica, un servicio de acompañamiento médico y psicológico o grupos de clases de castellano, entre otras.

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