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Los manteros de Barcelona esperan un verano tenso pese a los planes de inserción de Ada Colau

Los vendedores ambulantes encaran el verano, la principal campaña de venta

Yeray S. Iborra

Más calor, más turistas, más manteros. Esta es la secuencia que se repite en Barcelona desde hace varios veranos pero que el año pasado tuvo su momento álgido. La  persecución policial y sus consecuencias en forma de detenciones, agravadas por el hecho que el del pasado año fue el primer periodo estival con la manta penada con cárcel, llevaron al top manta a ser un problema político de primer orden.

El Gobierno de Ada Colau tomó cartas en el asunto, promoviendo planes de inserción, pero también saturando los espacios más poblados de vendedores con policía y mobiliario (el caso del skatepark que descongestionó la Barceloneta). 

De nuevo a las puertas del verano, la versión sobre qué pasará en las calles de Barcelona con el apretón del calor y la llegada de más turistas es contrapuesta. Para el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes se espera un nuevo verano tenso. A estas alturas del año pasado el sindicato ya predijo que Colau preparaba el terreno para la “mano dura”.

Según el colectivo, las sensaciones este año son similares. De hecho, aseguran que la tensión no ha remitido ni siquiera en invierno: durante la campaña de Navidad los vendedores denunciaron el acoso policial en la Plaza de Catalunya y sus aledaños, focos de concentración de vendedores cuando el paseo marítimo de la ciudad no goza de visitantes.

Más optimista se muestra el Ayuntamiento de Barcelona, que este año no elaborará una campaña mediática contra la compra de objetos en la venta, ya que se sumará a la que propondrá la Generalitat de Catalunya, con la que ha mantenido encuentros en el marco de las reuniones interadministrativas propuestas por el Síndic de Greuges (defensor del pueblo catalán). El Ejecutivo de Colau augura políticas “graduales”, en función de cuantos manteros se desplacen a la capital catalana los meses de verano. El año pasado se contaron hasta 800.

Nueva figura: gestores de calle

Dichas políticas serán las mismas que el año pasado, salvo una novedad. Si bien la saturación del espacio con más presencia policial será uno de los polos, como ya vaticinó a las puertas de la Semana Santa el teniente de alcaldía Gerardo Pisarello, el consistorio contará también con gestores de conflictos en la calle.

La propuesta de los gestores servirá para mediar con vecinos y comerciantes de forma mucho más precisa, ya que, si bien es posible que los grandes grupos de manteros vuelvan a aparecer en unas semanas, por ahora los vendedores –según constata el Ayuntamiento– operan de forma “deslocalizada”. El consistorio espera que el trabajo al detalle en las calles de los gestores pueda enjuagar parte del conflicto.

Redes de solidaridad entre manteros

Otro de los puntos de discrepancia entre el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes y el consistorio es el de los planes de inserción que el Gobierno de Ada Colau ha puesto en marcha para sacar de la venta a los manteros. Según datos del Ayuntamiento, tan sólo nueve de 54 personas participantes en los planes de ocupación ofertados en Mercabarna no han podido regular su situación por culpa de los antecedentes policiales. “Antes o después aclararemos cada situación”, destaca un portavoz municipal.

El colectivo de vendedores alabó en su día el esfuerzo de la administración local pero lamenta la “lentitud” del proceso, motivo por el que habría personas participantes de dichos planes que en estos momentos estarían planteándose volver a la manta. En cuanto a las 15 personas que actualmente forman la cooperativa de vendedores Diomcoop –impulsada junto al Ayuntamiento de Barcelona para vender productos de proximidad en ferias y mercadillos– también se espera que su situación se regularice en breve, pues acaban de entregar sus papeles.

Con la idea de no relegar la supervivencia del colectivo a la ayuda institucional, los manteros anunciaron el pasado mes de octubre la creación de su propia cooperativa para seguir “luchando en la calle”. Dicha cooperativa, que todavía busca sede, pretendía ser un espacio de apoyo jurídico y también cultural para los vendedores. En la línea de trabajar conceptos como solidaridad, antiracismo y descolonialización, los manteros están programando encuentros con líderes de movimientos por los derechos de las personas negras.

Personalidades como Bob Brown, fundador de los Black Panthers americanos, ya compartieron con ellos su experiencia de lucha. Ahora los vendedores ambulantes de Barcelona han recibido a uno de los miembros de la Cooperativa Jackson en Mississippi, Kali Akuno, que lucha por la cooperación entre afrodescendientes.

No ha sido el único encuentro de este tipo, también el proyecto Black Barcelona se ha reunido con el Sindicato. El objetivo pasa por tejer “redes de solidaridad” ante lo que pueda venir. Y el verano, a parte de caluroso, pinta conflictivo, según los vendedores ambulantes de Barcelona.

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